UN ACERCAMIENTO A LA PRODUCCIÓN CERÁMICA EN YAXCHILÁN DURANTE EL CLÁSICO TARDÍO
A TRAVÉS DE DOS ESTUDIOS DE CASO
Número 18 / DICIEMBRE, 2022 (19-37) 28
pudiera existir en la muestra al considerarla en
conjunto.
Los datos arquitectónicos, epigrácos y
tipológicos (véanse García 2003, 2004; García
& Fierro 2016; Fierro 2019, 2021), sugieren que
la Tumba V y los entierros 14 y 18 se ubican
dentro de la faceta temprana del complejo
Yaxkin (613-752 d. C.), mientras que las tumbas
I, IV y VI en la faceta tardía (753-849 d. C.),
no obstante, aún es posible hacer otra precisión
cronológica, si se tienen en cuenta solo los
materiales pertenecientes a un mismo contexto
y que indican un consumo presuntamente
contemporáneo.
En este orden de ideas, las vasijas asociadas al
Yaxkin temprano suman un total de 12, y son
la gran mayoría de la Tumba V (10 ejemplares).
El análisis formal y la medición del material
de estos contextos indican que existen tanto
cuencos con base rebajada como sin rebajar y
que en las medidas: la altura se encuentra entre
5.5 y 7.6 cm, es decir, en un rango de 2.1 cm; el
diámetro de la boca entre 13.86 y 16.3 cm, por
lo tanto, en un rango de 2.44 cm; y el espesor de
las paredes entre 0.32 y 0.82 cm, en un rango de
0.5 cm (véase Tabla 1).
Ahora bien, si se tienen en cuenta solo las
vasijas que pertenecen a la Tumba V se puede
notar que no hay más de dos ejemplares que
compartan medidas semejantes, como sucede
entre los objetos 34 y 55, o bien con los 16 y 36,
aunque en ambos casos la diferencia evidente
se encuentra en la presencia o ausencia de base
rebajada.
En el caso de los motivos decorativos, todas
las vasijas de este periodo presentan banda roja
sobre el borde, y salvo en un caso, también
las dos líneas negras alrededor del borde. Las
diferencias comienzan con los paréntesis, pues
en dos casos del mismo contexto (Tumba V)
el diseño presenta una pequeña variación en el
trazo, y a continuación, se encuentra el motivo
de tres puntos que 6 de los 12 ejemplares no lo
presentan, y a su vez, 4 casos presentan motivos
adicionales.
Por otra parte, la disposición consecutiva de
los diseños, aunque normalmente se hace de
derecha a izquierda, hay un caso en el que se
presenta en sentido contrario. Tomando en
conjunto todos estos atributos se tiene que solo 4
de los 12 ejemplares tienen el mismo tratamiento
decorativo, estos son los objetos 35, 36, 54 y 56
de la Tumba V (véase Tabla 2).
Entre los cuatro ejemplares que comparten la
misma decoración, los tres primeros tienen base
rebajada y el último no, el rango de medidas
entre estos es de: altura entre 5.8 y 6.9 cm,
diámetro de la boca 14.09 y 16.3 cm, y espesor
de las paredes entre 0.32 y 0.6 cm. La relativa
similitud entre estas vasijas permitiría pensar en
cierto grado de estandarización, lo que además
encontraría sustento en el hecho de que se trata de
objetos procedentes del mismo contexto, aunque
desafortunadamente no son ni la mitad de los 10
ejemplares de este tipo cerámico recuperados en
la Tumba V.
En cuanto al desgaste, tenemos que del total de
las 12 vasijas de este periodo: 1 lo presenta en
alto grado, 7 en grado medio (2 son ejemplares
de entierros), 3 en grado ligero y en 1 no se
aprecia. Más de la mitad de los objetos muestra
una importante vida útil previo a su colocación
en los contextos funerarios (véase Tabla 2).
En otro orden de ideas, las vasijas asociadas al
Yaxkin tardío contabilizan un total de 15, en
su gran mayoría de la Tumba I (8 ejemplares).
El análisis formal y la medición del material
indica la presencia de solo 2 cuencos con base
rebajada, ambos identicados en la Tumba IV,
el resto la tienen sin rebajar. Las medidas de las
vasijas son: altura entre 4.6 y 7.4 cm, es decir, en
un rango de 2.8 cm; el diámetro de la boca entre
11.1 y 17.4 cm, por lo tanto, en un rango de 6.3
cm; y el espesor de las paredes entre 0.34 y 0.79
cm, en un rango de 0.45 cm. Estos patrones de
medida señalan incluso mayor variabilidad que
en la muestra del periodo anterior.
En el caso de los motivos decorativos para las
vasijas de este periodo, en todos los casos existe
la banda roja sobre el borde y los paréntesis, y
salvo en un par de casos, también es práctica
general las dos líneas negras alrededor del
borde, los puntos y la no inclusión de diseños
adicionales. En general las diferencias son
mínimas, halladas tan solo en el sentido en el