Además de descifrar manuscritos aljamiado-
moriscos, era el primero en elaborar una base
de datos sobre la producción aljamiado-morisca.
Por su parte, Gayangos publica en Inglaterra
Language and literatura of the moriscos en
1839.
De igual modo, dispone de una interesantísima
biblioteca de manuscritos aljamiado-moriscos.
A partir de los maestros de la escuela española
aljamiadista, y empezando por el arabista español
y el miembro de la Real Academia de Historia
Francisco Guillén Robles, el interés hacia esta
literatura ha ido en aumento, especialmente en
las últimas décadas. De hecho, la Colección de
Escritores Castellanos publicaba, entre 1885
y 1886 en tres tomos, Las leyendas Moriscas
de Francisco Guillén Robles sacadas de
manuscritos de la biblioteca de Gayangos y la
Biblioteca Nacional. La finalidad de su obra ha
sido puramente divulgativa. El sistema seguido
para la reproducción de textos aljamiados es un
tanto libre, aunque de ningún modo es arbitrario.
Su objetivo principal ha sido ofrecer un sistema
de cómoda lectura.
En detrimento de la copia exacta del texto, se
ha optado por la claridad del sentido. Eso se
debe en gran parte a su formación académica,
siendo historiador antes que lingüista. Así, su
obra no va destinada a especialistas, sino al
público en general. En parte, Francisco Guillén
Robles distorsiona el texto, aunque a menudo,
al introducir algún cambio (siempre realizado
para una mejor comprensión por parte del
público) reproduce en nota a pie de página el
texto original para los lectores especialistas. El
propio Francisco Guillén Robles cita al erudito
árabe Aben Jaldun (1332-1406) para explicar
las razones de su interés por los moriscos y su
legado:
1885:7)
Su objetivo principal mediante esta publicación
consistió en ofrecer a la comunidad científica
documentos históricos factibles para un estudio
detallado sobre las sociedades pasadas y las
estructuras que rigen sus acontecimientos y
acciones. Sin embargo, sus fines no salen de la
política trazada por parte del orientalismo del
siglo XIX que pretende estudiar las sociedades
orientales con el fin de ofrecer a las autoridades
coloniales un panorama completo de hábitos y
costumbres de pueblos orientales, facilitando
sus tareas colonialistas. Así dice:
Y cuenta que estos trabajos no tienen
solamente interés científico, sino práctico;
si en tiempos, más o menos remotos, España
consigue obtener, bien pacíficamente, bien
de otra manera, la influencia a que aspiran
muchos corazones patriotas en Marruecos,
dos clases de datos entre otros muchos
ha de tener muy presentes: ante todo las
conquistas y establecimientos modernos
de los franceses en Berberia, después la
historia de nuestros moriscos. Mientras
mejor conocida sea esta, más eficaces serán
sus enseñanzas en las contingencias futuras
de nuestra política africana. (Guillén
1885:11)
Los fundamentos colonialistas no eran la única
razón de Guillén en la disciplina de estudios
aljamiados. Aunque era historiador, nunca dejó
escapar los motivos no puramente lingüísticos;
sino más bien esgrimió argumentos de cariz
nacionalista y colonial. “Pero a pesar de esto
en ellas encontrará el hablista motivos para
serias reflexiones sobre la formación de nuestro
castellano entre los populares, giros llenos de
viveza, voces muy expresivas, dignas de ser
conservadas o usadas”(Guillén 1885:12).
[El sabio] debe conocer los principios
fundamentales del arte de gobernar, el
verdadero carácter de los acontecimientos,
las diferencias que ofrecen las naciones,
países y tiempos, en lo referente a
costumbres, usos, conducta, opiniones,
sentimientos religiosos, y todas las demás
circunstancias que influyen en la sociedad.
(Aben Jaldun 1863 citado por Guillén
También advierte al lector lo que como considera
una “bastante oscuridad en el lenguaje; torpeza
ruda en el empleo de algunas partes de la oración,
especialmente en el de los verbos auxiliares y
pronombres; hipérboles exageradísimas, a veces
monstruosas” (Guillén 1885:12).
En cuanto al sistema de la transcripción, Guillén
pretende conservar la ortografía peculiar de los