EL SENTIDO DEL FIN DEL MUNDO: FUNDAMENTO ÉTICO DE LA SOCIEDAD INCA
Número 16 / ABRIL, 2022 (226-240) 230
manifestación máxima de inki, incertidumbre;
que conguraría el runa pacha-cutiy, destrucción
del mundo por causa de hombres extraños, la más
grande tragedia humana. Ante esta profecía, el
mismo Ynga Yupangue exhorta a su gente: “que
lo que les decía era que se diesen a buena vida
el tiempo que pudiesen porque pocos señores
sucederían después de los días de aquel su nieto
Guaina Capac” (Betanzos 1987:137). Pues
González expresaba “Pachacuti, es infortunio
general de muchos” (1993:16).
A mediados del siglo XVI, la manifestación de
runa pacha-kutiy fue mencionada como “las
nuevas plagas que sobrevinieron en aquellas
partes después que el Visorrey Blasco Núñez
Vela á ellas fué” (Irala 1870:188) o “la grand
vejación o destruición de la tierra” (Segovia
1968:59); estas plagas aludían a la mortandad
humana en el Perú. Estos eventos se concebirían
como indicadores de las crisis demográcas
antes, durante y después del ciclo incaico
(Contreras 2020).
Por otro lado, durante el horizonte mítico
cada uno de estos agentes devienen cambios
temporales; en medio de estas catástrofes se
crea y se restaura el mundo “en la segunda edad
después del diluvio” (Sarmiento de Gamboa
1988:42). Además, los cronistas designan
estos hechos como maravillosos, milagrosos y
fabulosos; también los conciben como castigos
de Dios, vinculados al pecado del hombre (Cieza
de León 2000b; Betanzos 1987; Sarmiento de
Gamboa 1988; Molina 2010).
En su dimensión general, cualquier forma de
aparición implicaría abandono, ruptura y dolor:
“Fin, o gran mudança de las cosas. Pachaticray o
pachacutin o cabo del mundo, o de vn pueblo por
terremoto, o gran pestilencia” (González 1993:
525). Se diría que esta desventura envuelve la
vida del hombre quichua; sería una vivencia
conmovedora; vaivén entre la abundancia, la
carestía y la incertidumbre denominado inki.
La categoría inki en el aimara denota “Dicha o
desdicha, ventura o desventura, fortuna buena
o mala” (Bertonio 2006:572). La favorable se
concibe como kussi, sami o atau; la desgracia se
presenta como ch’iki o tapya (Valera 2014). Esta
díada kussi-ch’iki se desplaza entre la realidad
y la ilusión; entre la abundancia y la carencia,
mirariy-chussariy; compañera constante del
quichua-runa.
Sin embargo, ¿cómo se expresaría el sentido de
abundancia? Por un lado, la idea de riqueza se
devela en las personas de Imaymana y Tocapo,
hijos de Con-titi (Molina 2010). Por otro, la
onomástica andina señala que ciertos nombres
tales como qhapaq o wakcha-khuyaq denotan
magnanimidad, riqueza y honra (Cerrón-
Palomino 2008). No obstante, estas entidades
al tiempo que simbolizan abundancia, vida y
mundo expresan la condición de mitmas.
Lo mitma implica que los dones aparecen unas
veces por aquí y otras por allá; antes, ahora o
después. El mito señala: “Viracochan, mandó
que desde allí se partiese el mayor de sus hijos
llamado Ymaimana Viracochan en cuyo poder y
mano están todas las cosas” (Molina 2010:39).
El héroe partirá de Tiahuanaco hacia el Anti-
suyu, luego de ordenar el mundo de los Antis
se dirigirá al noroeste, hasta Manta; nalmente,
los tres númenes se alejarán del mundo terrenal
hacia otros dominios de Con-titi.
A su vez, en el aimara se tiene: “Uyaya.
Tierra (…). Abundante de todo” (Bertonio
2006:410). Según los mitos, uyaya es la tierra
ofrecida; sin embargo, su búsqueda y posesión
encierran éxodos, pérdidas, conictos y muertes
(Sarmiento de Gamboa, 1988). Asimismo, esta
búsqueda conlleva el acto de salir al mundo,
pacaspi-rikurichikuy; idea simbolizada en el
mito de Pacariy-tampu y los Ayar-incas
La noción del n del mundo también se vincula
a miraray, apup munaykuynin y pacha-chantay,
castigo, voluntad divina y restauración del
mundo, respectivamente; bien se la podría
relacionar con la tykhé griega. Siendo así, el
caos se deriva del poder numinoso de Con-titi; a
nes del siglo XVI, se dice que Valera asignaba
un término latino a esta entidad “lo declara por
esta dicción numen, que es voluntad y poderío de
Dios” (Garcilaso de la Vega 1963:178); en este
contexto, numen aludía a la deidad de Viracocha.
De esta expresión derivamos los términos
numen, numinoso o numinosidad y los referimos
a lo sagrado de Con-titi. Esta entidad en la