UN CAMINO, VARIAS SENDAS. LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN LA ERA COVID
Número 12 / DICIEMBRE, 2020
II
elederpa1983@gmail.com
Miembro fundador del Consejo
Editorial de Chakiñan, Revista de
Ciencias Sociales y Humanidades
y docente investigador de la
Universidade da Coruña, Facultad
de Sociología, Departamento de
Sociología y Comunicación.
A Coruña, España,
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-
6770-7180
Eleder Piñeiro Aguiar
Número 12 / DICIEMBRE, 2020
UN CAMINO, VARIAS SENDAS. LA
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN LA ERA
COVID
ONE ROAD, SEVERAL PATHS.
SCIENTIFIC PRODUCTION IN THE COVID
ERA
Eleder Piñeiro Aguiar - Miembro del Consejo Editorial
Número 12 / DICIEMBRE, 2020
III
EDITORIAL
El año 2020 será por siempre recordado, como el momento histórico en que toda la
humanidad se vio arrojada, en la más pura conceptualización heideggeriana, a un
mundo común, caracterizado en este caso, por una pandemia mundial publicitada,
compartida, racionalizada y combatida desde diversos lugares, pero bajo un objetivo
muy concreto: la supervivencia y la vuelta a una sociabilidad que parece que ya no
podrá ser la misma. Supervivencia tanto sanitaria como económica, como si esas dos
esferas pudiesen estar separadas. Nunca un hecho social total, como lo expondría
Marcel Mauss, fue tan social y tan total.
Para el campo de la ciencia en general, el camino recorrido y por recorrer, nos muestra
que no hay atajos en la tan demandada cura: en forma de vacuna, pero también en
métodos de diagnóstico, cuidados, detección de síntomas, prevención, etc. Y es así
que se habla de mundos complejos en tensión, en forma de experimentos, laboratorios,
compañías, universidades, farmacéuticas…Todo ello, además, complejizado en una
red global de poder con diferentes intereses, recursos, agentes, estados, empresas y
medios de comunicación, entre otros, que disputan la hegemonía del discurso.
En tal sentido, lo que se habla desde la ciencia, pasa por un proceso riguroso, objetivo,
neutral, que permite observar por una parte campos en tensión al interior de los
diferentes esfuerzos cientícos; pero también un accionar común en forma de métodos
y caminos a seguir. Quizá nunca en la historia de la humanidad se esperó tanto de
la ciencia y nunca se estuvo tan atento al saber experto, relacionado con conceptos
tales como contagio, carga vírica, trazabilidad o tantos otros, quizás nunca antes la
ciencia fue entendida como esperanza y respuesta a los tiempos de emergencias y de
urgencias, que de diferente manera todos los países tratan de combatir con los medios
que disponen a su alcance.
¿Y las Ciencias Sociales y las Humanidades?, ¿qué tienen que aportar en lo que se
habla?, ¿cómo hablan?, ¿quiénes son sus interlocutores?, ¿cuáles sus mensajes?
Comenzando por una óptica nietzscheana es necesario recordar que: no existen hechos,
solo interpretaciones, por tanto, las diversas interpretaciones que se interponen en
cuanto a medidas, controles, vigilancias, regulaciones, leyes, normalizaciones y
disciplinamientos, entre otros factores, son lugares de especial atención por parte de
diversos teóricos sociales, lo que se evidenció desde los primeros días de la pandemia,
donde varios autores se hicieron eco de la novedad, publicando en diversos medios.
Las repercusiones en el capitalismo, los cambios en los valores, las formas de
socialización, las relaciones de la salud con el campo de la economía, el papel
del Estado, lo ecológico como problema, los cuidados ligados al problema del
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envejecimiento o la precariedad en el empleo a la hora de hacerse cargo de la crisis
consecuente al SARS-COVID-19, son algunos de los ejes sobre los que pivotan
algunas de las publicaciones recientes, las cuales es de esperar que, si se permite el
símil, se viralicen, o en una metáfora más optimista polinicen Revistas, Congresos,
Tesis, Departamentos y Universidades.
La humanidad, además, se enfrenta a todo un cúmulo de sentimientos, expectativas,
deseos, frustraciones, interacciones y acciones que nos hacen pensar (siempre la
reexión como eje articulador de la ciencia) que la era COVID, en cuanto a lo que
nos está haciendo o hará como especie, nos coloca en un nuevo techo humano.
Desde este punto de vista, es necesario profundizar en el análisis e interpretación de
aspectos como los posibles cambios de valores que se pueden desarrollar producto
de la pandemia, qué formas de solidaridad se vienen dando como respuesta a las
carencias de enormes sectores de la población, qué decir acerca del eje reciprocidad-
egoísmo y si este está sufriendo nuevos dislocamientos, bien hacia un mayor
egoísmo, bien hacia nuevas formas de entendimiento grupal.
Y por supuesto, la pandemia nos coloca en una nueva tesitura a la hora de pensarnos
como un ser social, que no solo clasica y tiene la obligación, en discurso sartreano,
de ser libre; sino que además el COVID nos interpela a la hora de reexionar acerca
de nuestras categorías sobre la vida y la muerte: a quién y qué salvar, qué dignidad
hay en los actos requeridos para combatir la enfermedad, qué tipo de muerte
supone el tratar de salvar la vida, a costa de eliminar otra cosa tan humana como la
socialización, qué signicado le podemos dar a nuestra existencia que se coloca en
entredicho, nada más y nada menos, que por parte de un ser que ni tan siquiera es
ser, sino un organismo inerte que vive como consecuencia de propagar muerte entre
sus huéspedes: nosotros/as.
Momento histórico, único, tiempo-frontera que marca ya, un antes y un después
en el progreso humano y lugar del común, en donde las Ciencias Sociales y las
Humanidades son más necesarias que nunca y en este sentido, a pesar de que los
textos recogidos en el número 12 de Chakiñan, que aquí se edita, no tienen como
núcleo central el análisis del COVID en sus consecuencias sociales, sí abordan
una serie de temáticas relacionadas con el debate cientíco en torno a categorías
claves para su comprensión y para el avance que la ciencia puede dar a fenómenos
complejos como los que nos toca vivir.
En este número guran varios textos que exponen acerca de la importancia de la
comunicación, de la lectura y de la educación como ámbitos propios de lo humano,
camino ya marcado por aquel Platón de la República que organizaba una ciudad
ideal, donde exponía acerca de las artes y las ciencias que el buen gobernante debe
adquirir en cuanto a sus virtudes.
Eleder Piñeiro Aguiar - Miembro del Consejo Editorial
Número 12 / DICIEMBRE, 2020
V
Eleder Piñeiro Aguiar
Miembro del Consejo Editorial
En este sentido, el hecho de que en Chakiñan se publiquen resultados de investigaciones
relacionadas con las nuevas competencias digitales, las prácticas lectoras, el análisis
de obras clásicas o la importancia del aprendizaje, no deja de situarnos en esos techos
humanos que cada vez más se expanden, generando nuevos horizontes en el saber.
Además, el lector puede encontrar en este número artículos relacionados con la
importancia del grupo y la cultura, aspectos todos en constante construcción y que
son claves para comprender no solo el mundo en que vivimos (en cualquier época) y a
la gente que nos rodea, sino para comprendernos mejor a nosotros mismos, siguiendo
la senda marcada por aquella socrática expresión de conócete a ti mismo.
Pensando, leyendo, reexionando, visibilizando y ordenando el mundo, es cómo las
Ciencias Sociales y las Humanidades han venido haciendo crecer, no solo el campo
de la propia academia, sino los desarrollos del saber-poder, desde Foucault ámbitos
inseparables, y que será necesario transitar.
Desde esa perspectiva, los libros, lo mismo que los artículos aquí presentados, son
armas, herramientas, trincheras desde las que defendernos de lo extraño, del riesgo,
de la incertidumbre, de momentos como los que nos ha tocado vivir en estos tiempos,
que favorecerán nuestro progreso profesional y cultural para transitar por la vida,
recordándonos una vez más lo efímero de nuestra existencia, pero también lo singular
y trascendente de nuestras creaciones.