RESIGNIFICACIÓN PEDAGÓGICA EN LAS CARRERAS DE COMUNICACIÓN MEDIANTE INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA
Y AFORISMOS FILOSÓFICOS
Número 16 / ABRIL, 2022 (83-101) 86
la competencia losóca y ética “que permitiría
dar una visión reexiva, sistemática y
epistemológicamente fundamentada de todas las
demás competencias y conocimientos” (Marina
2010:65-66).
Asimismo, recomendaba “recuperar el
dinamismo propio del ser humano, favoreciendo
en el alumno la búsqueda de lo nuevo, de la
creación y la ampliación de sus posibilidades”
(Marina 2010:49), lo que converge con el
pensamiento de Morin (1999) sobre los siete
saberes necesarios para la educación. Se trata
de apostar por la educación ética e integradora,
en palabras de Ashby-King & Boyd (2020), y
por una educación como práctica de la libertad
(Freire, 2011).
Por su parte, Raimers (2017) señala que “la
educación debería alinearse al propósito de
capacitar a las personas para convertirse en
arquitectos de sus propias vidas y miembros que
contribuyan al mejoramiento de las comunidades
a las que pertenece” (53); y añadimos, al propósito
de reducir WP ocasionados por desequilibrios y
patologías sociales (Fleitas 2014).
En este sentido tomamos referentes de la teoría
crítica como Horkheimer, Marcuse, Fromm,
Polloch, Benjamin o Habermas (Gurdián 2007),
quienes conjugan el pensamiento marxista con el
freudiano, para evidenciar desequilibrios sociales
que afectan a las personas. También retomamos
a Bordieux, quien sugiere la necesidad de ser
críticos e ir más allá del habitus (Alonso 2004).
Otros clásicos como el opúsculo titulado El arte
de tener razón, de Schopenhauer (2006), y el
ensayo sobre Los problemas contemporáneos,
enfermedades Sociales de Ugarte (1906),
constituyen una buena base para analizar
si desde la perspectiva crítica-constructiva
podemos hablar de patologías comunicativas
como producto de una distorsión de la función
social de la comunicación, que viene de tiempo
atrás y aún persiste.
Adorno (1983), Habermas (1984), Honneth
(1997) y Basaure (2011), por citar tan solo
algunos autores fundamentales, han hecho
aportes importantes al respecto. Se plantea
entonces si no estaremos, en aras a la creatividad,
enseñando a construir mensajes en complicidad
con planteamientos pseudocientícos y poco
éticos. Al respecto, encontramos investigaciones
actuales del campo de la comunicación que
sugieren la necesidad de autocrítica, humildad
inteligente y visión transdisciplinar y orgánica
de la práctica comunicativa, como las de Willis
(2016), Brunton & Galloway (2016), Gold,
Muthuri & Reiner (2018) o Torres, Santa &
Pérez (2019).
Si nos damos a la tarea de hacer a nuestros
estudiantes competentes profesionales con
visión crítica, en tiempos de incertidumbre, la
resignicación pedagógica supone entonces la
reinvención de la educación (Berrio 2019) y la
resignicación de la praxis educativa (Marín
2020). Esto implica entrenar al alumnado en
tres formas de pensamiento: sistémico (Avargil,
Herscovitz & Dori 2012), estratégico (Asiya et al.
2016) y dialógico (Hajhosseiny 2012), teniendo
además presente a los entornos creativos de
aprendizaje (Davies et al. 2013), donde el uso
de la tecnología deviene facilitador, pero nunca
pedagogía en sí misma. Abraham (2004) entiende
que la resignicación del proceso educativo se
basa en comprender que enseñar no es solo un
acto del docente, del mismo modo que aprender
no es solo un acto del alumno, sino que ambos
están íntimamente relacionados. Por ello el rol
del docente como señala Sobrino (2011) ha de
ser conectar, y como proponen Shin & Bolkan
(2020): estimular intelectualmente la motivación
intrínseca de los estudiantes.
Normalmente las expectativas del alumnado
de la asignatura objeto de análisis se conectan
con la impartición de técnicas de creatividad
publicitaria. Por ello, en la introducción
del temario se recurre a los aforismos de
Wagensberg (2014 y 2017) sobre creatividad,
y sobre conocimiento sin crítica o crítica sin
conocimiento. Partiendo de estos supuestos, se
muestra la utilidad de “aquellos saberes cuyo
valor esencial es del todo ajeno a cualquier
nalidad utilitarista” (Ordine 2013:9), idea
que converge con los postulados de Echeverría
(2010) ya citados.