PERCEPCIONES COMUNITARIAS SOBRE EVENTOS ADVERSOS EN LA LAGUNITA-SUCRE (VENEZUELA)
Número 24 / DICIEMBRE, 2024 (171-189)
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Del fragmento de las entrevistas que antecede, se puede vislumbrar
en primera instancia que los informantes reconocen cuál fue el
evento ocurrido que desencadenó en las afectaciones a sus viviendas,
el conocido terremoto de Caracas de 1967, el cual de acuerdo a la
Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS,
1978) tuvo una magnitud de 6.3 en la escala de Richter, con una duración
que osciló entre 35 y 55 segundos.
Para el caso de la comunidad La Lagunita-Sucre y la parroquia Filas
de Mariche en general, la frase “Aún recuerdo lo del terremoto de
Caracas” resulta ser un dato fundamental para comprender su alcance,
pues se trata del primer reporte que se realiza de este evento en los
asentamientos marginales fuera del casco del Área Metropolitana de
Caracas, pues los reportes hemerográcos aún dan cuenta de daños y
afectaciones en Altamira, Los Palos Grandes, Lídice, Manicomio, La
Pastora y San José (Venezolana de Televisión-VTV, 2019).
Precisada esta salvedad, se reconoce que los informantes mantienen
vivo en sus memorias un suceso que para ellos resultó ser aterrador,
evidentemente porque se trata de situaciones con una recurrencia escasa
y que, tomó por sorpresa a los primeros habitantes de la comunidad,
seguramente por su poca experiencia ante eventos sísmicos que además
se relaciona con habituarse a la nueva dinámica físico-geográca del
espacio en el que habitan. Esto puede apreciarse en la expresión: “salimos
de allí corriendo a la carretera como locas”. Sin embargo, es importante
reconocer que, a pesar de los años y las políticas desarrolladas por la
FUNVISIS, la región capital espera un terremoto, pero sus habitantes
no están preparados (Cilento, 2020).
Sin embargo, el discurso de los entrevistados no permite solo percibir la
afectación del evento y los sentimientos de temor relacionados con este,
sino que ayuda a acercarse a una realidad que ocurre constantemente
en las comunidades urbanas no planicadas de Venezuela y es la
construcción de escenarios de riesgos.
¡Jum! Yo estaba pequeñita, pero nunca voy a olvidar lo del
terremoto, estaba en la casa con mamá, y escuchamos un
estruendo en el lavadero de la casa, que es donde ahora está el
patio del preescolar, después que todo paso salimos, y la mitad
de ese patio se había ido, porque antes no estaba así, el terraplén
estaba más allá como por donde comienza la casa de [...] eso se
lo llevó el terremoto, el patio del preescolar sería más grande.
(I2)
Tal como se evidencia en el fragmento citado, los informantes declaran
una transformación en el paisaje geográco de la comunidad por
eventos socionaturales, y una reconguración social en función de la
nueva realidad. Ello se reconoce con la expresión “el terraplén estaba
más allá como por donde comienza la casa de [...]”. De esta se puede