
Houda Berkani
CHAKIÑAN. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades / ISSN 2550 - 6722
87
papel en la consolidación de una identidad nacional unicada a través
de la lengua. Históricamente, 1789 marcó un punto de inexión no
solo político, sino cultural y lingüístico. Al centralizar el poder, los
revolucionarios buscaban eliminar las divisiones regionales, lo que
incluyó la supresión de los patois o lenguas regionales, considerados
como vestigios del Antiguo Régimen.
Este proceso fue fundamental en la creación de un Estado-nación donde
la homogeneidad lingüística era vista como esencial para la cohesión
social y la modernidad republicana. Así, la Revolución transformó el
mapa político de Francia y redenió su paisaje lingüístico, estableciendo
el francés como símbolo de la nueva era.
El decreto del 20 de julio de 1794 promulgado bajo el mandato
de Robespierre reeja el extremismo de las políticas lingüísticas
revolucionarias que, bajo la ideología de El Terror, buscaban la
unicación lingüística a través de la imposición del francés. Los
artículos 1, 2 y 3 del decreto establecen que:
− À compter du jour de la publication de la présente loi, nul acte
public ne pourra, dans quelque partie que ce soit du territoire
de la République, être écrit qu’en langue française (art. 1).
− Après le mois qui suivra la publication de la présente loi, il
ne pourra être enregistré aucun acte, même sous seing privé,
s’il n’est écrit en langue française (art. 2).
− Tout fonctionnaire ou ocier public, tout agent du
gouvernement qui, à dater du jour de la publication de la
présente loi, dressera, écrira ou souscrira, dans l’exercice
de ses fonctions, des procès-verbaux, jugements, contrats ou
autres […] en idiomes ou langues autres que la française,
sera traduit devant le tribunal de police correctionnelle de
sa résidence, condamné à six mois d’emprisonnement, et
destitué (art. 3). (Decreto del 20 de julio de 1794 - 2 thermidor
an 2. Transmitido de: Houdebine, 2016, p. 46)
En la cita se sostiene que, desde la fecha de promulgación de esta ley,
ningún acto público podrá ser redactado en ninguna parte del territorio
de la República, salvo en lengua francesa. Después del mes siguiente a
la publicación de la presente ley, no podrá ser registrado ningún acto,
incluso bajo rma privada, si no está escrito en lengua francesa. Todo
funcionario público, todo agente del gobierno que, a partir de la fecha
de la publicación de la presente ley, redacte, escriba o suscriba, en el
ejercicio de sus funciones, actas, juicios, contratos u otros documentos
concebidos en idiomas o lenguas distintas al francés, será llevado ante
el tribunal correccional de su residencia, condenado a seis meses de
prisión, y destituido.
Aunque existen lenguas regionales, como el bretón y el corso, han