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Número 13
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Recibido:
(17/05/2020)
Aceptado:
(14/09/2020)
Número 13 /
ABRIL, 2021
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TIPOLOGÍA DEL GREMIO
PERIODÍSTICO DE BAJA CALIFORNIA:
UN ACERCAMIENTO DESDE LAS
PERCEPCIONES DE SUS MIEMBROS
JOURNALISTIC GUILD TYPOLOGY OF
BAJA CALIFORNIA: APPROACH FROM
MEMBERS PERCEPTIONS
DOI:
https://doi.org/10.37135/chk.002.13.02
Artículo de Investigación
Diana Denisse Merchant
Ley
diana.merchant@uabc.edu.mx
Universidad Autónoma de Baja
California, Tijuana, Baja California,
México.
ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-6795-4659
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Resumen
El presente artículo tiene por objetivo identificar una tipología del gremio
periodístico de Baja California, a fin de plantearla como una mediación
subjetiva en el desarrollo de la práctica profesional de los periodistas. Se
realizaron 37 entrevistas en profundidad a periodistas del estado de Baja
California. Además, se apliuna técnica de asociación libre mediante el
análisis pile sorting. Se encontraron tres tipos de periodistas: periodista
crítico, periodista enlace gobierno-sociedad y periodista indiferente. Se
concluye que la tipología propuesta tiene calidad de dinámica, lo que
significa que hay una simultaneidad de tipos entre los que se mueven los
periodistas del gremio, situación que genera prácticas espontáneas que
varían de acuerdo con ideas y sentimientos que se generan en circunstancias
específicas.
Palabras claves: Periodistas, periodismo, actitudes, creencias
Abstract
The objective of this article is to generate a typology of the journalistic
guild in Baja California, Mexico in order to present as a subjective
mediation in the development of journalists´ professional practice. Thirty-
seven in-depth interviews were implemented to journalists from the state
of Baja California and a free association technique was applied using the
pile sorting analysis. Three types of journalists were found: the critical
journalist, the government-society liaison journalist, and the indifferent
journalist. This article concludes that the proposed typology is dynamic,
which means, there is a simultaneity of types of journalists, that journalists
adopt within the guild. This situation generates spontaneous journalistic
practices that change according to ideas and feelings that appear in
specific circumstances.
Keywords: Journalism, journalists, attitudes, beliefs
TIPOLOGÍA
DEL GREMIO
PERIODÍSTICO DE
BAJA CALIFORNIA:
UN ACERCAMIENTO
DESDE LAS
PERCEPCIONES DE
SUS MIEMBROS
JOURNALISTIC
GUILD TYPOLOGY OF
BAJA CALIFORNIA:
APPROACH
FROM MEMBERS
PERCEPTIONS
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INTRODUCCIÓN
¿Quiénes son los periodistas que nos mantienen
informados? Es la pregunta que surge después
de ver, leer o escuchar las noticias. Más allá de
conocer sus nombres, seguir sus trayectorias en
televisión, radio o medios sociales, y conocer que
en México asesinan y agreden a los periodistas
debido a su profesión, hay poca información
regional sobre los roles profesionales de los
periodistas desde sus propias percepciones.
Si bien, hay una larga tradición estadounidense
en el estudio de los roles, actitudes y modelos
profesionales, con estudios clásicos como los
de Cohen (1963), Gieber (1968), Johnstone,
Slawski & Bowman (1976), Weaver & Wilhoit
(1991), en México solo se cuenta con los
hallazgos de la encuesta internacional Worlds
of Journalism que han trabajado investigadoras
como Márquez-Ramírez y Hughes (2017); y aún
con este importante avance no se han generado
suficientes datos por regiones.
En Baja California, desde el nacimiento del
primer periódico a finales del siglo XIX hasta
la actualidad han existido perfiles de periodistas
que han presentado cambios específicos de
acuerdo con los contextos en los que desarrollan
la práctica. En la actualidad, se observa un
gremio periodístico diverso en el que conviven
varias generaciones de periodistas con diferentes
maneras de percibirse a mismos, de entender
y realizar la práctica periodística; así como
una infinidad de estrategias para enfrentarse al
contexto de precariedad, negociación de poder y
agresiones invisibles que caracterizan al mundo
periodístico estatal.
Con base en la teoría de los fenómenos
representativos, conocida comúnmente como
teoría de las representaciones sociales, este
artículo de investigación se centra en entender
cuáles son las ideas, juicios y valores que tienen
los periodistas de mismos y a través de qué
prácticas profesionales y no profesionales se
representan dichos elementos. Al final del texto
se plantea una tipología del gremio periodístico
de Baja California a fin de explicar la articulacn
entre las representaciones de mismos de los
periodistas y las prácticas cotidianas que realizan
para el ejercicio de la profesión.
TEORÍA DE LAS
REPRESENTACIONES SOCIALES
El periodista de Baja California es un actor social
dinámico que ha construido a través del tiempo
diversas maneras de verse a mismo y ver a
los otros miembros del gremio. Estas creencias
sobre mismo le son útiles para entenderse,
sentirse parte de un campo periodístico y generar
una práctica periodística. Mediante estas ideas
de mismo construye su realidad gremial y su
lugar en el mundo como profesional.
Sin embargo, el planteamiento de este artículo
no ignora que existen estructuras sociales,
económicas y culturales organizadas en las que
los periodistas están insertos, mismas que han
creado convenciones de la práctica periodística,
de lo que debe ser dicha práctica y los periodistas.
Con el objetivo de entender quiénes son los
periodistas de Baja California y cómo equilibran
las dimensiones subjetiva y objetiva estructural
en el desarrollo de la práctica periodística,
se recurre a la teoría de las representaciones
sociales. Esta perspectiva teórica permite
realizar articulaciones entre ambas dimensiones,
pues argumenta que los actores sociales actúan
con base en ideas abstractas que se generan a
partir de la experiencia vivida.
La teoría de las representaciones sociales
(TRS) fue desarrollada a partir del concepto
de representación social. Desde esta propuesta
inicia una corriente de estudios sociales que
combinan lo social con elementos de los
procesos cognitivos, lo simbólico, individual. La
TRS permite entender cómo los actores sociales
comprenden el mundo en el que viven, cómo
construyen su realidad, pero, sobre todo, cómo
se articula lo social e individual al momento
de actuar. En ese sentido, hay en esta teoría
un interés por analizar el surgimiento de la
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acción relacionada con las ideas y valores que
los sujetos elaboran de los objetos, situaciones,
personas o de sí mismos.
La TRS ha fundado tres perspectivas: 1) La
escuela procesual o antropológica, 2) La
escuela de Aix-en Provence enfocada en la
organización estructural de las representaciones
y 3) La escuela de Ginebra enfocada en las
condiciones de producción y circulación de las
representaciones sociales (Urbina y Ovalles
2018). Es interés de este texto considerar
elementos de las tres corrientes con el objetivo de
complementar una mirada teórico-metodológica
para analizar las ideas que los periodistas tienen
de mismos, de su gremio y los elementos de
las representaciones que contribuyen a generar
prácticas profesionales específicas.
El concepto de representaciones sociales surge
del de representaciones colectivas, propuesto por
Durkheim en 1898 (2006). Este último planteaba
que las representaciones colectivas eran poderes
coercitivos en los sujetos, diferenciando a los
hábitos individuales de los hechos sociales. Las
representaciones colectivas, como ideas creadas
en colectividad, obligaban a los sujetos a actuar
de cierta manera.
Conladefinicióndelasrepresentacionescolectivas
como punto de partida, Moscovici (1979)
introduce la noción de representaciones sociales,
entendida como un tipo de conocimiento que le
permite al individuo comunicarse y comportarse
ante el mundo; como un “corpus organizado
de conocimientos y una de las actividades
psíquicas (…) que hacen inteligible la realidad
física y social” (Moscovici 1979:107). Es decir,
el planteamiento de Moscovici sugiere que las
representaciones sociales son conocimiento de
sentido común que se recolecta socialmente por
los actores sociales y se interioriza a través de
los procesos cognitivos.
Para Jodelet (2018) el concepto de
representaciones sociales cuenta actualmente
con diversos consensos entre la comunidad
científica de las ciencias sociales:
Las representaciones conciernen el saber
de sentido común, puesto en obra de la
experiencia cotidiana; se trata de programas
de percepción, construcciones con estatus
de teoría naif, que sirven de guía de acción
y de grilla de lectura de la realidad; se trata
de sistemas de significaciones que permiten
interpretar el curso de los acontecimientos y
las relaciones sociales; expresan la relación
que los individuos y los grupos mantienen
con su modo de vida y con los otros actores
sociales; son forjadas en la interacción y en
el contacto con los discursos que circulan
en el espacio público; están inscritas en
el lenguaje y en las prácticas y funcionan
como un lenguaje, en razón de su función
simbólica y de los marcos que proveen
para codificar y categorizar lo que puebla
el universo de vida. (Jodelet 2018:5)
Para Abric las representaciones sociales son
organizaciones significantes que se generan al
estar en contacto con “factores s generales
que rebasan la situación misma: contexto social
ideológico, lugar del individuo en la organización
social, historia del individuo y del grupo” (Abric
2001:13).
En esta línea, Giménez (1997) ubica a las
representaciones sociales como parte de la
cultura interiorizada y como representación
flexible, simultáneamente estática, de una
identidad que es perdurable a través del tiempo.
Con este argumento, el autor plantea que las
representaciones sociales son parte de las
identidades. Les otorga la cualidad de adaptación
al entorno, de reestructurarse “sin dejar de ser
las mismas” (Giménez 1997:9) y establece un
acercamiento a los círculos que intervienen
en la conformación de las representaciones:
pertenencia social, atributos personales y
narrativa biográfica.
ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL
Y MATERIALIZACIÓN DE LAS
REPRESENTACIONES
En cuanto a su organización estructural, las
representaciones sociales guardan el componente
significativo en su núcleo central. Esta teoría,
sostenida por el grupo dirigido por la escuela
francesa, plantea que a partir del núcleo duro se
estructuran los elementos llamados periféricos.
Estos actúan como apoyo en la creación del
significado, pero también para almacenar en
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pequeños cambios de sentido, según las
circunstancias.
Los elementos periféricos permiten que las
representaciones se muevan lentamente, que
sean flexibles y estáticas; permiten que el
actor social actúe libremente a pesar de las
estructuraciones sistemáticas. Por otra parte, el
núcleo central es la parte dura que guarda ideas,
juicios y valoraciones establecidas; y permite
estabilidad de la práctica social de los actores,
de acuerdo con circunstancias específicas.
Por ejemplo, el tener que ser un periodista
comprometido con la información, está
establecido socialmente a partir de convenciones
y podría ser parte del núcleo duro de una
representación, es decir, la parte que difícilmente
se mueve y que se escoge ser de entre otras, al
presentarse circunstancias específicas. De la
misma manera, alrededor de ese mismo núcleo
duro de compromiso se estructuran los elementos
periféricos que influyen en dichas circunstancias.
Un conjunto de ideas organizadas, por ejemplo,
que no alcanza el tiempo, que hace mucho calor,
o pensar que el compromiso abre puertas, entre
otras, pueden volverse ideas fuertes con el paso
del tiempo, dependiendo de las interacciones
que tenga el periodista con otros periodistas, sus
fuentes o sus jefes de información.
Desde una perspectiva cualitativa Rodríguez
(2007) plantea que los contenidos de las
representaciones sociales se organizan en
hegemónicos, emancipados o polémicos:
Los contenidos hegemónicos
son colectivamente compartidos
(probablemente a nivel macro social),
legítimos y menos susceptibles a discusión
social (…), los contenidos emancipados
(o también podrían llamarse normativos o
grupales) se refieren a creencias y valores
que sostienen grupos sociales específicos,
compartidas en la escala del grupo social
en un momento dado (…) y los contenidos
polémicos son aquellos que son discutidos
abiertamente dentro de un grupo social.
(Rodríguez 2007:178)
Al realizar una relación entre las propuestas de
la escuela francesa y la escuela mexicana de las
representaciones sociales, a la que pertenece
Rodríguez, se puede establecer que el concepto
de núcleo duro es equiparable a los contenidos
hegemónicos y emancipados, mientras que el
concepto de elementos periféricos es equiparable
al de contenido polémico.
AUTORREPRESENTACIONES
COMO GUÍAS DE LA ACCIÓN
Este artículo propone el concepto de
autorrepresentación a fin de entender
teóricamente las percepciones que los actores
sociales tienen de sí mismos y la manera en
cómo estas ideas se develan ante los otros, es
decir, cómo se representan a mismos.
Las autorrepresentaciones se insertan en el
concepto de representaciones sociales de la
escuela antropológica de la TRS. Son imágenes,
ideas, asociaciones cargadas de significados
que los periodistas tienen de sí mismos. Son
herramientas mentales (Jodelet 2018) que dan
significado a la realidad mediante el discurso
y la práctica. Las autorrepresentaciones se
construyen a partir de las dimensiones revisadas
anteriormente en Giménez (1997), es decir, a
partir de las interacciones que el actor social
tiene con otros actores sociales.
En esta investigación se parte de que las
autorrepresentaciones son guías para la acción
(Abric 2001) porque de acuerdo con ideas y
percepciones que se tengan de una realidad
se tendrán las herramientas para actuar de
una manera u otra. Entenderlas como guías
evita constreñir una determinada acción a una
autorrepresentación, tal como si se estuviera
hablando de causa- efecto. Lo social es
impredecible, por ello es poco posible que
una práctica sea totalmente un producto de las
autorrepresentaciones, aunque existirán algunos
casos en que sí suceda.
Entender que existen matices en estos procesos
permite olvidar la posición causa- efecto,
asimismo recordar que las autorrepresentaciones
sociales son sistemas de conocimiento
jerarquizado, y que esta organización interna
interfiere en lo que suceda con la acción que
desarrollan los actores sociales.
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METODOLOGÍA
En este artículo de investigación se propone una
metodología complementaria de recolección de
datos. Para tal propósito se aplicaron dos técnicas:
la entrevista en profundidad y la asociación libre.
La primera técnica es utilizada mayormente por
el enfoque procesual-antropológico (Jodelet
2018; Rodríguez 2007) y la segunda técnica es
utilizada por la escuela francesa (Abric 2001).
Ambas técnicas se aplicaron con el objetivo
de recolectar datos acerca de los procesos de
configuración y organización estructural de las
autorrepresentaciones de los periodistas.
Previo a la elección de los sujetos, el investigador
realizó una inmersión en el campo periodístico
de Baja California, es decir, se realizaron
acercamientos y observaciones directas a los
periodistas durante sus rutinas laborales diarias
en redacciones y visitas a conferencias de prensa
en Mexicali, Tijuana y Ensenada; tres ciudades
que concentran la mayor cantidad de periodistas.
Estas visitas de observación generaron confianza
entre algunos de los periodistas y el investigador.
A pesar de la riqueza de las observaciones no se
buscó realizar un registro etnográfico.
Posteriormente se realizó un muestreo de diseño
secuencial, de tipo bola de nieve. Con base en
este se entrevistaron a 37 de un total de 438
periodistas de los cinco municipios de Baja
California, según la base de datos de la Dirección
de Comunicación Social del Gobierno del Estado
de Baja California (N. Rivera, comunicación
personal, 3 de julio, 2020).
Lo anterior significa que se identificaron los
casos de interés a partir de la recomendación
de los periodistas del gremio. El muestreo
secuencial se combinó con un muestreo teórico,
pues la selección de los periodistas también
atendió al planteamiento de Giménez (1997)
de que las autorrepresentaciones, es decir, las
representaciones de una identidad se encuentran
en tres círculos: 1) la narrativa biográfica, 2) los
atributos personales, y 3) la pertenencia social,
tal y como se aprecia en la Figura 1.
Las categorías que se consideraron en estos
círculos fueron:
Edad: dentro del rango de 22 a 60 años.
Género: femenino o masculino.
Fuentes: política, gubernamental, salud y
educación.
Experiencia profesional: dentro del rango
de dos a más de 20 años de experiencia.
Formación académica: sin formación
académica, formación académica en otras
áreas, formación académica en Periodismo
o Ciencias de la Comunicación.
Estado civil: solteros y casados.
Trayectoria en medios de comunicación:
haber participado en dos o más medios
de distinto tipo a lo largo de la trayectoria
profesional.
Valores del periodista ideal: capacidad de
reconocimiento del profesional ideal.
Relación con sus colegas e ideas de
mismo: capacidad de reconocimiento de sus
prácticas profesionales e ideas de mismo
y de los colegas.
Fuente: Elaboración propia con base en
el planteamiento de representaciones de la
identidad de Giménez (1997)
Figura 1: Categorías de análisis
Aunque este trabajo no intenta introducirse en el
descubrimiento de las identidades profesionales
de los periodistas, este acercamiento es útil
porque proporciona las categorías donde se
puede explorar directamente y conseguir
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datos significativos, mediante entrevistas
semiestructuradas.
Por otra parte, se utilizó la cnica de asociación
libre con el objetivo de triangular los datos
recolectados en las entrevistas y darles soporte.
La técnica de asociación libre consistió en hablar
sobre ser periodista e ideas sobre mismo, con
el objetivo de que el periodista entrevistado
asociara todas las ideas, juicios y valores que
pudiera pensar en el momento de la entrevista.
Se les proporcionó a los periodistas cartoncillos
en blanco y plumones para que escribieran la
lluvia de ideas, que luego fueron organizadas en
grupos de similitud, mediante un pile sorting.
Lo que se buscó con esta última técnica fue
que el entrevistado explicara por qué organizó
de esa manera los datos, encontrando así qué
es lo que le parece más importante y menos
importante, es decir, los contenidos en sus
autorrepresentaciones. Con ambas técnicas se
definieron los contenidos duros o núcleos duros,
los contenidos emancipados y los contenidos
periféricos o contenidos polémicos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El concepto de periodismo se puede entender
desde dos perspectivas teóricas. Las teorías
normativas (Siebert, Peterson & Schramm
1956; McQuail 1994), que indican cómo debe
comportarse la prensa y los periodistas; y las
investigaciones sobre prensa-poder (Sigal 1978;
Hallin & Mancini 2004; Casero 2008) que
analizan cómo se comporta la prensa en relación
al poder. Ambas en el marco de una sociedad
democrática.
Las teorías normativas sugieren que la prensa
debería comportarse, ser o actuar de cierta
manera en los espacios públicos. También
pueden ser entendidas como lineamientos a
seguir de acuerdo con valores sociales por
alcanzar (Martínez 2006). En este sentido, el
periodismo que se desarrolla en una sociedad
democrática debería velar por la libertad de
expresión, información y responsabilidad social;
y con su desarrollo, convertirse en un actor
activo para el mejoramiento del entorno.
El actor activo, como ideal del periodismo en
una sociedad democrática, se torna complejo
en la realidad contemporánea. A pesar de que la
prensa debería velar por sus ideales profesionales,
ciertos actores y estructuras le imposibilitan
llevar a cabo un proceso normativo.
Para explicar las causas diversas por las que el
periodismo no puede cumplir el ideal esperado se
han establecido los análisis sobre prensa-poder.
Estos describen modelos de relación en los que
el periodismo desempeña diversas prácticas
profesionales. Por ejemplo, los de Casero (2008)
son cinco: 1) Relación de adversarios, donde
el periodismo es un cuarto poder, 2) Relación
colateral, en la que el periodismo es un portavoz
de puntos de vista similares al poder, 3) Relación
de competidores, en la que la que el periodismo
se comporta como actor político (Borrat
1989), 4) Relación de intercambio, en la que el
periodismo depende del poder y 5) Relación de
negociación constante, en la que el periodismo
es independiente del poder.
La relación con el poder es una de las variables
que influyen en las prácticas periodísticas
profesionales. Los ideales por alcanzar versus
las condiciones en las que se desarrolla el
periodismo generan una disputa entre las
concepciones que los periodistas entrevistados
tienen de sí mismos y de sus colegas.
En estos términos, uno de los primeros hallazgos
de esta investigación fue la distinción entre
ser periodista y ser reportero. En el gremio
periodístico de Baja California los periodistas
se auto-nombran reporteros, aunque existen
los que hacen una distinción entre las prácticas
profesionales de los periodistas y los reporteros.
De acuerdo con los reporteros entrevistados que
distinguen entre ambos tipos de profesionales,
el periodista realiza prácticas de reflexión e
investigación, simultáneo a reportar y redactar
las noticias. El periodista indaga, evalúa los
hechos noticiables y es consciente de los
problemas sociales actuales; distingue temas
para trabajar y los defiende ante sus editores y
jefes de información.
Por otro lado, el reportero fue descrito por
los entrevistados como aquel profesional que
recolecta la información y la escribe a prisa, sin
aplicar demasiada reflexión, investigar sobre el
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contexto o las implicaciones profundas de las
problemáticas sociales.
En suma, los periodistas entrevistados
encuentran diferencias entre las prácticas que
realizan sus colegas de gremio y las clasifican
en dos tipos: 1) Buenas prácticas o prácticas
para alcanzar la calidad periodística, y 2) Malas
prácticas o prácticas que denotan al periodismo
realizado en Baja California. Los periodistas
baja-californianos entrevistados para esta
investigación también clasificaron los tipos
de periodistas que existen en el gremio en
relación con las prácticas que observan en otros
periodistas.
Dicha clasificación distingue tres tipos: el
periodista crítico, periodista enlace con la
sociedad (semejante a la definición de reportero
que describieron los periodistas entrevistados)
y periodista indiferente. Este trío de tipos se
relaciona claramente con las tipologías clásicas
provenientes de la literatura estadounidense
sobre roles y actitudes en el periodismo y
modelos profesionales (Cohen 1963; Gieber
1968; Johnstone, Slawski & Bowman 1976;
Weaver & Wilhoit 1991) (Merchant 2017:129),
con otros trabajos latinoamericanos (Mellado
2014; Mellado, Márquez, Mick, Oller Alonso
& Olivera 2017; Moreira & Oller Alonso 2018)
y, sobre todo, los análisis de la encuesta Worlds
of Journalism que ha incluido desde el 2006 a
periodistas mexicanos. De esta encuesta mundial
surge la investigación de Márquez-Ramírez y
Hughes (2017) sobre los perfiles demográficos,
laborales y profesionales de los periodistas en
México; resultados relevantes en el área.
Los hallazgos de Cohen (1963) indican dos
tipos de periodistas: el periodista participante,
que desarrolla un papel activo-vigilante de los
sistemas económicos, políticos y sociales; y
el periodista observador neutral, que apuesta
por la fidelidad de la información, escribiendo
los hechos tal cual son observados, haciendo
reminiscencia a una suerte de positivismo
periodístico.
La tipología de Cohen es una base importante
para clasificaciones posteriores que surgieron en
la literatura. Gieber (1968) planteó una tipología
conformada por cuatro tipos de periodistas:
a) el projective (descriptivo) (el intelectual y
el natural), b) el introjective (introyectado o
incorporado) (el creativo y el poderoso), c) el
encubierto (el perplejo y el cínico) y d) el pasivo
(el fracasado y el súper ético) (Humanes 2003).
Johnstone, Slawski & Bowman (1976) fueron
más allá de las tipologías y midieron actitudes
y roles de acuerdo con ocho categorías
relacionadas con las prácticas más comunes de
la profesión. Según estos autores, estas prácticas
son: investigar declaraciones, interpretar
problemas complejos, ofrecer información al
público lo máspido posible, verificar noticias,
y ofrecer entretenimiento y relajación al público.
Posterior a este estudio, otras investigaciones
analizaron variables como educación,
experiencia, edad, organización en la que trabaja
el periodista, residencia e integración profesional.
Weaver y Wilhoit (1991) encontraron tres tipos
de periodistas: a) adversario, oposición a los
poderes políticos y económicos; b) difusor, que
ofrece información de manera pida y elimina
lo no verificable; d) el movilizador-populista y
el intérprete.
En esta década, el estudio de Márquez-Ramírez
y Hughes (2017) analizó cuantitativamente
25 prácticas periodísticas. Encontraron cuatro
roles de profesionales en México: Agente crítico
de cambio, Vigilante, Consumo populista y
Propagandista (Márquez-Ramírez y Hughes
2017:118). Las autoras concluyen que estas
variables conforman una cultura periodística
híbrida.
La tipología del gremio periodístico de Baja
California que se presenta a continuación tiene
similitudes con las anteriores presentadas.
PERIODISTA CRÍTICO
El periodista crítico de Baja California se
caracteriza por demostrar un bajo nivel de
miedo ante las represalias que puedan emitir los
grupos de poder. Al mismo tiempo, genera una
resistencia ante la informacn oficial, ya sea que
provenga de gobierno, empresarios o políticos.
Se les reconoce por expresar una actitud retadora
frente a las relaciones prensa-poder.
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Por ejemplo, R. Castellanos la mayor parte del
tiempo no se sentía un periodista muy crítico, pero
se asumía como tal. Comentó: No me quedaba
callado, nunca me ha dado miedo preguntar. Yo
creo que eso es algo muy importante porque a
me imponían [los gobiernos]” (R. Castellanos,
comunicación personal, 23 de enero, 2019).
De igual manera, M. Valdés contó: “Nosotros
debemos enfrentarnos a toda esa demagogia,
a todo ese rollo, a todas esas mentiras que a
veces dicen, porque nosotros estamos viendo
lo que está pasando” (M. Valdés, comunicación
personal, 15 enero, 2019).
La mayoría del tiempo, el periodista crítico
se siente motivado por su trabajo para alcanzar
prestigio profesional, alcance en la sociedad y
un alto impacto político” (Merchant 2017:133).
Reflexionar sobre los problemas de su entorno
y vigilar las prácticas políticas de los gobiernos
y otros grupos con poder en la sociedad es una
práctica constante. Como ejemplo se encuentra
el periodista C. López (comunicación personal,
7 de marzo, 2019), periodista que contó que
algunos gobiernos, inclusive sus compañeros, lo
“tachan de rojillo”.
Este término es utilizado por el gremio
periodístico de Baja California para nombrar
a periodistas que cuestionan a los funcionarios
públicos y que tienen prácticas de resistencia a
los discursos oficiales.
El periodista crítico se mantiene alejado de la
venta de noticias (chayote) y otras las prácticas
interpretadas como corrupción. Se mantiene
astuto y pensativo; y preferentemente, elabora
reportajes de investigación.
Un periodista crítico busca la libertad de
expresión. Verifica su información y se apega
a una versión noticiosa que refleje diversas
opiniones acerca de un hecho. Para el periodista
crítico lo anterior es el significado de la
objetividad de la noticia; y está el medio para
mejorar la sociedad.
Tienen un nivel bajo de conformismo. En
ese sentido, M. Valdés cuenta algunas de las
razones por las cuales se genera: “cuando se
hacen entrevistas, que en ocasiones nos queda,
así como una duda, pero no si por flojera,
nos conformamos con lo que nos dicen, no
abundamos más” (M. Valdés, comunicación
personal, 15 de enero, 2019).
Los periodistas críticos desarrollan temas
relacionados con los gobiernos, con la salud y
la educación. A pesar de la censura que surge
constantemente en el oficio, el periodista crítico
diseña estrategias para publicar información que
le ha sido censurada por el periódico para el que
trabaja.
De la misma manera que identifica la censura y
trata de evadirla, el periodista crítico reconoce
la interferencia de los acuerdos clientelistas y
publicitarios, que sus periódicos tienen con los
grupos de poder, en la publicación de ciertas
noticias. Ante esto, diseña blogs, publica
información en otros seminarios y periódicos, y
señala de manera pública a quienes intentaron
censurar las noticias. Todas las anteriores
pueden ser nombradas: estrategias para resistir
la censura.
La actitud de asumirse como un periodista
crítico está fuertemente arraigada en los
periodistas con mayor nivel educativo,
menor experiencia y más jóvenes de
edad; aunque hay periodistas críticos
con larga experiencia en el periodismo
de Baja California y con la edad de un
adulto maduro (30 a 60 años). (Merchant
2017:133)
Al realizar el análisis de los rasgos de los
periodistas entrevistados, los que más abundan
son los rasgos del periodista enlace gobierno-
sociedad y el del periodista indiferente.
PERIODISTA ENLACE
GOBIERNO-SOCIEDAD
El periodista enlace gobierno-sociedad, o
como algunos periodistas lo han referido, el
reportero, asume que su labor es la de ser un
conducto o mediador para mantener conectados
a la sociedad y a las fuentes oficiales, como el
gobierno. Para esta tarea su práctica profesional
debe ser la de brindar información de la manera
más fiel posible. Esto implica repetir lo que
sus fuentes le comunican y verificar datos con
fuentes oficiales.
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Este tipo de periodista asume cierta
responsabilidad de lo que publica. Para
ejemplificar lo anterior, se encuentra L.
Ramos, un periodista que reconoce que a veces
publica información de mala calidad. Cuenta:
“No [debemos] conformarnos con presentar
la información así [del boletín], sino buscar
también; y si no podemos hacer nada más para
refrescarla pues ya, de perdida, que no se vea tan
peor, buscarle un lado lo más decente posible”
(L. Ramos, comunicación personal, 10 de
febrero, 2019).
El periodista enlace busca la libertad de
expresión dentro de los límites en los que se
desarrolla su trabajo (políticas de la empresa en
la que trabaja, censura de sus fuentes o tolerancia
de la sociedad).
Tiene un nivel medio de conformismo pues, a
diferencia del periodista crítico, desarrolla pocas
estrategias para publicar información que le
ha sido censurada por el periódico para el que
trabaja (Merchant 2017). En ese sentido, L.
Ramos también explica lo que ideó al enfrentar
una situación de censura de un reportaje:
Yo he tratado de hacer trabajos, como por
ejemplo cuando aprobaron el aborto en
el DF. Yo estaba haciendo como un serial
para pasar todos los días una cápsula sobre
ese tema, pero enfocada a la realidad de
Baja California (…) hice un chorro de
entrevistadera pero al momento de editarlo
nadie quiso porque era mucho. (L. Ramos,
comunicación personal, 10 de febrero,
2019)
Asimismo, R. Castellanos cuenta que en
ocasiones no hay manera de escapar de las
prácticas establecidas en el gremio: “Nada más
estás ahí estático en lo que está pasando, en la
‘reacción’ y nada más como el seguimiento de, no
estás generando” (R. Castellanos, comunicación
personal, 23 de enero, 2019).
El periodista enlace rechaza los actos de
corrupción de otros periodistas. Sin embargo, no
concibe diferentes formas de relacionarse con
sus fuentes, fuera de la negociación, la cortesía,
relaciones de amistad y clientelismo (Merchant
2017).
En el tipo de periodista enlace gobierno-
sociedad predomina un nivel educativo alto, con
experiencia en el sector que oscila en torno a
los primeros 10 años de trabajo, con hombres y
mujeres solteros y casados.
PERIODISTA INDIFERENTE
El periodista indiferente es el extremo contrario
al periodista crítico, es conformista. Se
caracteriza por darle poco valor a los problemas
sociales, pues se deja llevar por el escándalo
más novedoso. Prefiere elaborar noticias de
declaración (Márquez 2012; Munive 2016) que
reportajes. Sus principales herramientas para
conseguir datos son los comunicados de prensa
que envían las oficinas de comunicación social
a diferencia de otros periodistas que utilizan
las herramientas de transparencia o fuentes no
oficiales.
Es un periodista que acepta dádivas a cambio
de publicar u omitir noticias. En palabras de
los periodistas entrevistados, el periodista
indiferente:
Tiene la capacidad para darse cuenta de
una noticia, redactarla y el problema es que
no lo hace. [Tiene] esa capacidad de decir
‘oye, esto está mal’ y darse cuenta, pero a lo
mejor no lo escriben porque ya tienen otros
intereses [como] quedar bien para ganarse
su cheque. (F. Hernández, comunicación
personal, 7 de enero, 2019)
Para el periodista indiferente, la responsabilidad
profesional, la libertad de expresión y la
objetividad son valores democráticos del
periodismo que ignora o prefiere ignorar para no
profundizar ni comprometerse demasiado con la
profesión (Merchant 2017).
El tipo de periodista indiferente generalmente
cuenta con una experiencia que rebasa los 25
años de trabajo. Tiene un nivel educativo bajo,
aunque también existen dentro de este tipo
periodistas con estudios universitarios.
De los periodistas de larga trayectoria, se
describe que,
Desafortunadamente hay un momento en el
periodismo en el que les vale madre, o por
conservar su chamba no se esfuerzan más,
o por los mismos ritmos, no se esfuerzan
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más. Quieren seis notas, ahí están sus
pinches seis notas, pero nada más. (I.
Higuera, comunicación personal, 13 enero,
2019)
En Baja California la mayoría de los periódicos
cuentan con periodistas de tipo enlace gobierno-
sociedad que, como se comentó durante la
descripción de este perfil, construyen noticias
que reproducen, sin cuestionar los discursos
oficiales.
En otros casos, en su mayoría los periódicos están
conformados por periodistas enlace y periodistas
indiferentes, situación que entorpece la crítica
que debe construirse desde los periódicos
y no brinda la información suficiente a los
ciudadanos para la toma de decisiones sociales.
Estos periódicos tienen, evidentemente, una
propensión más alta a las relaciones clientelistas
con los actores de los grupos de poder, por lo
tanto, tienen una baja credibilidad y una mala
posición social entre los ciudadanos.
REPERTORIO DINÁMICO DE
AUTORREPRESENTACIONES
La tipología presentada es una referencia para
entender cuál es el espectro de los tipos de roles,
actitudes y autorepresentaciones profesionales
que encarnan los periodistas, pues en el ámbito
individual cada actor social puede representar,
de manera simultánea, dos o más tipos de
periodistas.
Dicha simultaneidad de roles está
relacionada la estructura y contenido de las
autorrepresentaciones, que como se explicó en el
apartado teórico son polémicas, hegemónicas o
emancipadas. Además, se debe a circunstancias
sociales específicas a las que se enfrentan
los periodistas cada día durante el ejercicio
periodístico, y obviamente a lo largo del ciclo de
su carrera periodística. Los elementos polémicos
y emancipados, que responden a ser los más
flexibles de las autorrepresentaciones, aparecen
circunstancialmente para generar una práctica
nueva en el periodista.
De acuerdo con el análisis estructural de las
autorrepresentaciones de los periodistas críticos,
en las figuras 2 y 3 se muestra que el contenido
hegemónico se relaciona principalmente con la
idea de ser crítico y con la de ser un factor de
cambio para el entorno social.
Sin embargo, hay días o momentos en que
el periodista crítico se comporta como
conformista debido a diversos factores que
parecen irrelevantes como el clima, el miedo
o la fuente. Estos contenidos polémicos
convierten momentáneamente a los periodistas
en conformistas; prácticas que caracterizan al
periodista enlace, pero no por ello deja de ser un
periodista crítico.
Algunas situaciones estructurales que pueden
generar que un periodista crítico se comporte
de manera distinta de vez en cuando son la
precariedad y la violencia sutil a la que se
enfrentan por parte de las empresas noticiosas o
grupos fácticos. Por ejemplo, un periodista al que
su jefe inmediato le ha manipulado o censurado
información evita manifestarse públicamente
para mantener un perfil bajo.
Esto le permitirá generar alguna estrategia
discreta para publicar la información que le
han censurado, y/o para enfrentar el miedo, tal
como lo han hecho periodistas de otras regiones
(López y López 2017; De León, Bravo y Duarte
2018). A primera vista, el periodista parecerá
conformista, pero si se hace el análisis profundo
de sus prácticas se entenderá que se activaron los
contenidos polémicos de su autorrepresentación
debido a una presión estructural que escapa del
control del actor social.
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Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos
Figura 2. Autorrepresentación de periodista crítico versión 1
Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos
Figura 3. Autorrepresentación de periodista crítico versión 2
De acuerdo con el análisis estructural de
las autorrepresentaciones de los periodistas
enlace gobierno-sociedad se observó que
circunstancialmente también las condiciones
estructurales los condicionan para no ser críticos
todo el tiempo. Los contenidos hegemónicos
corresponden a ser un periodista crítico, pero
como estas ideas no se construyen a voluntad
sino a partir de una estructura (empresarial,
económica o familiar), predominan en las
autorrepresentaciones contenidos emancipados
de ser un enlace gobierno-sociedad.
En este tipo existen percepciones emancipadas
como la de ser reportero, deseando ser crítico
porque es lo que la profesión exige; pero los
periodistas que trabajan para las empresas
periodísticas no logran ser críticos, pues deben
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entregar una cuota de noticias e información con
base en declaraciones de políticos, por ejemplo.
Se encontró que los periodistas enlace, también
experimentan sentimientos de decepción sobre
su profesión, pero que bajo circunstancias
específicas desafían al sistema estructural
que los delimita. Generan prácticas como las
que aparecen en las figuras 4 y 5, tales como
proponer temas de interés social o enfrentarse a
sus jefes directos y fuentes en defensa de una
noticia. A pesar de este desafío momentáneo y
los sentimientos de culpa, por creer que no se
esfuerzan lo suficiente, surge en los periodistas
una agencia escondida (Giddens 2003).
Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos
Figura 4. Autorrepresentación del periodista enlace gobierno-sociedad versión 1
Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos
Figura 5. Autorrepresentación del periodista enlace gobierno-sociedad versión 2
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Finalmente, estos periodistas continúan con su
práctica de enlace, pues temen ser despedidos de
sus empresas periodísticas.
El análisis de la estructura de las
autorrepresentaciones de los periodistas
indiferentes indica que hay contenidos
hegemónicos de ser reportero (ver figura 6), lo
que genera una relación más estrecha con el
periodista enlace, pero con contenidos polémicos
fuertes como el ser visto por los demás colegas
como chayotero (periodista que intercambia
notas por dinero), periodista de poca reflexión,
o bien, tener pensamientos propios como
cansancio por la larga trayectoria o desencanto
por la profesión por ganar poco dinero.
Buena parte de los contenidos hegemónicos de las
autorrepresentaciones del periodista indiferente
se construyen a partir de enfrentamientos que los
periodistas experimentan con las estructuras, a
lo largo de su trayectoria laboral. Por ejemplo,
trabajar para medios que les pagan poco o que
no les brindan las herramientas adecuadas para
el trabajo, genera sentimientos de hartazgo y
desvalorización de la práctica que concluyen en
autorrepresentaciones no ideales.
Lo anterior significa que los elementos polémicos
que se presentan constantemente en el repertorio
de ideas de los periodistas se convierten en
elementos hegemónicos para un sector del
gremio de periodistas de Baja California.
En síntesis, hay s unión de los rasgos del
periodista enlace y el periodista crítico, y s
del periodista enlace y periodista indiferente;
donde es ideal el periodista crítico y no ideal
el periodista indiferente, al menos a nivel de
discurso de los actores entrevistados.
Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos
Figura 6. Autorrepresentación de periodista indiferente
CONCLUSIONES
Se concluye que las autorrepresentaciones viven
en repertorios. Un periodista no tiene solo una
idea de sí mismo, sino muchas que se organizan
sistemáticamente. Por ello, ante una situación
derivada de las condiciones estructurales en las
que está inserto, en ocasiones ejerce una práctica
de acuerdo con conveniencias. Del repertorio de
autorrepresentaciones se activan aquellas que
generan menor conflicto con lo establecido en
el gremio o sus grupos, o a nivel económico o
político -esto depende del tipo de periodista-.
Las autorrepresentaciones se articulan a una
rutina de prácticas profesionales que se repiten
diaria, semanal o mensualmente durante toda la
vida laboral y adquieren un sentido inamovible
para algunos periodistas. Los contenidos
hegemónicos de las autorrepresentaciones
constituyen estas reglas rutinarias, repetitivas en
los periodistas.
Por otra parte, los contenidos emancipados
y polémicos desempeñan un papel distintivo
al momento de no seguir las reglas bajo
circunstancias específicas, lo que les permite
a los periodistas la oportunidad de generar
prácticas profesionales no esperadas. Lo anterior
indica que la práctica periodística se articula a
la constitución de las autorrepresentaciones, a
los contenidos hegemónicos, emancipados y
polémicos.
Las percepciones que tienen los periodistas de
mismos se articulan con la práctica profesional,
de tal forma que asumirse como un determinado
tipo de periodista, enlace, crítico o indiferente,
concluye en la realización de ciertas prácticas
que son congruentes con tal idea que se tiene.
Viceversa, cuando el periodista realiza ciertas
prácticas profesionales, es capaz de construirse
y reflexionar en torno a ello, para expresar como
se ve a sí mismo.
Es pertinente que los análisis de percepciones,
ideas o valores que los periodistas tienen de
mismos y sus colegas contemplen los elementos
estructurales de conformación, así como su
contenido. Lo anterior tiene como objetivo
generar matrices de relaciones y considerar
que las tipologías son móviles de acuerdo con
circunstancias y contextos específicos.
DECLARACIÓN DE CONFLICTOS DE
INTERESES: La autora declara no tener
conflictos de interés.
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