
EL MODELO STEAM COMO ENFOQUE PEDAGÓGICO INNOVADOR
EN LA EDUCACIÓN INICIAL DE ECUADOR
Número 26 / AGOSTO, 2025 (256-272)
266
modelo STEAM; innovar es el n de la implementación de esta nueva
metodología pedagógica, la modicación o reestructuración de los
contenidos curriculares deben alinearse al aprendizaje de las ciencias,
tecnología, ingeniería, artes y las matemáticas, sin mermar la esencia de
la educación infantil. Si bien es cierto, hablar de ingeniería o ciencias
dentro de la educación inicial se plantea como un gran reto para el docente
a cargo, sin embargo, su actualización de conocimientos permitirá que
estos contenidos de aprendizaje se vuelvan lúdicos y recreativos.
Para Romero y Diaz (2022) las experiencias de aprendizaje en la
Educación Inicial deben abarcar los contextos donde el estudiante se
desenvuelve, ampliando los escenarios de aprendizaje más allá del
aula, hacia el hogar y la comunidad. Este enfoque integral resalta la
importancia de diseñar actividades que conecten las vivencias cotidianas
de los niños con los procesos pedagógicos, promoviendo aprendizajes
signicativos. En este sentido, la planicación microcurricular debería
incluir estrategias que integren el modelo STEAM, a pesar de que el
currículo nacional no contempla formalmente un plan especíco para
este enfoque innovador.
En consecuencia, en Ecuador la implementación del modelo STEAM
enfrenta desafíos y oportunidades inuenciados por factores culturales,
sociales y económicos. La diversidad cultural y la presencia de
comunidades indígenas, por ejemplo, ofrecen un potencial único
para adaptar las actividades STEAM a realidades locales, al integrar
conocimientos ancestrales con el aprendizaje de ciencia, tecnología,
ingeniería, artes y matemáticas. Sin embargo, las desigualdades
económicas y sociales limitan el acceso a recursos tecnológicos y
materiales pedagógicos en sectores vulnerables, lo que obliga al docente
a ser creativo en el uso de herramientas disponibles.
Por ejemplo, respondiendo al eje 1. Descubrimiento del medio natural
y cultural, el currículo nacional plantea que el estudiante desarrollará
curiosidad por su entorno; sin embargo, no se menciona la importancia
de explorar ese entorno, en este caso, plantear actividades donde el niño
perteneciente al subnivel educativo 1 o 2 se sienta un pequeño cientíco.
La misma naturaleza se muestra como un escenario de aprendizaje
que ayuda al estudiante a plantearse preguntas de investigación como:
¿Por qué llueve? ¿Por qué hace frío o calor? ¿Por qué sale un arcoíris
en el cielo? ¿De qué están hechas las nubes? y que lo llevarán a la
experimentación directa con materiales o recursos de fácil acceso y uso,
y a la consecuente adquisición de conocimientos y la motivación por
descubrir la naturaleza desde la perspectiva cientíca (Curiel, 2019).