
Miguel Ángel Herrera-Pavo - María Gladys Cochancela Patiño - Julio Rodolfo Uyaguari Fernández
CHAKIÑAN. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades / ISSN 2550 - 6722 89
La elaboración del currículo “se ordena,
ensambla, distribuye y ejecuta de manera
múltiple a través de una gama de redes semiótico-
materiales dentro de las cuales cualquier objeto
está interconectado, vinculado a estructuras
institucionales, prácticas cotidianas y políticas
en diferentes dominios” (Edwards 2012:28).
Una vez completada la construcción del currículo
como instrumento de política nacional, este se
maniesta a través de diferentes inscripciones
que circulan por el sistema educativo nacional
(Almén y Bagga-Gupta 2019): un documento
impreso o digital, lineamientos curriculares,
materiales curriculares diversos, ejemplos
de planicación, recursos de enseñanza y
aprendizaje, etc. Estos materiales transforman el
plan de estudios prescrito en el plan de estudios
promulgado a partir de diversos procesos de
interpretación y traducción.
Tradicionalmente, el docente ha sido visto como
un técnico que solo debe aplicar el plan de estudios
según las indicaciones. Esta tradición encaja
con una visión “de la tecnología centrada en el
sistema, a gran escala, organizada mecánicamente
y bajo un mando centralizado” (Hyysalo, Jensen
& Oudshoorn 2016:21). No obstante, hoy
día se espera involucrar a los docentes en los
procesos democráticos de elaboración de planes
de estudio en sus instituciones educativas y
sus aulas, pero no es una tarea fácil (Hyysalo,
Jensen & Oudshoorn 2016), ya que los márgenes
de libertad y la exigencia de participación que
la norma asigna al docente y la comunidad
educativa entran en conicto con la cultura del
sistema, las estructuras jerárquicas de poder,
las concepciones preexistentes de los procesos
de enseñanza y aprendizaje y las prácticas
tradicionales. Cajas negras, cuyo contenido debe
revisarse.
ABRIENDO LAS CAJAS NEGRAS:
REPENSANDO LA ACTIVIDAD
CONJUNTA
Al hablar de la actividad conjunta, nos
referimos a lo que sucede en el aula. Entendida
en un sentido amplio, el aula es un conjunto
relativamente estable (Latour 2005). Las formas
de interacción entre estudiantes, docentes y
contenidos y recursos de aprendizaje están
mediadas por normas y prácticas que responden
en gran medida a nociones hegemónicas sobre el
papel de la educación en cada contexto particular
(Byrd 2019) y determinan qué es y qué no es
posible.
Al generar cambios en la conguración de
la actividad conjunta, una de las principales
barreras es que esta responde diariamente a
rutinas que pueden considerarse cajas negras
(Stalph 2019) cuyo funcionamiento y resultados
no se cuestionan. Por tanto, cualquier cambio en
estos métodos requiere una reexión que permita
abrir estas cajas y cuestionar su contenido.
En ese sentido, el análisis de la actividad conjunta
requiere buscar los patrones de interacción del
aula (Silseth, Hontvedt & Mäkitalo 2022), las
conexiones existentes o posibles entre los nodos
que componen ese ensamblaje.
METODOLOGÍA
El presente trabajo vuelve a inspeccionar los
materiales etnográcos recogidos en el proyecto
de investigación: “Del diseño curricular a
las estrategias metodológicas innovadoras:
perspectivas de los actores educativos de
las instituciones Uni, Bi y Pluridocentes del
distrito Gualaceo”, llevado a cabo a lo largo
del año escolar 2020/21, y que tuvo como
objeto analizar las estrategias didácticas de las
instituciones educativas multigrado y trabajó
con una metodología de investigación-acción
participativa (Kemmis, McTaggart & Nixon
2014), bajo un paradigma cualitativo y con la
adopción de métodos etnográcos.
En la investigación se seleccionaron, de manera
intencional, 10 de las 23 escuelas multigrado
del cantón Gualaceo, en la provincia de Azuay,