Aceptado para publicación:
19-mayo-2017
Recibido para revisión:
11-abril-2017
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
61
PRODUCCIÓN Y USO DE LA CERÁMICA VALDIVIA FASE VIII
(COMPLEJO PIQUIGUA), DEL SITIO SAN ISIDRO NORTE DE
MANABÍ, ECUADOR
MANUFACTURE AND USE OF THE VALDIVIA PHASE VIII CERAMIC
(PIQUIGUA COMPLEX), IN SAN ISIDRO NORTH OF MANABÍ, ECUADOR
RESUMEN
ABSTRACT
En este artículo, se revisa estadísticamente la dependencia entre la producción y el uso de la
cerámica Valdivia Terminal. La información que se utiliza pertenece al Complejo Piquigua,
Fase VIII de la Cultura Valdivia del sitio San Isidro, Norte de Manabí (Jadán 1986). Se estudia
las formas de las vasijas en relación con dos variables. Por una parte, el tamaño del desgrasante
y por otra los acabados o tratamientos realizados en los recipientes. El análisis se ejecuta con
microscopio binocular en una muestra de 368 fragmentos entre, bordes, bases y cuerpos de
vasijas. Mediante el examen de diez muestras de láminas delgadas de la cerámica, se ratifica la
información obtenida en el microscopio binocular. Se observa las huellas dejadas en la superfi-
cie de los tiestos, lo que facilita el conocimiento de las técnicas, artificios e instrumentos utili-
zados en esta etapa de elaboración de las vasijas.
Palabras clave: acabado de superficie; forma; función; producción; tamaño del desgrasante.
In this article, Valdivia Terminal is statistically revised, its dependence between the manufactu-
re and the use of ceramics. The collected information belongs to the Piquigua complex, phase
VIII of the Valdivia culture of San Isidro, North of Manabí (Jadán 1986) site. The vessels
shapes are analyzed in relation with two variables. On one hand, the size of degreasing and by
the other the treatments and processing carried out in vessels. The analysis runs with binocular
microscope in a sample of 368 segments among, bases, sides and bodies of pottery fragments.
By examining ten samples of thin sheets of ceramic, is confirmed the gotten information from
the binocular microscope. Is observed the footprints left on the surface of the pots, which facili-
tates the knowledge of the techniques, devices and instruments used in this stage of develop-
ment of the vessels.
Keywords: function; manufacture; processing; shape; size of degreasing.
Mary Beatriz Jadán Veriñez
Investigadora Independiente, Ecuador
maryjadan@hotmail.com
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
62
INTRODUCCIÓN
Valdivia es una de las culturas del Formativo
Ecuatoriano que mayor atención ha recibido
por parte de los estudiosos. A partir de su
descubrimiento por Emilio Estrada (1956),
se han ejecutado numerosas investigaciones
entre las que mencionaremos los estudios
realizados por Meggers, Evans y Estrada
(1965); Zevallos y Holm (1960); Zevallos
(1971); Norton (1982); Lathrap, Marcos y
Zeidler (1977); Zeidler (1994); entre otros.
Meggers et al. (1965), plantearon que los
Valdivia eran pueblos pescadores y recolec-
tores de moluscos y que su cerámica fue
introducida por pescadores del Neolítico
Japonés en un desembarco accidental en la
costa ecuatoriana. Posteriores estudios reali-
zados por Zevallos y Holm (1960) en el sitio
San Pablo, así como el hallazgo de un grano
de maíz parcialmente carbonizado en un
tiesto perteneciente a Valdivia Medio (Zeva-
llos 1971), sugirieron que los Valdivia
fueron sociedades agrícolas.
Las investigaciones realizadas por Norton
(1982), en el sitio San Pablo, sitio orientado
en los valles costeños y alejado del mar,
apoyó una base agrícola, pero además
evidenció a la sociedad Valdivia, con una de
las cerámicas más antiguas de América. En
1974 – 1975, la Universidad de Illinois reali-
zó una investigación en el sitio Real Alto, se
obtuvieron resultados muy fructíferos sobre
economía, organización social y ritualismo
(Lathrap et al. 1977).
En los años 1981 a 1983 se ejecutó el
Proyecto «Sociedad Prehistórica e Intercam-
bio Regional en el Sitio San Isidro, Manabí».
Fue realizado por la Escuela Superior Poli-
técnica del litoral (ESPOL) bajo la dirección
de James Zeidler y con fondos proporciona-
dos por la OEA y la ESPOL. Dentro de los
objetivos propuestos, comprendió la excava-
ción arqueológica intensiva de áreas selec-
cionadas dentro del poblado de San Isidro,
con el propósito de obtener una cronología
precisa de las diferentes ocupaciones cultu-
rales que ocuparon la zona (Zeidler 1994).
Actualmente, una expedición de investiga-
dores de la Universidad Federal del Extremo
Oriente (Rusia) y la ESPOL, están llevando
a cabo un análisis comparativo entre Valdi-
via y una cultura de la costa del Pacifico de
Rusia para comparar la adaptación humana a
los cambios ambientales en los lados opues-
tos del Pacífico (García 2015).
En este trabajo, se expone estadísticamente,
la dependencia existente, entre la produc-
ción y el uso de la Cerámica Valdivia fase
VIII1 o Complejo Piquigua. La forma de las
vasijas será observada con relación a dos
variables. Por una parte, el tamaño del
desgrasante y por otra los acabados o trata-
mientos realizados en los recipientes.
METODOLOGÍA
La cerámica, como cualquier otro artefacto,
representa la cultura material dejada por una
sociedad en el pasado, pero además refleja
los procesos Postdeposicionales, que actua-
ron una vez que el artefacto fue abandonado.
Este artefacto tiene una forma, tamaño,
textura, composición y localización en un
espacio y tiempo (Barceló 2011:8) y fue
producto de procesos de producción, distri-
bución y uso (Ibíd.). En este caso, nos esta-
mos refiriendo a la cerámica de la sociedad
Valdivia Fase VIII.
El conjunto cerámico está formado por 368
fragmentos, entre bordes, bases y cuerpos de
vasijas y provienen de tres tipos de contexto
arqueológico: deposiciones ocupacionales,
relleno de montículo y basural. De esta
muestra se escogieron 104 fragmentos de
bordes que representaron un diámetro mayor
al 10% de la vasija.
Una «deposición ocupacional» es un contex-
to formado por el uso regular y constante de
un espacio, por parte de un grupo de perso-
nas de una sociedad, en un tiempo dado
(Jadán 1986). El contexto «relleno de montí-
culo» se refiere a los depósitos encontrados
en el montículo Cerro de la Cruz que fue
rellenado con suelos arcillosos, mezclados
con material cultural (ibíd.). El contexto
«basural» se refiere a un área de actividad
especializada donde son arrojados los obje-
tos cuando se rompen o se desgastan y no
son reprocesados y cuando se producen
desechos inútiles (Shiffer 1972).
La cerámica fue caracterizada conforme a la
metodología de «análisis modal», iniciada
por Rouse (1940) y continuada por Lathrap
(1962) entre otros investigadores. La meto-
dología consistió en clasificar sucesivamen-
te un complejo cerámico según diferentes
dimensiones o magnitudes, dentro de los
cuales se distinguió una serie de modos
(Jadán 1986).
La magnitud se refiere a las propiedades
observables reflejadas en la materialidad de
los objetos resultado de la acción social
(Barceló 2011). Los modos son definidos
por referencia a las magnitudes y son unida-
des mínimas de variación socialmente signi-
ficativas, es decir, representan la consecuen-
cia material de una acción social. No obstan-
te, no se estudia la causa de la acción indivi-
dual, sino las causas de la acción colectiva,
es decir, la repetitividad de las actividades
de trabajo de los hombres y mujeres y el
grado de regularidad que manifiestan las
consecuencias materiales de dichas activida-
des y para estudiar esta variabilidad utiliza-
remos el análisis estadístico (ibíd.).
En este análisis, se consideran las siguientes
dimensiones o magnitudes: Forma, textura
(tamaño de desgrasante) y acabado de super-
ficie.
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
63
La cerámica, como cualquier otro artefacto,
representa la cultura material dejada por una
sociedad en el pasado, pero además refleja
los procesos Postdeposicionales, que actua-
ron una vez que el artefacto fue abandonado.
Este artefacto tiene una forma, tamaño,
textura, composición y localización en un
espacio y tiempo (Barceló 2011:8) y fue
producto de procesos de producción, distri-
bución y uso (Ibíd.). En este caso, nos esta-
mos refiriendo a la cerámica de la sociedad
Valdivia Fase VIII.
El conjunto cerámico está formado por 368
fragmentos, entre bordes, bases y cuerpos de
vasijas y provienen de tres tipos de contexto
arqueológico: deposiciones ocupacionales,
relleno de montículo y basural. De esta
muestra se escogieron 104 fragmentos de
bordes que representaron un diámetro mayor
al 10% de la vasija.
Una «deposición ocupacional» es un contex-
to formado por el uso regular y constante de
un espacio, por parte de un grupo de perso-
nas de una sociedad, en un tiempo dado
(Jadán 1986). El contexto «relleno de montí-
culo» se refiere a los depósitos encontrados
en el montículo Cerro de la Cruz que fue
rellenado con suelos arcillosos, mezclados
con material cultural (ibíd.). El contexto
«basural» se refiere a un área de actividad
especializada donde son arrojados los obje-
tos cuando se rompen o se desgastan y no
son reprocesados y cuando se producen
desechos inútiles (Shiffer 1972).
La cerámica fue caracterizada conforme a la
metodología de «análisis modal», iniciada
por Rouse (1940) y continuada por Lathrap
(1962) entre otros investigadores. La meto-
dología consistió en clasificar sucesivamen-
te un complejo cerámico según diferentes
dimensiones o magnitudes, dentro de los
cuales se distinguió una serie de modos
(Jadán 1986).
La magnitud se refiere a las propiedades
observables reflejadas en la materialidad de
los objetos resultado de la acción social
(Barceló 2011). Los modos son definidos
por referencia a las magnitudes y son unida-
des mínimas de variación socialmente signi-
ficativas, es decir, representan la consecuen-
cia material de una acción social. No obstan-
te, no se estudia la causa de la acción indivi-
dual, sino las causas de la acción colectiva,
es decir, la repetitividad de las actividades
de trabajo de los hombres y mujeres y el
grado de regularidad que manifiestan las
consecuencias materiales de dichas activida-
des y para estudiar esta variabilidad utiliza-
remos el análisis estadístico (ibíd.).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este análisis, se consideran las siguientes
dimensiones o magnitudes: Forma, textura
(tamaño de desgrasante) y acabado de super-
ficie.
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
64
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
65
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
Figura 1: Vasijas No Restringidas (a, b, d, f) y Vasijas Restringidas Simples y Dependientes (c y e)
Fuente: elaboración propia.
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
66
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
Figura 2: Vasijas Restringidas Independientes: contornos inflexionados (g, k y h) y contornos
complejos (j, i)
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
Fuente: elaboración propia.
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
67
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
Tabla 1: Tabla de Contingencia entre formas de vasijas y tamaño de desgrasantes utilizado
Fuente: elaboración propia.
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
Tipos
Fino
Medio
Grueso
Total
VnoR
21
5
2
28
VRSD
13
1
0
14
VRI
7
16
39
62
TOTAL
41
22
41
104
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
68
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
Análisis de correspondencia entre Tamaño de desgrasante y Forma de Vasija
1 0.527553 99.315
2 0.0036413 0.68549
69
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Fino
Mediano
Grueso
Vno_R
VRSD
VRI
-0.9 -0.6 -0.3 0 0.3 0.6 0.9 1.2 1.5 1.8
Axis 1
-0.2
-0.16
-0.12
-0.08
-0.04
0
0.04
0.08
0.12
0.16
Axis 2
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Tabla 2: Tabla de Contingencia entre formas de vasijas y acabado de superficie
Fuente: elaboración propia.
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
Tipos
Rugoso
Alisado
Pulido
Ahumado
Engobe
Total
VnoR
0
9
45
10
2
66
VRSD
0
5
38
25
2
70
VRI
26
31
21
25
53
156
Total
26
45
104
60
57
292
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
En lo que respecta al Análisis de correspondencia para Acabado de superficie y Forma de
Vasija, tenemos:
1 0.384862 92.045
2 0.0332627 7.9552
70
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Rugoso
Alisado
Pulido
Ahumado
Engobe
Vno_R
VRSD
VRI
-0.8 -0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6
Axis 1
-0.24
-0.16
-0.08
0
0.08
0.16
0.24
0.32
Axis 2
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
71
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Barceló, J. (2011). Análisis de Datos
Arqueológicos Teoría y Métodos. Barce-
lona, España: Universidad Autónoma de
Barcelona (Documento inédito).
Birkhoff, G. (1933). Aesthetic Measure.
Massachusetts, Estados Unidos:
Harvard University Press.
Estrada, E. (1956). Valdivia, un Sitio
Arqueológico Formativo en la Costa de
la Provincia del Guayas. Guayaquil,
Ecuador: Museo Víctor Emilio Estrada.
Jadán, M. (1986). La Cerámica del Comple-
jo Piquigua (Fase VIII) de la cultura
Valdivia en San Isidro Norte de Manabí:
Un análisis modal (tesis de pregrado
inédita). Escuela Superior Politécnica
del Litoral ESPOL, Guayaquil, Ecuador.
Lathrap, D. (1962). Yarinacocha: Stratigra-
phic Excavation in the Peruvian Monta-
na (tesis Doctoral inédita) Departamen-
to de Antropología, Universidad de
Harvard, Cambridge, Massachusetts,
Estados Unidos.
Lathrap, D., Marcos J. & Zeidler J. (Mayo
de 1977). Real Alto: an ancient ceremo-
nial center. Archaeology 30 (1), pp.
2-13.
Marcos, J. (1973). Tejidos hechos en telar en
un contexto Valdivia Tardío. Separata de
Cuadernos de Historia y Arqueología,
Casa de la Cultura Ecuatoriana, Año
XXIII, (40).
Meggers, B., Evans, C., & Estrada, E.
(1965). The Early Formative Period of
Coastal Ecuador: The Valdivia and
Machalilla Phases. Washington DC,
Estados Unidos: Smithsonian Contribu-
tions to Anthropology 1.
Norton, P. (1982). Preliminary observations
on Loma Alta, an early Valdivia midden
in Guayas Province, Ecuador. En J.
Marcos & P. Norton. Primer Simposio
de Correlaciones Antropológicas Andi-
no-Mesoamericano (pp. 101 – 109).
Escuela Superior Politécnica del Litoral,
Guayaquil, Ecuador.
Rye, O. (1981). Pottery Technology. Was-
hington DC, Estados Unidos: Taracum
Inc.
Rouse, I. (Octubre-Diciembre-1940).
Prehistory in Haití: a STudy in Method.
Anthropology (21), 673-675.
Shiffer, M. (Abril de 1972). Archaeological
context and systemic context. American
Antiquity, 37 (2), 156-165.
Staller, J. (1996). El sitio Valdivia Tardío de
la Emerenciana en la Costa sur del
Ecuador y su significación del desarro-
llo de Complejidad en la Costa oeste de
Sudamérica. Cuadernos de Historia y
Arqueología, (46-47), 14–37.
Zevallos, C. & Holm O. (1960). Excavacio-
nes arqueológicas en San Pablo: infor-
me preliminar. Guayaquil, Ecuador:
Casa de la Cultura Ecuatoriana. Núcleo
del Guayas.
Zevallos, C. (1971). La Agricultura en el
Formativo Temprano del Ecuador (Cul-
tura Valdivia). Guayaquil, Ecuador:
Casa de la Cultura Ecuatoriana. Núcleo
del Guayas.
Zeidler, J. (1994). Investigaciones Arqueo-
lógicas en el Valle Medio del Rio Jama.
En J. Zeidler & D. Pearsall (eds.).
Arqueología Regional del Norte de
Manabí, Ecuador Volumen I (pp.
72-98). Pittsburgh, Estados Unidos y
Quito, Ecuador: Universidad de Pitts-
burgh y Ediciones Libri Mundi.
1. La forma y el acabado de superficie de
las vasijas Valdivia Fase VIII
Hace referencia a los criterios morfológicos
de las vasijas en relación con el acabado de
sus superficies. Para definirla se ha utilizado
los conceptos planteados por Shepard
(1971:225-254), quien basó su clasificación
en la definición de los puntos de contorno o
puntos característicos definidos por Birkhoff
(1933). La aplicación de estos conceptos
permite reconstruir la morfología de las
vasijas y definirlas conforme a la simetría,
estructura, tipo de contorno, forma geomé-
trica y proporción.
De acuerdo con estos criterios geométricos
(Shepard 1971:225-254), se observaron tres
clases estructurales de vasijas en el comple-
jo Valdivia terminal: Vasijas No Restringi-
das (VnoR); Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD) y Vasijas Restringi-
das Independientes (VRI). Estas clases
estructurales, a su vez corresponden a dieci-
séis categorías funcionales, distribuidas de
la siguiente manera: Siete formas funciona-
les dentro de las Vasijas No restringidas,
cuatro formas para las Vasijas Restringidas
Simples y Dependientes y finalmente cinco
formas funcionales para las Vasijas Restrin-
gidas Independientes (Figuras 1-2).
Para definir las categorías funcionales de la
vajilla, se reagruparon artefactos ligados
entre sí por la producción, la función-forma,
uso/consumo. Las categorías funcionales se
definieron por la recurrencia y asociación de
Modos dentro de las dieciséis formas ya
mencionadas, considerando, que es el grado
de aceptación social que tuvieron los modos,
lo que determinó la recurrencia de los
mismos en la vajilla Valdivia (Jadán
1986:401). En este sentido, todo objeto
socialmente producido funciona como
símbolo o indicador de una realidad social
que está definida, precisamente por la acción
colectiva, es decir, la capacidad del grupo
social para producir y reproducirse (Barceló
2011).
Las Vasijas no restringidas (VNoR), se
encuentran en los recipientes de contornos
simples con puntos terminales, comprenden
las siguientes formas: Plato elipsoide poco
profundo de paredes abiertas, plato elipsoide
de profundidad media de paredes abiertas y
plato esferoidal profundo. Morfológicamen-
te se caracterizan por tener bordes evertidos
o evertidos engrosados al interior, labios
redondeados o romos (esto últimos sirven
como campo decorativo).
Las técnicas de acabado consisten en super-
ficies pulidas y sin brillo, efecto producido
cuando se pule superficies no suficiente-
mente secas (Shepard 1971:123, 190). La
decoración muestra patrones lineales
simples o patrones de bandas triangulares.
Todos estos diseños están efectuados con la
técnica del grabado, con instrumentos de
punta fina cuando la arcilla está seca o en
diversos momentos del secado. El interior
del borde o los labios sirven de campo de
diseño.
Algunos fragmentos de bases de forma
anular, encontrados en estos contextos, nos
sugieren que fueron para servir alimentos o
para su enfriamiento. La base anular otorga
mayor estabilidad a los recipientes (Figura
1a, 1b, 1d). Algunas vasijas presentan una
variante morfológica- funcional, que consis-
te en una protuberancia central en el interior,
probablemente algún tipo de tapa para prote-
ger los alimentos (figura 1f) (Jadán
1986:344, 367).
Dentro de este grupo, también se encuen-
tran, un pequeño cuenco profundo de borde
engrosado; un cuenco esferoidal y un
cuenco carenado de profundidad media y
finalmente un cuenco con borde de contorno
inflexionado. Formas que tienen los contor-
nos no restringidos y que probablemente
también se usaban para el mantenimiento de
alimentos cocinados.
Un segundo grupo son las Vasijas Restringi-
das Simples y dependientes (VRSD), vasijas
tipo cazuela, utilizadas seguramente para la
conservación de alimentos ya cocidos. Se
definieron las siguientes formas: Cuenco
esferoidal poco profundo, cuenco esferoidal
de profundidad media, cuenco carenado de
profundidad media y cuenco esferoidal
profundo.
Estas formas se caracterizan por tener
bordes invertidos y labios romos, redondea-
dos o simétricamente delgados. Las formas
decoradas exhiben patrones de bandas trian-
gulares, formadas por líneas cuidadosamen-
te grabadas y encerradas por líneas horizon-
tales que sirven como elementos divisorios.
Estos patrones se realizan sobre superficies
previamente pulidas o ahumadas y cubren la
superficie externa de la vasija (Figura 1c,
1e).
Un tercer grupo, son las Vasijas restringidas
independientes (VRI), con contornos
inflexionados y las Vasijas restringidas Inde-
pendientes con contornos complejos. Dentro
de las primeras, se distinguen las siguientes
formas: Olla esferoidal con cuello corto, olla
esferoidal con cuello campaniforme, olla
esferoidal de borde evertido horizontal y
olla elipsoide con cuello corto directo o
recto (Figura 2g, 2k, 2h).
Los tres primeros tipos de vasijas se identifi-
can por el borde evertido, labios de forma
redondeada o romo. La bimodalidad en la
forma del labio está relacionada con el
aspecto funcional y/o decorativo de la
vasija; posiblemente evitan que el líquido se
derrame fácilmente; en otros casos, sirven
como campo decorativo.
Los contornos esferoidales y bases redon-
deadas son más funcionales, por cuanto son
resistentes al choque térmico durante el
proceso de cocción y enfriamiento (Rye
1981:27). Las superficies de estas vasijas
presentan rugosidades o alisados en la parte
externa y un revestimiento de engobe al
interior del borde, técnica relacionada con la
función.
Como estas vasijas generalmente son utili-
zadas en la cocción de alimentos, no se las
sella en el exterior, porque el fuego destruye
el revestimiento, en cambio, el interior del
labio del borde es sellado, para evitar
residuos de comida permanente (Ibíd.).
Estas formas además, están decoradas con
patrones lineales simples, como puntuacio-
nes con caña en el labio, o pequeñas líneas
inclinadas en el cuello.
Otro diseño son las impresiones, hechas con
un instrumento de punta triangular de tama-
ños diferentes, ubicadas de manera lineal y
paralela en el cuerpo de la vasija. Frecuente-
mente este tipo de técnica combina la técni-
ca de modelado que consiste en presionar la
arcilla cuando es plástica con un instrumen-
to suave, formando medallones o tiras largas
a manera de relieve en la superficie externa
(Rye 1981:92).
Un arreglo no muy frecuente es el de bandas
de líneas inclinadas, que consisten en
incisiones hechas cuando la arcilla está
húmeda. Este tipo de diseño se encuentra en
la olla elipsoide con cuello corto directo o
recto. Contrario a las anteriores, esta si está
finamente acabada, tiene superficies engo-
badas y decorada con patrones de bandas
triangulares, o en arreglos de círculos o
semicírculos, todos realizados con la técnica
del grabado, es decir, cuando la pasta está
seca (Figura 2h).
Además, dentro de las vasijas Restringidas
Independientes, están las de contorno com-
plejo, cuya variante es la Olla con borde
carenado y cuello constreñido (2j). Morfoló-
gicamente se caracteriza por tener borde
invertido, labios romos o de filos redondea-
dos. Exhiben diseños de patrones triangula-
res, similares a las formas ya explicadas,
realizados sobre superficies pulidas o
ahumadas. Esta forma de acabado, evidente-
mente nos indica, que no fueron utilizadas
para cocer alimentos, se presenta con cuello
estrecho y son las botellas cerámicas, simila-
res a las encontradas por Staller (1991) en el
sitio la Emerenciana de la Provincia de El
Oro (figura 2i).
2. El tamaño de desgrasante en las vasijas
Valdivia Fase VIII
Las propiedades observables en la pasta
proporcionan información sobre la materia
prima que las o los ceramistas obtuvieron de
la naturaleza, como arcilla, tipo y tamaño de
desgrasante, combustible y otros componen-
tes. Permite además inferir las técnicas de
manufactura de la vasija y las variaciones
tecnológicas.
Hay que tener presente, que los desgrasantes
son sustancias no plásticas que se agregan
intencionalmente a la pasta, o que están
contenidas en forma natural en la arcilla. Las
razones por las que los o las alfareras utili-
zan desgrasantes, son para controlar la plas-
ticidad, servir como ligamento durante el
proceso de secado o, reducir las tensiones
internas que resultan del encogimiento de la
arcilla durante el proceso de quemado (She-
pard 1971; Rye 1981; Braun 1981).
En la cerámica del complejo Piquigua, se
identificaron tres tamaños de desgrasantes o
inclusiones. Las inclusiones de tamaño fino
tienen entre 0.10 mm a 0.25 mm, las de
grano medio entre 0.25 mm a 0.50 mm y las
de grano grueso, entre 0.85 mm a 2.0 mm.
Los tamaños fino y grueso comprometen,
cada uno, a un 39% de las muestras, quedan-
do un 22% de la muestra con una pasta con
desgrasante de tamaño medio, que no es
exclusividad para ninguna de las formas, a
excepción de las ollas esferoidales (VRI),
donde un 35% de las mismas presenta este
tamaño de inclusiones.
La pasta con desgrasante de tamaño fino se
encuentra en las vasijas comúnmente llama-
dos platos (VnoR) cuencos, ollas elipsoides
con cuello corto y ollas con borde carenado
y cuello constreñido (VRSD), estos
recipientes no son utilizados para cocer
alimentos. La cerámica, con este tipo de
pasta, tiene desgrasantes compuestos por
feldespatos, cuarzo, anfíboles, opacos,
óxidos de hierro y pirógenos; solamente dos
muestras presentaron restos orgánicos como
raíces.
Esta pasta tiene un tamaño muy uniforme, lo
que plantea la posibilidad que el desgrasan-
te, fue un componente de la arcilla (Véase
Shepard 1971:161), es decir, la ceramista
disponía de una fuente donde obtenía la
arcilla; otra posibilidad, es que la refinaba
mediante la utilización de tejidos (Marcos
1973).
La textura gruesa encontrada en las ollas de
cocción (VRI), está compuesta por los
mismos minerales de la pasta de textura fina,
pero además tiene fragmentos de roca
desgastados y erosionados, estos, difícil-
mente se mezclan con las arcillas por proce-
sos naturales (Shepard 1971:25-29).
Lo que sugiere una acción intencional de los
o las ceramistas Valdivia al añadir ciertos
tipos de desgrasante a la pasta para la
confección vasijas, como el caso de las vasi-
jas de uso ordinario utilizadas en la cocción
de alimentos. La cerámica con desgrasantes
grueso tiene más resistencia a la propaga-
ción de las fracturas que las pastas con
desgrasante fino, en las cuales las fracturas
se expanden más rápidamente (Braun 1982,
Rye 1981).
Los detalles observados tanto en el estudio
microscópico de la pasta, como en el trata-
miento de superficie de las vasijas, explica-
dos en este estudio, sugieren que hubo una
asociación, entre el tamaño de desgrasante
utilizado, acabado de superficie y cierto tipo
de vasijas, que implicaría en última instan-
cia, una relación con la función de cada
artefacto. Relaciones de dependencia que
ahora interesan analizar con los estadísticos
presentes en el programa PAST.
3. El uso de la estadística entre tamaño del
desgrasante y forma de la vasijas
Debido a que necesitamos conocer y com-
probar la relación de dependencia o no entre
una variable cualitativa y otra cuantitativa,
vamos a aplicar el estadístico denominado
Tablas de Contingencia:
Usaremos el estadístico Tabla de Contingen-
cia para medir la relación entre el tamaño de
desgrasante y la forma de vasija. «La
frecuencia de aparición de estas variables
más que resúmenes de una variable cualitati-
va, es una variable cuantitativa que puede
usarse para afirmar la intensidad de la
propiedad» (Barceló 2011:328). Los desgra-
santes en la pasta de los recipientes Valdivia,
se ha caracterizado como: fino, mediano y
grueso. Se plantea la hipótesis nula y alter-
na:
H
0
: La forma de las vasijas y el tamaño de
los desgrasantes son independientes.
H
1
: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia con un «Modelo
Esperado». Las variaciones del tamaño de
desgrasante encontrado en la pasta, constitu-
yen la expresión visible de las consecuen-
cias materiales de una acción social (varia-
ble dependiente o efecto observado) que no
tiene por qué ser la misma en las diferentes
formas de vasijas (factor o causa probable).
El problema arqueológico a responder sería:
«las necesidades por tener diferentes tipos
de vasijas para diferentes funciones de la
cerámica Valdivia terminal, afectan la varia-
bilidad de los artefactos, como consecuencia
de las decisiones del artesano o artesana para
añadir tal o cual tamaño de desgrasantes a la
pasta con la que confecciona las vasijas»
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 3 Degrees freedom: 4
Chi ^2: 55.244
p (no assoc): 2.8879 E – 11
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.51536
Contingency C: 0.58899
La probabilidad de no asociación (p no
assoc) obtenida es igual a 2.8879 E-11, es
decir, menor a p005. Por lo tanto, las dos
variables observadas no son independientes.
Es decir, hubo una selección del o la cera-
mista al elegir el tamaño de desgrasantes
para cada forma o tipo de vasija, lo que esta-
ría relacionado con la producción y la inten-
ción de funcionalidad de las vasijas.
Aplicando la prueba Monte Carlo observa-
mos que solamente hay una diferencia. Por
otra parte, la prueba de Cramers V, es una
medida de la intensidad de la relación que se
basa en χ2 cuadrado, tiene un valor entre 0 y
1 y puede alcanzar el 1 para tablas de cual-
quier dimensión (íd.). En este caso alcanza
un valor de 0.51536, lo que demuestra una
correlación relativamente intensa entre las
dos variables, es decir las dos variables están
asociadas y hay una dependencia directa
superior a la mitad del valor definido para
este estadístico (entre 0 y 1).
El coeficiente de contingencia (Contingency
C) es otra medida de asociación basada en χ
2. (ob. cit.). En este caso tiene un valor de
0.58899, es decir, la dependencia existente
entre el tamaño del desgrasante y la forma
de la vasija es verdadera, en la cual, confor-
me sea la forma-función de la vasija, cambia
el tamaño del desgrasante en forma signifi-
cativa, con un valor de coeficiente de contin-
gencia de C: 0.58899.
Barceló (ibíd.), sugiere indagar todas las
posibilidades para caracterizar la relación de
dependencia, aunque esta relación sea baja.
Así mismo, propone utilizar análisis multi-
variante como una técnica de interpretación
de tablas de contingencia que, por defini-
ción, son bivariantes y no multivariantes
(Ibíd.). Este método se llama análisis de
correspondencia:
Con el análisis de correspondencia, se inten-
ta relacionar el tamaño de desgrasante, con
la forma de vasija. El grafico muestra tres
tamaños diferenciados de desgrasantes. En
el primer eje se ve claramente la variación.
El estadístico separa hacia la izquierda del
Eje Y, a las Vasijas Restringidas Indepen-
dientes (VRI) y las asocia con desgrasante
grueso, indicando que en ese caso, la
relación es contundente. Mientras que el
desgrasante fino es compartido por dos tipos
de vasijas, las Vasijas No restringidas
(VnoR) y la Vasijas Restringidas Simples y
Dependientes (VRSD), que las sitúa a la
derecha del eje Y. Observamos además que
el desgrasante mediano se aleja discreta-
mente de las tres formas de vasijas, no
obstante, lo ubica a la izquierda del eje,
interpretando como una no preferencia para
ninguna de estas formas, aunque ligeramen-
te más cercano a la Vasija Restringida Inde-
pendiente.
4. Aplicando los estadísticos en la relación
al acabado de superficie y a la forma de
vasija
Se plantea la hipótesis nula y alterna:
H0: La forma de la vasija y el acabado de
superficie de las vasijas son independientes
H1: Los dos criterios no son independientes.
Se compara lo observado representado en la
Tabla de Contingencia 2, con un «Modelo
Esperado». El problema arqueológico a
responder sería: «si las necesidades por
tener diferentes tipos de vasijas para
diferentes funciones en la sociedad Valdivia,
afectan la variabilidad de los artefactos,
como consecuencia de las decisiones del
artesano o artesana, para realizar diferentes
tipos de acabado de las superficies de las
vasijas ».
El resultado obtenido es:
M; N: 3; 5 Degrees freedom: 8
Chi ^2: 122.09
p (no assoc): 1.2255E – 22
Monte Carlo p: 0.0001
-----------------------------------------------------
Crammers V: 0.45723
Contingency C: 0.542999
Observamos que la probabilidad de que H0
sea verdadera con 8 grados de libertad es
menor a 0.005, es decir, es 1.2255E – 22. Por
lo tanto, rechazamos H
0
y concluimos que la
forma de la vasija y el acabado de su superfi-
cie son dependientes en la cerámica Valdivia
fase VIII. El test de Monte Carlo encuentra
una diferencia. El análisis de la Crammer V
alcanza un valor cercano a 0.50, demuestra
que hay diferencias significativas entre las
dos variables y que por tanto están asocia-
das.
Con el análisis de correspondencia intenta-
mos relacionar el Acabado de Superficie de
las vasijas con la Forma de las mismas.
Existe cinco tipos de acabados utilizados
representados en el gráfico: Rugoso, Alisa-
do, Engobe, Pulido y Ahumado. El gráfico
presenta claramente que la relación entre
forma de vasija y acabado es contundente.
En el primer eje se agrupa a las vasijas
Restringidas Independientes (VRI) asocia-
das a tres modos Rugoso, Engobe y Alisado.
Mientras tanto, el modo pulido, a la derecha
del eje Y, está discretamente cercano a las
Vasijas No Restringidas (VnoR) y el modo
ahumado en las Vasijas Restringidas Sim-
ples y Dependientes (VRSD).
La utilización de estadísticos, en este caso,
nos ayuda a mirar la relación existente entre
morfología y tamaño de desgrasante; entre
morfología y acabado de superficie. En el
primer caso, hay una relación de dependen-
cia entre las dos variables. En el segundo, la
relación es contundente. Para los datos obte-
nidos hasta la actualidad, los resultados
demostraron que hay una intención en los
artesanos o artesanas Valdivia Fase VIII para
realizar cierto tipo de vasijas con un tipo
específico de tamaño de desgrasante y que
cierto acabado corresponde asimismo, a
cierta forma y función del recipiente. De tal
manera que existe una propósito entre la
producción de la cerámica y el uso de la
misma.
CONCLUSIONES
REVISTA CHAKIÑAN, 2017, Nº.2, JUNIO, (61-72)
ISSN 2550-6722
72
Barceló, J. (2011). Análisis de Datos
Arqueológicos Teoría y Métodos. Barce-
lona, España: Universidad Autónoma de
Barcelona (Documento inédito).
Birkhoff, G. (1933). Aesthetic Measure.
Massachusetts, Estados Unidos:
Harvard University Press.
Estrada, E. (1956). Valdivia, un Sitio
Arqueológico Formativo en la Costa de
la Provincia del Guayas. Guayaquil,
Ecuador: Museo Víctor Emilio Estrada.
Jadán, M. (1986). La Cerámica del Comple-
jo Piquigua (Fase VIII) de la cultura
Valdivia en San Isidro Norte de Manabí:
Un análisis modal (tesis de pregrado
inédita). Escuela Superior Politécnica
del Litoral ESPOL, Guayaquil, Ecuador.
Lathrap, D. (1962). Yarinacocha: Stratigra-
phic Excavation in the Peruvian Monta-
na (tesis Doctoral inédita) Departamen-
to de Antropología, Universidad de
Harvard, Cambridge, Massachusetts,
Estados Unidos.
Lathrap, D., Marcos J. & Zeidler J. (Mayo
de 1977). Real Alto: an ancient ceremo-
nial center. Archaeology 30 (1), pp.
2-13.
Marcos, J. (1973). Tejidos hechos en telar en
un contexto Valdivia Tardío. Separata de
Cuadernos de Historia y Arqueología,
Casa de la Cultura Ecuatoriana, Año
XXIII, (40).
Meggers, B., Evans, C., & Estrada, E.
(1965). The Early Formative Period of
Coastal Ecuador: The Valdivia and
Machalilla Phases. Washington DC,
Estados Unidos: Smithsonian Contribu-
tions to Anthropology 1.
Norton, P. (1982). Preliminary observations
on Loma Alta, an early Valdivia midden
in Guayas Province, Ecuador. En J.
Marcos & P. Norton. Primer Simposio
de Correlaciones Antropológicas Andi-
no-Mesoamericano (pp. 101 – 109).
Escuela Superior Politécnica del Litoral,
Guayaquil, Ecuador.
Rye, O. (1981). Pottery Technology. Was-
hington DC, Estados Unidos: Taracum
Inc.
Rouse, I. (Octubre-Diciembre-1940).
Prehistory in Haití: a STudy in Method.
Anthropology (21), 673-675.
Shiffer, M. (Abril de 1972). Archaeological
context and systemic context. American
Antiquity, 37 (2), 156-165.
Staller, J. (1996). El sitio Valdivia Tardío de
la Emerenciana en la Costa sur del
Ecuador y su significación del desarro-
llo de Complejidad en la Costa oeste de
Sudamérica. Cuadernos de Historia y
Arqueología, (46-47), 14–37.
Zevallos, C. & Holm O. (1960). Excavacio-
nes arqueológicas en San Pablo: infor-
me preliminar. Guayaquil, Ecuador:
Casa de la Cultura Ecuatoriana. Núcleo
del Guayas.
Zevallos, C. (1971). La Agricultura en el
Formativo Temprano del Ecuador (Cul-
tura Valdivia). Guayaquil, Ecuador:
Casa de la Cultura Ecuatoriana. Núcleo
del Guayas.
Zeidler, J. (1994). Investigaciones Arqueo-
lógicas en el Valle Medio del Rio Jama.
En J. Zeidler & D. Pearsall (eds.).
Arqueología Regional del Norte de
Manabí, Ecuador Volumen I (pp.
72-98). Pittsburgh, Estados Unidos y
Quito, Ecuador: Universidad de Pitts-
burgh y Ediciones Libri Mundi.