REVISTA CHAKIÑAN, 2019, Nº.8, AGOSTO, (52-64)
ISSN 2550-6722
LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA PARA LA
ORGANIZACIÓN COMUNITARIA EN GUADALUPE,
MUNICIPIO JIMENEZ
THE PARTICIPATORY ACTION RESEARCH FOR THE COMMUNITY
ORGANIZATIONIN GUADALUPE, JIMENEZ MUNICIPALITY
Los grupos formados en la participación y comprometidos con la acción social, configuran un
cuadro capaz de tomar decisiones que vislumbren soluciones a los problemas comunitarios.
Debido a esto, se realizó una investigación cuyo propósito fue proponer la investigación acción
participativa para la organización comunitaria en Guadalupe, Municipio Jiménez. La
sustentación teórica se basó en la teoría crítica de Carr y Kemmis y aspectos de la investigación
acción reseñados por Elliot. El estudio se enmarcó en el paradigma sociocrítico con la
utilización del método de investigación acción participativa. La evidencia se recopiló a través
de técnicas cualitativas: observación participante, entrevista no estructurada y grupo de
discusión. La información fue analizada con el modelo Glater. Los hallazgos permitieron
reconocer que la participación con la comunidad generó en los actores sociales la necesidad de
organizarse, cambiar su realidad sobre la artesanía en madera, partiendo de sus recursos y del
propio conocimiento popular. Conocimiento que mediante el proceso de investigación fue
explicitándose, creciendo y estructurándose, por las acciones de los artesanos. Situaciones en
las que el equipo investigador simplemente fue copartícipe en el desarrollo de una metodología
que sirve de apoyo en la construcción de una estrategia de acción para el cambio.
Palabras clave: investigación acción participativa, participación, organización comunitaria.
The groups formed in participation and committed to social action, configure a cadre capable of
making decisions that envision solutions to community problems. Due to this, an investigation
was carried out whose purpose was to propose the participatory action research for the
community organization in Guadalupe, Municipio Jiménez. The academic support was based
on the critical theory of Carr and Kemmis and aspects of action research reviewed by Elliot.
The study was framed in the sociocritical paradigm with the use of the Participatory Action
Research method. The evidence was gathered through qualitative techniques: participant
observation, unstructured interview, and discussion group. The information was analyzed with
the Glater model. The findings allowed to recognize that the participants with the community
generated in the social actors the need to organize themselves, to change their reality about the
woodwork, starting from their resources and from popular knowledge. Knowledge that by
means of the research process was being explained, increased and got structured by the actions
of artisans. Situations in which the research team was simply a copartner in the development of
a methodology that supports the construction of an action strategy for change.
Keywords: participatory action research, participation, community organization.
ABSTRACT
25
RESUMEN
Ana Jacqueline Urrego
anaurrego70@gmail.com
Universidad Iberoamericana del Ecuador, Quito, Ecuador
Morelia Rodríguez
morelirod@gmail.com
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto
Pedagógico de Barquisimeto, Venezuela
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0231-4225
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Las instituciones educativas forman parte
de la comunidad y como tal, son también
instrumentos que influyen en los cambios
sociales, económicos, culturales y
ambientales. Esto, mediante formas de accn
que promueven la realización de actividades,
organizando las estructuras existentes y
fortaleciendo las vías comunicacionales
entre comunidad e institución.
La unión de estos elementos genera
mecanismos de realimentación social para el
establecimiento de interrelaciones entre el
papel que deben jugar las instituciones
universitarias, en este caso específico, y las
comunidades pertenecientes al contexto de
dichas instituciones.
Partiendo de lo antes expuesto, las autoras del
presente trabajo, docentes en la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador,
Instituto Pedagógico de Barquisimeto
eligieron este ámbito contextual del Estado
Lara donde se encuentra la población de
Guadalupe, Municipio Jiménez.
Para ello, cumpliendo con lo que Martí
(2012) denomina etapa de pre-
investigación, se identificaron algunos
elementos relacionados con la comunidad de
Guadalupe, entre ellos que dicha población
tiene características muy definidas con
proyección nacional del quehacer creativo
artesanal desde hace muchos años, que como
contexto comunitario posee, al igual que
otras regiones del país, una identidad
cultural que la nutre. Entre otros aspectos se
encuentra la talla de madera, pues, además
de ser una expresión artística, es una forma
de trabajo para subsistir.
Los distintos tipos de talla los realizan
dependiendo de la zona: los de Palo Negro,
Pueblo Negro y Guadalupe Centro, tallan
frutas; los de Quebrada Grande, tallan figuras
humanas y de animales; y los de Buena Vista
tallan flores y frutas. Sus talleres se localizan
en sus propias viviendas y en puestos
comerciales donados por la Alcaldía de
Jiménez, ubicados a orilla de carretera. Allí
se encuentran las manifestaciones artísticas
que exhiben las destrezas y habilidades de
los artesanos, pero sin la perspectiva de ver
la pieza como un trabajo artístico, sino como
un producto comercial.
Destaca en esta etapa de pre-investigación
que los pobladores de Guadalupe se
encuentran lejos de una búsqueda hacia un
mercado artesanal que sirva para asegurar un
bienestar de tipo social y económico,
reflejado esto en la pobreza imperante en el
aspecto físico de la mayoría de las viviendas.
Resalta también la ausencia de una
organización comunitaria como población
artesanal y como comunidad en general, lo
que representó la problemática a estudiar en
la investigación realizada.
Dicha problemática se evidenció en las
situaciones de carácter social, como: servicio
de agua potable deficiente, dificultad para la
adquisición de la materia prima (la madera),
desertificación, ausencia de un plan de
viviendas dignas, centros educativos con
marcadas carencias, insuficiencia de
módulos policiales, ambulatorios y otras.
En vista de lo anterior, se realizó un trabajo
conjunto con grupos de artesanos del caserío
de Guadalupe para la formación de los
mismos como investigadores comunitarios,
con miras al logro de acciones investigativas
que permitieran la organización comunitaria.
Para tal efecto, se planteó como objetivo:
proponer la investigación acción participativa
para la organización comunitaria en
Guadalupe, Municipio Jiménez.
Para ello, se desarrollaron diferentes
momentos de acción-reflexión-acción y se
cumplieron con las características propias de
la investigación acción participativa que
establece Pring (citado por Latorre 2007), las
cuales refieren aspectos cualitativos,
recursivos, de participación y reflexión;
porque se investiga tomando principalmente
como fuente de información al lenguaje. Los
pasos que se cumplen no son lineales, sino
que se repiten cíclicamente según las
necesidades, se involucra a los sujetos de la
investigación, así como también se analizan
y meditan situaciones en conjunto que llevan
INTRODUCCIÓN
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a nuevas acciones.
Las políticas de investigación de la
Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, referidas al interés social de la
investigación y la vinculación con el contexto
universitario, sirvieron de base para la
realización de este artículo de investigación
producto de la experiencia vivida como
coinvestigadoras en la población de
Guadalupe, Municipio Jiménez.
Al respecto las políticas de investigación de
la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador (2000:24) entre otros principios
manifiesta que:
la función de investigación no esta
guiada únicamente por el puro
interés epistemológico, es decir por
la búsqueda del saber como fin en
mismo; o por la necesidad de apoyar
y mejorar los programas docentes de
pregrado, de postgrado y de
extensión o por los intereses
académicos o profesionales de la
comunidad de estudiantes y
profesores. Un criterio importante a
considerar en la conformación de un
programa de investigaciones, es el de
interés social.
En lo antes expuesto, se refleja que la
Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, genera acciones concretas para la
interacción Universidad - Comunidad. Estas
acciones se sustentan en tres premisas: la
docencia como pilar fundamental en la
formación, consolidación y rescate de los
valores humanos. Asimismo, la investigación
como apoyo al desarrollo técnico, humano y
científico. Por último, la extensión como
enlace en la relación institución y el contexto
comunitario.
Lo anteriormente planteado se concreta a
través de las políticas de extensión, en las
que se promueven valores encaminados
hacia el fortalecimiento del binomio:
universidad- comunidad y específicamente
en este estudio, tiene el propósito de facilitar
el acompañamiento en la formación de estos
investigadores comunitarios.
PARADIGMA Y
MÉTODO
El proceso investigativo se realizó siguiendo
el paradigma sociocrítico que según Murcia
Florián (1992), se basa en la crítica social
con carácter autorreflexivo; desde el cual el
conocimiento se construye por intereses que
parten de las necesidades de los grupos y sus
problemas sociales e intentan transformar el
contexto al iniciar un proceso investigativo
que parte de situaciones consideradas
problemáticas por los propios actores
sociales.
En consonancia con el paradigma
sociocrítico, el enfoque investigativo que
se siguió fue el cualitativo, con la utilización
del método de Investigación Acción
Participante (IAP). Puesto que: “se pretende
con la IAP destacar, por una parte, el
producir conocimiento y acciones útiles para
un grupo de personas; por otra parte, que la
gente empodere/capacite a través del proceso
de construcción y utilización de su propio
conocimiento.” (Rodríguez Gómez, Gil
Flores & García Jiménez 1996:56)
De la proposición anterior se puede justificar
al método de la investigación acción
participativa (IAP), al señalar que la labor
del investigador local tiene un deber ser al
propiciar “intercambios constructivos entre
investigador y comunidad en los que se
abordan conjuntamente todas las etapas del
proceso investigativo y de intervención
social.” (Durston & Miranda 2000:7).
De manera que el investigador local es aquel
logra acceder al contexto de estudio con una
intención de participación y no como un
interventor externo puesto que la realidad
contextual está construida simbólicamente
por quienes en ella están inmersos. En
el caso de Guadalupe, la figura de
METODOLOGÍA
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investigadoras locales sirvió para propiciar
encuentros de discusión, debate y reflexión
colectiva, encaminados en primer lugar al
conocimiento que se fue generando producto
de la interpretación de los hechos sociales. En
segundo lugar, la recuperación paulatina del
reconocimiento de cada participante como
miembro de esa comunidad y, por último, la
generación de procesos para transformar el
entorno en un bien común.
SUJETOS DEL ESTUDIO
Para llevar a cabo el estudio se involucraron
como sujetos de la investigación a 11
artesanos pertenecientes a la comunidad de
Guadalupe, Municipio Jiménez, quienes
manifestaron su deseo de participar. Según
Rodríguez Gómez et al. (1996), la elección
de informantes o sujetos del estudio se
realiza de forma intencionada de acuerdo con
los criterios establecidos por las condiciones
que determine el investigador.
En este caso el criterio establecido fue el
deseo voluntario de participar en el proceso
de realización del estudio. El grupo estuvo
conformado por: Héctor Rodríguez, Belkis
de Medina, Corteza Rea, Esmeralda Guédez,
José del Pilar Medina, Mónica Guédez,
Pedro Mendoza, César Yépez, Moraima
Rodríguez, Vicente Fréitez y Deibis Guédez.
FASES DE LA INVESTIGACIÓN
El proceso de investigación, se cumplió
tomando en consideración las cuatro fases
propuestas por Rodríguez Gómez et al.
(1996). Estas fases fueron: Fase I.
Preparatoria, Fase II. Trabajo de campo,
Fase III. Fase analítica y Fase IV. Fase
informativa. Las cuales se detallan a
continuación:
Fase I (Preparatoria): se inicia esta fase, con
la inquietud de las investigadoras por
conocer a los pobladores de Guadalupe, y
se concreta con las visitas realizadas al
caserío. En este sentido, se comenzó con un
recorrido a los diferentes sectores de la zona,
para un reconocimiento de la misma y de sus
habitantes, casi todos ellos artesanos.
Cabe destacar que este proceso de
conocimiento del sector consistió en un
diagnóstico, cuya etapa resultó de las
conversaciones espontáneas entre los
pobladores y la investigadora. De ahí que, la
evidencia en esta fase se obtuvo mediante
observaciones realizadas en distintas fechas,
que sirvieron de información clave para el
estudio.
Fase II (Trabajo de Campo): consistió en ir
accediendo a la información básica para la
investigación. En este sentido, se procedió a
invitar a los habitantes de la comunidad de
Guadalupe a una reunión a realizarse en la
Casa de la Cultura, para conversar sobre
diferentes tópicos de interés común y poder
tener un acercamiento grupal con los
mismos.
Dicha invitación se hizo extensiva por
medio de algunos de los artesanos, quienes
de boca en boca animaron a familiares,
vecinos y amigos, para acudir y plantear los
distintos problemas que aquejan a la
comunidad en general. Luego de aceptada y
confirmada la asistencia de los mismos, se
procedió a realizar el encuentro con parte de
la comunidad y días después, con artesanos
más preocupados e involucrados en la
problemática. Por lo que las investigadoras
diseñaron el siguiente plan de acción en la
tabla 1:
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Tabla 1: Plan de acción
Fuente: Elaboración propia
Aunque en el plan de acción presentado en
la tabla 1, se muestran de modo sucesivo una
serie de acciones, no quiere decir que estas
tienen un orden lineal en su ejecución, por el
contrario algunas de esas acciones cumple
un proceso cíclico, según la ejecución de la
investigación.
Fase III (Analítica): se realisistematizando
los momentos de la investigación, basado en
el modelo Glater, propuesto por González de
Flores y Hernández Gil (2000), relacionados
con los siguientes aspectos: (a) reducción de
evidencias y (b) organización de evidencias.
Esto permitió a las investigadoras describir e
interpretar las relaciones entre las diferentes
manifestaciones comunicativas de los
coinvestigadores en la ejecución del plan de
acción.
Por consiguiente, en los encuentros
sostenidos una vez cada quince as,
durante meses con dichos artesanos, se
aplicaron técnicas para tomar en cuenta las
características individuales y su repercusión
a nivel grupal en la búsqueda de soluciones
a la problemática imperante en Guadalupe.
Fase IV (Informativa): esta fase permitió la
presentación y difusión de la información
interpretada. De esta forma y en primera
instancia se logró comunicar experiencias
enriquecedoras a través de las vivencias
compartidas, recalcando que se hicieron
entregas a los coinvestigadores de la
categorización de la información durante las
fases, como un medio de confirmación de las
interpretaciones enunciadas.
TÉCNICAS E INSTRUMENTOS
Asimismo, la recolección de la evidencia, se
desarrolló con carácter flexible y espontáneo,
entre coinvestigadores e investigadoras, las
técnicas consistieron en las propias de la
investigación cualitativa, como son:
observación participante, testimonios
focalizados y entrevistas en profundidad. Así
como registros de notas en el diario de
campo y la utilización de dispositivos de
almacenamiento de audio y video.
LEGITIMACIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN
En cuanto a la legitimación de la
investigación según Castillo (2003:52) se
produce porque los datos “son realmente el
resultado de una comprensión por parte del
sujeto, colocando las interpretaciones en el
contexto de la ‘realidad vivida por éstos y en
la óptica de una comprensión s válida del
mundo social”. En este sentido, la
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información recabada se legitimó a través de
la triangulación de fuentes como técnica de
confrontación que permitió interpretar la
información de los sujetos de la investigación.
Elliot (2000) acota que el principio básico
que subyace a la idea de triangulación, es el
de reunir observaciones e informes sobre una
misma situación, efectuados desde diversas
perspectivas, para luego señalarse los
aspectos en los que difieren, coinciden y
oponen.
En otras palabras, la triangulación permitió
visualizar, al igual que la categorización, las
distintas versiones planteadas por los sujetos.
Dichas diferencias son las que dejaron
entrever las posiciones asumidas por quienes
estuvieron inmersos en la investigación, para
comparar los puntos de vista de cada uno de
ellos y así, llegar al análisis e interpretación
de la información aportada por los actores
sociales.
ANÁLISIS DE LA
INFORMACIÓN
Una vez aplicadas las técnicas, el análisis de
la información fue producido mediante el
análisis e interpretación de las evidencias
utilizando el Modelo Glater, creado por
González de Flores y Hernández Gil (2000).
Dicho modelo está conformado por los
siguientes aspectos:
a.
Código o temática, significa crear el
código a las distintas temáticas para poder
diferenciarlas.
b.
Descripción, aquí se detallan las temáticas
presentadas, pero tomando las propias
palabras de los informantes.
c.
Categoría, en este renglón el investigador
agrupa la información obtenida dándole una
denominación a cada grupo. Para distinguir
las categorías emergentes de las
preestablecidas se utiliza un símbolo
diferenciador.
d.
Interpretación, consiste en dar significado
a la información recopilada, para ello se toma
en cuenta la comprensión de las acciones
humanas y se interpreta en función de las
evidencias presentadas por los sujetos de la
investigación.
La transcripción de los registros realizados
con cada una de las técnicas: observación
participante, entrevistas, testimonios
focalizados y grupos de discusión, fueron los
insumos para realizar el análisis a través de
dicho modelo.
En conversaciones promovidas con los
pobladores de Guadalupe, se pudo identificar
que la práctica artesanal se realiza junto
algunos miembros de la familia, pero con la
ausencia de una concientización del valor de
su identidad como artesanos al no transmitir
a las nuevas generaciones la importancia de
preservar su memoria histórica, sólo
transmitir la comercial. Asimismo, esta
situación presente desde hace muchos años,
se puede denominar como pérdida de valores
en la memoria histórica colectiva, ya que,
debido a la desorganización de la comunidad
para resolver los problemas que la aquejan,
el trabajo artesanal se convirtió en un trabajo
individual, sin miras a un beneficio común
hacia toda la población.
Lo anterior refleja la falta de políticas de los
entes gubernamentales y de la propia
población; es decir, existe conformación de
una irregularidad social, económica y
cultural que afecta en diversos sentidos la
vida común y el quehacer de la comunidad
de Guadalupe.
A continuación, a modo de ejemplo se
presenta uno de los aspectos tratados en este
modelo de análisis de la información:
Desde esta perspectiva, la organización
se percibió desde el ámbito comunitario
como un sistema abierto al entorno, donde
aprender es en primera instancia, desarrollar
y superar situaciones que se dan en un
contexto cambiante. Por consiguiente, una
organización comunitaria efectiva requiere
RESULTADOS Y
DISCUSIÓN
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tratar con el contexto mediante la adaptación,
el conocimiento sobre las relaciones
interpersonales, y como elemento primordial
la estructuración de acciones para propiciar
soluciones. En la tabla 2, se presenta a modo
referencia unos fragmentos del modelo
Glater aplicado en la fase preparatoria:
Tabla 2: Acercamiento al escenario de estudio del contexto de Guadalupe
Fuente: Modelo Glater (González de Flores & Hernández Gil 2000). Elaborado por las
investigadoras a partir de la información recabada mediante el grupo de discusión. +Categoría
preestablecida por las investigadoras.*Categorías emergentes.
Como se aprecia en la tabla 2, se presentan
algunas categorías y su interpretación en el
denominado acercamiento al escenario de
estudio. De hecho, en esos primeros
encuentros los coinvestigadores comenzaron
a identificar la falta de organización
comunitaria, como problema clave para la
solución de los problemas que los aquejan,
por lo que con la reunión de un grupo
significativo de personas y con la atención
prestada a cada uno de sus miembros, se
buscó mediante su participación la solución
a necesidades comunes. Situación que
concuerda con la definición de participación
comunitaria como “proceso social en virtud
del cual, grupos específicos, que comparten
alguna necesidad, problema o centro de
interés y viven en una misma comunidad,
tratan activamente de identificar esas
necesidades, […] adoptan decisiones y
establecen mecanismos para atenderlas”
(Aguilar Idáñez 2006:67).
Es de hacer resaltar, que a pesar del número de
personas participantes (11 coinvestigadores),
cuando se organiza el grupo comunitario se
está organizando a la propia comunidad, pues
la organización comunitaria como sistema,
es un conjunto de partes independientes que
interactúan entre sí, formando un todo y no
un ente separado en sus partes (Mejía 2004).
Este sentido de totalidad se conjuga como
elementos vinculados de forma recíproca que
influyen en las acciones de las personas, por
ello, mientras más relacionados estuvieron
como grupo, mayor fue su accionar.
Asimismo, uno de los aspectos más
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importantes de este estudio, fue tratar de
entender la separación que puede existir
entre la cultura propia de este sistema
sociocultural cargada de símbolos con
formas talladas en madera y la del resto del
país, cuyos postulados deberían ser los de
cuidar y querer lo autóctono.
Dentro de estos procesos colectivos,
necesariamente hay que concebir a la
organización como parte fundamental de la
cultura y el modo más frecuente sería
aprendiendo juntos, mediante el intercambio
de conocimientos y experiencias que sirven
para organizar a la comunidad a través de
proyectos comunitarios, pero partiendo de un
aprendizaje individual de toma de conciencia
para el mejoramiento de todos los miembros,
que efectivamente propició situaciones de
cambio en su visión de organización.
Otras de las interpretaciones realizadas a la
información recabada mediante las técnicas
cualitativas se presentan en la tabla 3:
En los fragmentos de relatos presentados en
la tabla 3, se dan indicios a la construcción
del conocimiento fomentado mediante la
IAP, corriente de la investigación acción
en la cual todos los miembros participan
en la mejora de la sociedad por medio
de la investigación y se involucran en el
aprendizaje permanente mediante una
organización autogestora (Bisquerra 1996).
En consonancia con la IAP, se realizó un
proceso continuo de espiral en donde se
analizaban los hechos y conceptualizaban
los problemas, se planificaban y ejecutaban
las acciones pertinentes y se pasaba a un
nuevo proceso de conceptualización por
medio de las reflexiones del equipo, por lo
que la práctica colaborativa y la experiencia
compartida constituyó la inserción de los
participantes a tener una visión holística de
su propia realidad.
Además, la actitud de los actores sociales
de Guadalupe hacia la IAP, como método,
Tabla 3: Reflexión de las actividades realizadas
Fuente: Modelo Glater (González de Flores & Hernández Gil 2000). Elaborado por las
investigadoras a partir de la información recabada mediante entrevista y grupos de discusión.
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fue la de comprender que ésta conlleva a una
articulación entre reflexión, acción, teoría y
práctica. Destacando sus características
producto de la construcción de una teoría,
pero a la vez de una práctica que sirve para
desarrollar una conciencia participativa.
(Fals Borda & Anisur Rahman 1991).
En otras palabras, en el entrenamiento formal
de los investigadores sociales, por medio de
la IAP, se consideró principalmente a la
cultura de la gente común y las expresiones
de la vida cotidiana. Además, se creó la
posibilidad a través de un aprendizaje
interactivo de ofrecer la oportunidad de
reconstruir las debilidades que pudieran
tener como individuos para así, reivindicar el
derecho a interpretar su contexto social
desde y por la comunidad, como sujeto
protagónico de la misma. La interpretación
emergió de la propia vivencia durante el
desarrollo de las acciones y posteriormente
en los análisis que emprendieron como
equipo de investigadores comunitarios.
En efecto los actores sociales conformaron
equipos con miras a la búsqueda de
alternativas de solución a los problemas por
ellos identificados como prioritarios. En tal
sentido, el equipo del problema del agua
indagó con algunas de las personas mayores
de la comunidad cómo era en el pasado
Guadalupe y el por qué no se había hecho
nada al respecto, narraron algunas de las
frases anotadas en sus diarios de campos
(cuadernos), tales como lo expresado por
Corteza: nos fuimos a preguntarle a María
Chica sobre el tanque que estaba en la plaza
hace muchos años y nos daba el agua. (C.
Rea, comunicación personal, 17 de marzo,
2010)
Por otra parte, los integrantes del equipo de
la adquisición de la madera para materia
prima conversaron con el ingeniero,
trabajador del Ministerio del Ambiente con
sede en Quíbor, sobre la posibilidad de
presentar un taller dónde se explicará a la
comunidad la problemática existente con los
permisos para las guías de movilización de la
madera y las formas de proceder por parte de
los artesanos. Este relato estuvo a cargo
de Héctor expresando: El ingeniero nos
atendió muy bien y creo que si hace el taller
podemos informarnos de lo que tenemos que
hacer para quitarnos ese problema de encima
[…] y es mejor si trabajamos todos juntos en
esto (H. Rodríguez, comunicación personal,
17 de marzo, 2010)
Esmeralda participante del grupo que indagó
sobre el pasado histórico de Guadalupe y la
autoestima del artesano, contó que realizaron
una visita al Señor Cirilo Martínez, uno de
los pioneros artesanos de la zona de
Guadalupe hacia Quebrada Grande, allí
lograron conversar de manera espontánea y
el entrevistado expuso como comenzó su
trabajo de artesano tallador. A esto ella
refirió: a Cirilo lo conoce todo Guadalupe
como pionero, es famoso hasta fuera de estos
lares (E. Guédez, comunicación personal, 17
de marzo, 2010)
En este sentido, y a través de los relatos de
las acciones emprendidas se visualizan las
características de la investigación accn
participante, las cuales se construyen de esta
forma:
Primero, las problemáticas a estudiar
surgieron de la propia comunidad. Segundo,
el objetivo de la investigación es la
transformación estructural y mejora de vida
de la comunidad, como en efecto se inició el
proceso en acciones antes descritas. Tercero,
se implican personas en el lugar de trabajo
controlando el proceso investigativo. Cuarto,
se logra la sensibilización de las personas
acerca de su compromiso como miembro de
una comunidad y, por último, el término
investigador designa tanto a personas de la
comunidad como los que cuentan con un
entrenamiento especializado.
De ahí que esas actividades marcaron el
inicio de una serie de acciones que por sus
características no serían solucionadas en
el transcurso de la investigación, pero si
marcaron ciertos rasgos de organización para
encontrar respuestas a sus planteamientos.
Desde otro punto de vista, reconocieron que
la autogestión resulta ser una herramienta
básica para encaminar a la comunidad hacia
la toma secuencial de la realidad compartida,
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que permite detectar e identificar situaciones
que deben ser analizadas en sus partes, pero
ubicándolas dentro de un todo que es el
contexto del cual forman parte.
En tal sentido, la autogestión les permitió
a las personas capacitarse en la medida
que viven la experiencia de crecer como
comunidad. Lo que desde la teoría crítica
sería una posibilidad de emancipación, pues
en efecto, “la teoría crítica constituye una
guía para la acción humana, puesto que es
una teoría emancipadora, que tiene contenido
cognitivo, por tanto, es reflexiva. Es una
teoría en la que prima el interés colectivo
sobre el beneficio individual.” (Naranjo
Borja, Abad Merchán & Ramos 2018:140).
Por lo que el propósito de esta metodología
investigativa sustentada en la teoría crítica fue
brindar a los grupos con los cuales se trabajó,
la posibilidad de lograr la autogestión y la
participación para solucionar los problemas
de la comunidad, pues “La participación
hace del actor un promotor de acciones
y generador de cambios, construyendo
espacios que permiten actuar de distintas
formas hasta lograr procesos de incidencia
política y construcción social” (Castellanos
Ramírez 2016:97). Todo ello a través del
diálogo reflexivo y la toma de decisiones
compartidas y comprometidas entre sus
miembros.
De allí que, los artesanos participantes de la
comunidad de Guadalupe, manifestaron
llegar a sentir al contexto al cual pertenecen
como un espacio de esperanza para impulsar
la capacidad organizativa y la
sustentabilidad. Esto a través de las alianzas
logradas como equipo de investigación en
relación con su comunidad y con los
organismos competentes, para la búsqueda
de mejoras a las que tienen derecho.
De igual manera, el artesano como
protagonista de su propia realidad, se
identificó a mismo como un ente con
sentido de pertenencia hacia su comunidad.
Además, capaz de reorientar a su comunidad
dentro de una perspectiva consciente de los
procesos de cambio necesarios para
transformarla en el contexto situacional,
social y cotidiano.
Es necesario resaltar que los hallazgos se
ubicaron dentro de dos momentos: uno
diagnóstico y otro referido a la ejecución del
plan de acción.
El momento diagnóstico permitió reconocer
y valorar la problemática del estudio, la cual
estuvo referida a los problemas sociales que
tienen como comunidad los artesanos de
Guadalupe. Es decir, el habitante del
caserío de Guadalupe reconocía las
problemáticas que tienen como comunidad,
pero de manera subjetiva, sin llevar a la
práctica la organización de los involucrados.
Esto ocurría por desconocimiento de los
elementos de la IAP, hecho que se evidenció
en los diferentes encuentros, cuando
argumentó su aceptación de dichos eventos,
pero sin entender el poder que tenían como
grupo comunitario.
Además, según los propios participantes, la
debilidad que tenían de enlazar la
visualización de la problemática y de
articularla con la práctica social, les impedía
tomar decisiones como grupo, para cambiar
la realidad social en la cual estaban inmersos.
Por otra parte, el interés manifestado por todo
el equipo de investigadores comunitarios, en
conocer, indagar y aplicar la metodología de
investigación permitió la elaboración de un
plan de acción, acorde a las necesidades
presentes en los distintos momentos de la
misma. Dicho plan de acción les proporcionó
las respuestas necesarias, durante todo el
proceso de investigación.
En el momento de ejecución, la IAP, como
metodología investigativa, permitió que el
artesano del caserío de Guadalupe,
reflexionara acerca de su realidad social, de
sus problemas comunitarios y de la necesidad
de formarse como investigador comunitario.
Por tal motivo, se logró que el actor social
dominara los aspectos teóricos y prácticos de
la IAP (diagnóstico, plan de acción,
ejecución y reflexión) y la relación que éstos
tienen con su propia práctica social.
Además, el grupo logró entender la
importancia de la IAP y de la comprensión
epistemológica en los cambios que se
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pueden obtener a través del mismo y su
interacción con la vida social comunitaria.
De esta manera, “el esfuerzo por investigar,
examinar, esclarecer la verdad ha implicado
simultáneamente el trabajo de impugnar el
error, la epistemología, como reflexión que
busca la verdad, supone una reflexión
sistemática” (Damiani 1997:31)
Así también, el apropiarse de la investigación
acción les proporcionó a los actores sociales
involucrados, las herramientas para aplicar
las técnicas cualitativas en investigación,
como son: entrevista en profundidad,
testimonio focalizado, entre otras. De allí
que, dentro de su formación como
investigador comunitario, el artesano de
Guadalupe reconoció que poseer diferentes
tipos de fuentes de evidencias para validar la
triangulación de la información, les facilitó
la construcción de una práctica
autogestionaria que iba en beneficio de
mismo, pero principalmente en beneficio de
toda la comunidad.
Las presentes reflexiones resumen un
acercamiento a la realidad social estudiada,
utilizando el método de IAP y técnicas
cualitativas pertinentes, según el momento
abordado por los investigadores comunitarios
de la comunidad de Guadalupe. Dicho estudio
se centró en los lineamientos instrumentados
por la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, a través del programa de
postgrado y el deber ser de la actividad social,
traducida en el acercamiento que libran hoy
día las universidades hacia las comunidades.
Las conclusiones de la experiencia
investigativa se agrupan los siguientes
ámbitos:
Ámbito Social: se propició y fomentó el
trabajo en equipo, pues en este proceso
investigativo se estimuló la colaboración
entre los actores sociales para formarse
como investigadores comunitarios. Estos
encuentros sirvieron para exponer de
manera espontánea sus inseguridades como
artesanos, pero también el estudiar las
posibilidades de lograr cambios dentro de su
comunidad.
Se afianzó la reflexión en torno a situaciones
desde una perspectiva socio critica, “basta
presentar una explicación interpretativa, en
la que se revele la posibilidad de definiciones
y concepciones alternativas, para que los
individuos, como si estuvieran esperándola,
se vean inducidos a reinterpretar su situación
y a modificar sus actos”. (Carr & Kemmis
1988:112). De esta manera, la IAP jugó un
papel primordial en el crecimiento y
desarrollo de la comunidad como grupo
integrante de una sociedad, también un rol
protagónico en los enfrentamientos
dialécticos para la reconstrucción social,
donde el ser humano puede expresarse de
manera auténtica, siendo partícipe de su
propia realidad.
Ámbito cognitivo: los actores sociales
aprendieron a través de la técnica de la
observación participante a observar y a ser
observados, a tomar su cuaderno de notas
para registrar con palabras propias sus
reflexiones y por medio de los grupos de
discusión, a expresarse como ente individual
dentro de un grupo. Por lo tanto, las
interpretaciones de su realidad se plantearon
desde distintas perspectivas, pero siempre
dentro de la investigación acción, es decir,
los enfoques ontológico, epistémico y
metodológico estuvieron presentes con un
lenguaje cotidiano y sencillo, propios de su
forma de ser.
Fue conveniente tener en cuenta también el
contexto etnográfico, es decir las influencias
de factores sociales, culturales e
institucionales que tienen como grupo dentro
de la comunidad. Por ende, redescubrir por
medio de la IAP las herramientas y métodos
legítimos, para hacer de la reflexión de su
acción una fuente de información en la toma
de decisiones para la transformación de su
propia realidad.
Ámbito afectivo: se observó una disposición
favorable hacia el desarrollo de los diferentes
momentos de la investigación. Igualmente,
CONCLUSIONES
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hubo manifestaciones de crecimiento
personal en cada uno de los participantes, lo
cual propició una actitud crítica y
autorreflexiva individual, que se reflejó en el
comportamiento grupal.
Por otra parte, en lo afectivo, los
coinvestigadores se conectaron con valores
como: solidaridad, respeto y confianza, que
implicó también mejorar como individuo y
comprenderse como grupo, pues no se trata
de una investigación hacia otras personas,
sino sobre ellos mismos, en colaboración
con otros implicados, ya que la finalidad
última de la IAP es mejorar la práctica, al
tiempo que se mejora la comprensión que de
ella se tiene.
Resulta importante acotar que se logró
transformar en parte la realidad social del
artesano de Guadalupe, ya que se fusionó el
quehacer educativo con la acción social. En
otras palabras, los procesos reflexivos
sirvieron de apoyo para la transformación
social, mediante la integración de los
procesos educativos con la cotidianidad de
los artesanos. Esto permitió formar a los
artesanos en investigadores sociales
organizados para reflexionar sobre su
práctica, haciendo uso de técnicas para la
interacción dialógica y la sistematización de
sus experiencias que le permitirán ir
instrumentando acciones de mejora
progresivamente.
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