Mariela Verónica Samaniego López, Jessica Viviana Martínez Vergara, Elvis Augusto Ruíz Naranjo, Fabián Gregorio Quizhpe Lozano
CHAKIÑAN. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades / ISSN 2550 - 6722
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muchas manifestaciones culturales particulares, por lo que las ciencias
de la cultura han recurrido al término rescate, con el n de salvaguardar
los rasgos esenciales de las expresividades culturales locales (Astudillo,
2022). Muchas de estas manifestaciones fueron cambiando de forma,
algunos elementos han desaparecido mientras que otros se consolidaron;
pero, sobre todo, muchas de ellas van perdiendo su sentido y signicación
social.
LA NAVIDAD DEL PUEBLO SARAGURO
Actualmente, la Navidad se considera una esta de carácter religioso-
político popular (Quizhpe, 2015). De origen principalmente cristiano,
las celebraciones navideñas han ido incorporando elementos de
diferentes culturas conforme se extendieron geográcamente: hábitos,
costumbres, rituales y, de acuerdo al interés de este trabajo, de personajes
característicos.
Las costumbres navideñas más generalizadas incluyen el intercambio
de regalos, tarjetas y deseos de paz, entre otros; como consecuencia de
estas prácticas “resalta un personaje llamado Santa Claus” (Quizhpe,
2015, p. 4). Este personaje, paradigma actual de la Navidad, es un
ejemplo de sincretismo cultural, ya que su origen es pagano, secular,
y su vejez contrasta con la rozagante gura de Cristo (Sosenski, 2014;
Astudillo, 2022).
Estos elementos trascendieron la celebración religiosa hasta convertirse,
desde inicios del siglo XX, en una práctica típica de la sociedad de
consumo, de la cual Santa Claus es su más acabada imagen: representa
la abundancia material (regalos) en contraste con la espiritualidad
que encarna el personaje del Cristo, que en Navidad es apenas un
niño (Sosenski, 2014). En la representación tipicada aparecen otros
personajes, también centrales en la imaginería cristiana, que son
aquellos que forman el cuadro del pesebre o “nacimiento”, y que giran
alrededor de la sagrada familia.
Como en otros pueblos indígenas, en el caso de Saraguro, las
tradiciones de raíz cristiana se mezclaron con la cosmovisión andina,
representándose a través de personajes que simbolizan ambas tradiciones
y producen nuevos sentidos.2 La esta de Navidad se celebra durante
cinco días, entre el 22 y el 26 de diciembre; y “el personaje principal es
el markantaita, que es dueño de la esta, [es] el padrino del niño Jesús,
lo que quiere decir que lleva al niño en el pase” (Jaramillo & Condo,
2017, p. 24). En el calendario occidental, la celebración navideña
coincide con la esta del Kapak Raymi (solsticio de invierno), cuyos
personajes centrales, el inka y su koya, “quienes fueron reemplazados
en la navidad del Niño Jesús como el markak tayta y markak mama, es