MORTALIDAD EN EDADES REPRODUCTIVAS. ARGENTINA, 2005-2020
Número 20 / AGOSTO, 2023 (142-159) 154
de las muertes evitables según causas reveló
un predominio de muertes masculinas por
accidentes de transporte y otros, aunque las TM
asociadas disminuyeron signicativamente en el
tiempo (Arrieta et al., 2018).
En las mujeres, por su parte, predominaron las
muertes por tumores, con una TM con tendencia
al incremento (Arrieta et al., 2018; Corral et al.,
2018). De acuerdo con DEIS (2022c), en 2020
estas defunciones se vincularon en su mayoría
a neoplasias malignas, mientras que el peso
relativo de aquellas asociadas a carcinoma in
situ, tumores benignos y de comportamiento
incierto o desconocido en el total de muertes
femeninas por tumores fue inferior al 4 % en el
tramo etario bajo estudio.
Vinculado a lo anterior, información difundida
por el Instituto Nacional del Cáncer (s.f.) indica
que desde 2010 se han emprendido acciones
para reducir la morbimortalidad atribuida al
cáncer de mama a través del Programa Nacional
de Control de Cáncer de Mama. No obstante,
esta patología continúa siendo la primera causa
de muerte por tumores en la población femenina
a nivel nacional.
En consecuencia, se considera que modicar
ciertos factores de riesgo de cáncer de mama
(exposición de estrógenos, sobrepeso, consumo
de alcohol y falta de actividad física) conlleva
un largo periodo (Viniegra et al., 2010). Por
consiguiente, se recomienda que “los esfuerzos
para lograr el control de la enfermedad, en
un término más corto, deben centrarse en
la detección precoz y la implementación de
tratamientos pertinentes” (Viniegra et al., 2010,
p. 13). No menos importante resulta que dichos
tratamientos sean propiciados oportunamente.
El esquema diferencial en la composición de
las muertes para el conjunto de la población de
15 a 44 años, acorde al proceso de transición
epidemiológica (Frenk et al., 1991), explicaría, al
menos en parte, los mayores avances en relación
con la caída de la mortalidad en hombres y, a
su vez, las mayores dicultades para concretar
logros en mujeres.
En efecto, resulta bastante más sencillo e insume
considerablemente menos tiempo ejecutar
medidas de prevención para evitar accidentes
de transporte (controles en rutas, campañas de
educación vial, etc.) que proveer a las personas de
medios necesarios para acceder, oportunamente
y con igualdad de oportunidades, al diagnóstico
de una enfermedad y al tratamiento de la misma,
llegado el caso.
En otro orden, la TM por eventos de intención
no determinada aumentó para ambos sexos.
Esta situación, igualmente resaltada en estudios
anteriores (Zunino et al., 2006; Fontain et
al., 2018; Santoro, 2020), tiene diferentes
implicancias. Por un lado, se traduce en la
necesidad de desarrollar políticas públicas
dirigidas a atender especialmente esta cuestión.
Por otro, “distorsiona el verdadero impacto de las
causas y circunstancias en las que se producen
los hechos violentos” (Zunino et al., 2006, p.
263). A su vez, relativiza la lectura de las TM
atribuidas a las restantes causas prevenibles,
pudiendo inferirse reducciones que no han
tenido efectivamente lugar y/o subestimarse
incrementos encontrados en algunos casos.
En consonancia con esta armación, Santoro
(2020) señala para Argentina que “las tendencias
de la mortalidad por causas externas no se
alteran mediante la imputación de los datos
faltantes, pero sí experimentan incrementos
heterogéneos, donde la mortalidad por suicidios
se ve incrementada” (p. 4). Por lo tanto, la
tendencia al crecimiento de la TM por eventos
de intención no determinada supone realizar una
reexión profunda sobre la calidad del registro
estadístico de defunciones para la toma de
decisiones (Fontain et al., 2018).
En cuanto a las muertes tratables, se observó
una reducción de la TM por enfermedades
infecciosas y parasitarias y por enfermedades
del sistema circulatorio en general. Estos logros
contrastaron con la tendencia creciente de la
TM por enfermedades respiratorias (ambos
sexos) y por tumores (en mujeres), lo que
obliga a estudiar detenidamente los factores
que intervienen en su ocurrencia. Entre ellos, la
accesibilidad a los servicios de salud en tiempo y
forma, los factores ambientales y otros factores
desencadenantes de desigualdades sociales que
impactan diferencialmente en el estado de salud