EL GOBIERNO CIVIL DE LA PARTICIPACIÓN EN COTACACHI ANTES Y DURANTE LA CONSTITUCIÓN DE 2008
Número 14 / AGOSTO, 2021 (95-111)
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y la capacitación de las dirigencias de las
comunidades, y se inició la participación en
programas estatales como el Fondo de Desarrollo
del Sector Rural Marginal (FODERUMA) y el
Programa de Educación Bilingüe.
En esta etapa, con el apoyo técnico y nanciero
de entidades estatales y organizaciones no
gubernamentales, la organización se concentró
en la ejecución de proyectos de infraestructura
y servicios básicos de vialidad, agua,
electricación, casas comunales, canchas,
guarderías, salud, fortalecimiento cultural,
créditos para producción; no obstante, señala
la Unión de Organizaciones Campesinas e
Indígenas de Cotacachi (2008) que la acción de
la organización se mantenía en el aseguramiento
de los derechos de las comunidades.
Por otro lado, de acuerdo con Ortiz (2004) el
vínculo de la UNORCAC con organizaciones
clasistas nacionales le aportó elementos que
marcaron su identidad, en el sentido de que
las luchas clasistas se orientan hacía lograr
la igualdad política, económica y social;
sintonizando con la lucha de línea campesina
por los derechos y contra la discriminación.
Desde este enfoque la organización indígena
asumió la participación popular como parte de
sus principios y le da un matiz de participación
comunitaria a través de la cual se torna una
entidad de lucha directa por sus derechos.
Con el avance de la década de los noventa,
el Estado recortó su acción en el ámbito
social, espacio que fue asumido por diversas
organizaciones de segundo grado (OSG)
(Torres 1999) como la UNORCAC, que puso
en marcha diversos programas enfocados en el
desarrollo rural apoyados nancieramente por
una constelación de agencias de cooperación en
distintos ámbitos de lo social: educación, salud,
participación y justicia.
Al mismo tiempo, en lo político se producía
una crisis de representatividad de los partidos
tradicionales (Freidenberg y Pachano 2016),
que provoca condiciones favorables para actores
nuevos como el movimiento Pachakutik a través
del cual el movimiento indígena logró posicionar
a sus candidatos en varias alcaldías (Muñoz
1999), entre ellas la de Cotacachi, donde desde
la iniciativa de la UNORCAC se conformó una
alianza con Pachakutik que logra alcanzar la
alcaldía del cantón con la candidatura de Auki
Tituaña, quien se convirte en el primer alcalde
indígena en ocupar la alcaldía de Cotacachi. De
esta manera alcanza una aspiración de muchas
décadas de la población indígena de llegar al
poder municipal con la proyección de poner
en marcha un gobierno local alternativo y
participativo.
Así se dio inicio a la experiencia participativa en
Cotacachi en 1996 con la convocatoria del alcalde
Tituaña a la población a la Asamblea de Unidad
Cantonal de Cotacachi, con el n de construir de
manera colectiva el destino del cantón hacia el
que debían canalizar los esfuerzos de todos los
sectores: aquí se establece mediante el diálogo y
la concertación una hoja de ruta común a través
del primer Plan de Desarrollo Cantonal.
Desde sus inicios, el proceso de participación
logró vincular a la sociedad civil de las tres zonas
del cantón, y movilizarla hacia el alcance de los
objetivos planteados, congurando una muy
potente alianza entre gobierno local y sociedad
civil que articuló las fuerzas sociales de cada
territorio hacia el logro de importantes avances
en términos de desarrollo cantonal (Ortiz 2004).
Los avances en democratización y ampliación
de cobertura de servicios básicos logrados a
través del proceso participativo, consolidaron la
conanza de las organizaciones sociales que se
vincularon con mucha energía a la participación,
ampliaron los ámbitos de intervención hacia
otros espacios como la cultura y la gestión
del ambiente, sumado a esto se impulsa a la
participación e integración de grupos prioritarios
como mujeres, niños, adolescentes y jóvenes.
Así surgió la participación en el cantón, ligada a
necesidades y demandas latentes, y promoviendo
la construcción colectiva de respuestas al