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LA INTERCULTURALIDAD DESDE LOS
PLANES NACIONALES DEL BUEN VIVIR
INTERCULTURALITY FROM THE
NATIONAL PLANS OF GOOD LIVING
Recibido:
14/02/2019
Aceptado:
05/07/2019
Luis Alberto Herrera
Montero
Miguel Ángel Novillo
Verdugo
miguel.novillo@ucuenca.edu.ec
José Manuel Castellano Gil
jcastellanos@uti.edu.ec
Juan Fernando Vera
Cabrera
fernando.verac@ucuenca.edu.ec
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Resumen
En el presente texto se realiza una productiva correlación entre los aportes
teóricos sobre interculturalidad y las propuestas que se han formulado en
planes del desarrollo de Ecuador. La reflexión teórica se trabajó a partir de
contribuciones básicas, entendidas como procesos de descolonización para
compartir el poder, en el que sociedades y culturas se caracterizarían por
nuevos pactos éticos. El objetivo principal del estudio se centró en analizar
la inclusión del tema intercultural en los Planes Nacionales para el Buen
Vivir (2009-2013) (2013-2017). La metodología usada, en este proceso de
reflexión y análisis, fue hermenéutica, entendida como interpretación y
comprensión de textos. En calidad de resultados se detecta una amplia
inclusión de la interculturalidad en los planes en mención. El problema se
proyecta, cuando los pobladores deben aplicar estos planes en la
cotidianidad social y cultual, ya que contempla contenidos redactados en
lenguajes sumamente técnicos y epistemologías complejas, de difícil acceso
para la mayoría de la ciudadanía ecuatoriana e, incluso, para profesionales.
Palabras clave: Interculturalidad, desarrollo, Buen Vivir
Abstract
This study establishes the productive correlation between the theoretical
contributions on interculturality and the proposals that have been
formulated in Ecuador’s development plans. The theoretical reflection was
based on fundamental contributions, understood as decolonization
processes to share power, in which new ethical agreements would
characterize societies and cultures. The main objective of the study was to
analyze the inclusion of the intercultural theme in the National Plans for
Good Living (2009-2013) (2013-2017). The methodology used, in this
process of reflection and analysis, was hermeneutic, understood as
interpretation and understanding of texts. As results, a broad inclusion of
interculturality is detected in the plans mentioned. The problem is projected,
when the inhabitants must apply these plans in the social and cultural daily
life, since it contemplates contents written in highly technical languages
and sophisticated epistemologies, of difficult access for the majority of the
Ecuadorian citizens and, even, for professionals.
Keywords: Interculturality, development, Good Living
LA
INTERCULTURALIDAD
DESDE LOS PLANES
NACIONALES DEL
BUEN VIVIR
INTERCULTURALITY
FROM THE NATIONAL
PLANS OF GOOD LIVING
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INTRODUCCIÓN
LA INTERCULTURALIDAD COMO
DIVERSIDADES EN RELACIÓN DE
EQUIDAD Y POLÍTICA PÚBLICA
En Ecuador somos parte de una larga historia de
dominación occidental. Según Enrique Aya- la
(2014), la “cultura indígena” fue interrumpida por
procesos de conquista y colonización europea.
Este acontecimiento histórico provocó que la di-
versidad cultural del país haya sido invisibilizada
por más de 500 años, cuando constituye una pro-
blemática de relevancia para el sistema político
contemporáneo. De este modo, en la actualidad
cobra sentido la afirmación de que “el mundo se
ve desde el yo cuando debe verse desde el noso-
tros” (SENPLADES, 2009). Es decir, no se re-
conoce la diferencia, por ende, no existe diálogo
intercultural.
Pese la dominación colonial mencionada, es posi-
ble sostener que las propuestas interculturales se
generaron a partir de 1944, con el proceso lleva-
do a cabo por Dolores Cacuango y la Federación
Ecuatoriana de indios (FEI), en territorios de co-
munidades rurales del cantón Cayambe. Durante
estas manifestaciones de lucha política, se crearon
las primeras Escuelas de Educación Intercultural
Bilingüe; de indios para indios (Rodas, 1998). Es-
tos procesos se fortalecieron en la década de los
70, por la influencia de la Teología de la Libera-
ción, con Monseñor Leonidas Proaño en la Sie- rra
Centro, y con los Salesianos en la Amazonia
(Conejo, 2008). A partir de estos antecedentes, se
explica el posterior surgimiento de la Confedera-
ción de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) en
1986, la institucionalización estatal de la Direc-
ción Nacional de Educación Intercultural Bilingüe
(DINEIB) en 1988 y la inclusión de la intercul-
turalidad dentro de los parámetros jurídicos de la
Constitución de 1998.
El posicionamiento político de la interculturalidad
adquirió un importante protagonismo luego del
período de 1998-2007. Ante las imposiciones del
capitalismo neoliberal, el Estado ecuatoriano rea-
lizó varios salvatajes bancarios, incautó los aho-
rros financieros de los ecuatorianos en el año 1999
y modificó el sistema monetario del sucre por la
dolarización en el 2000. Estos hechos provocaron
reiteradas crisis en el sistema político y la necesi-
dad de un nuevo proceso gubernamental, del cual
surgió la Constitución de 2008; se planteó el Esta-
do plurinacional e intercultural, así como, el régi-
men del Buen Vivir y los derechos de la naturale-
za, entre los temas de mayor relevancia. Dentro de
este momento histórico y político, bajo los nuevos
determinantes constitucionales, se estructuraron
políticas públicas y procedimientos técnicos para
otra gobernabilidad, a través de los Planes Na-
cionales para el Buen Vivir (PNBV 2009-2013 y
PNBV 2013-2017).
Es necesario aclarar que, esta breve panomi- ca
histórica, estuvo acompañada de trabajos de
reflexión y teorización sobre interculturalidad
(Moya y Moya, 2004). La intención de este artí-
culo no es resumir la variedad de contribuciones
que se hicieron al respecto, sino comprender la
interculturalidad como un proyecto principalmen-
te político, dirigido hacia la construcción de un
nuevo pacto ético (Tubino, 2004), que conciba al
poder como hecho que se comparte, que se opone
al ejercicio hegemónico colonial y clasista (Wal-
sh, 2009). En esa medida, se tornó urgente gene-
rar procesos de descolonización en lo político y
epistémico (De Sousa Santos, 2010). El objetivo
de la interculturalidad, por tanto, es “construir una
sociedad pos-capitalista y pos-colonial” (Hirsch-
kind, 2014: 111) donde la lógica de superiores e
inferiores se supere: “la interculturalidad signifi-
ca el contacto e intercambio entre culturas en tér-
minos equitativos, en condiciones de igualdad”
(Walsh, 2009:41).
Desde aportes teóricos y prácticos de indiscutida
pertinencia, se concibe que la interculturalidad no
puede ser patrimonio de etnicidades, sino que debe
integrar a otros sectores y pueblos (Herrera, 2015).
De ahí que la contribución de Marisol de la
Cadena (1991) es relevante, ya que alerta so- bre
la necesidad de generar relaciones de equidad de
género dentro de las poblaciones indígenas. En
términos de reflexiones que articulen el género
con la interculturalidad, es preciso señalar la nece-
sidad de definir posturas teóricas que profundicen
la descolonización racista, a la par de la descolo-
nización patriarcal. Esta necesidad de articulación
debe también concretarse respecto a diversas te-
máticas de intervención social, tales como: salud,
educación, participación política, ordenamiento
territorial, comunicación, entre las principales,
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que han sido implementadas en forma fracciona-
da, con escasa coordinación de actividades (He-
rrera y Torres 2017). Adicionalmente, los procesos
sociales destacan el valor de las diferencias y las
subjetivaciones en calidad de procesos políticos
complejos e integrales (Fornet Betancourt, 2009),
donde el conflicto se encuentra con la armonía; es
decir, la interculturalidad no es un falso mul-
ticulturalismo (De Sousa Santos, 2010), sino una
visión distinta de la multiculturalidad, combinada
con necesarias confluencias y prioridades de ín-
dole comunitaria, por el bien común y la solidari-
dad (Herrera, 2015). En síntesis, se entiende que
la “lucha por la igualdad es también la lucha por el
reconocimiento de la diferencia” (SENPLADES,
2009:35).
Desde los parámetros teóricos mencionados, la
interculturalidad no puede ignorar el bien común.
Lo común, conforme Hannah Arendt (1995), es el
consenso inclusivo de pluralidades, es el fin prio-
ritario de los procesos generadores de democracia.
En una lógica algo similar, con claras connotacio-
nes marxistas, François Houtart (2013) destaca la
necesidad de tomar en cuenta los bienes comunes
de diversas sociedades, pero para proyectarlos ha-
cia el bien común de la humanidad.
Con base en lo expuesto, el artículo define su pro-
blemática en la configuración de las propuestas de
desarrollo y su relación con la temática de la
interculturalidad en Ecuador (como una reflexión
reciente), tomando como base de análisis los Pla-
nes Nacionales para el Buen Vivir 2009-2013 y
2013-2017. De esta manera, las propuestas plas-
madas, en los planes mencionados, estructuran
responsabilidades en lo público, por ende, sus
orientaciones deberían estar enfocadas a garanti-
zar el bien común; aspecto que en la praxis nacio-
nal está muy lejos de concretarse. Como sustento
de la problemática expuesta, el artículo tiene por
preguntas de investigación: ¿Qué nivel de in-
clusión cuenta la interculturalidad en los Planes
Nacionales del Buen Vivir 2009-2013 y 2013-
2017? ¿Qué fundamentación y coherencia teórica
sobre interculturalidad integran los Planes antes
mencionados? Con base en la problematización y
formulación de interrogantes, el presente texto
contiene por objetivos específicos los siguientes:
1) evaluar el nivel de inclusión de la intercultura-
lidad en los Planes Nacionales para el Buen Vivir
2) ; fundamentar la coherencia entre los aportes
teóricos sobre interculturalidad y su inclusión en
los planes en referencia.
METODOLOGÍA
LA HERMENÉUTICA COMO
METODOLOGÍA DE INTERPRETACIÓN Y
COMPRENSIÓN DE TEXTOS
El presente trabajo se ajustó a un artículo de revi-
sión, en consecuencia, el método de investigación
fue estrictamente interpretativo-hermenéutico. La
hermenéutica cuenta con un largo trayecto histó-
rico, no obstante, un mayor grado de presencia se
logra con los aportes de Hans-Georg Gadamer
(1993). Se trata de una propuesta para interpretar
la realidad desde el valor de la experiencia, al con-
trario de lo sostenido por el positivismo; es decir,
todo lenguaje y todo conocimiento es interpreta-
ción, por tanto, con la hermenéutica, también se
crea verdad (Gadamer, 1993).
Desde esta perspectiva, para Gadamer la experien-
cia también abarca al ejercicio de teorizar, de otor-
gar valor a la interpretación de textos, que incluye
a la ciencia, al arte, a la filosofía, a la teología,
entre otras disciplinas. Lo medular es que la in-
terpretación y la comprensión están estrechamente
ligadas en cualquier reproducción humana. “Pues
toda reproducción es en principio interpretación, y
como tal quiere ser correcta. En este sentido es
también comprensión” (Gadamer, 1993:3).
Es importante aclarar que la hermenéutica re-
fuerza las posturas relativistas de la ciencia y la
filosofía. Por más que haya intentos por llegar, in-
cluso, a verdades negociadas y de consenso, esta-
rán sujetas a comprensiones e interpretaciones en
constante transformación; la hermenéutica faculta
entender la verdad científica en conexión con el
consenso sociocomunicacional que se genere y no
con una verdad descubierta e indiscutida como ab-
soluta y universal (Bauman, 2002).
Con base en los aportes de Heidegger, se plantea
que las interpretaciones que el hombre haga sobre
la existencia, sobre el mundo, dependen de la exis-
tencia misma del hombre; es decir, de ser y estar
en el mundo. Objetos, como las rocas, no existen
por el ser humano, las comprensiones humanas
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dependen de cómo este interpreta su existencia a
partir de ser y estar en el mundo (Bauman, 2002).
En esta misma lógica, Ricouer (2004), pese a ser
crítico de Heideger y Gadamer, considera que la
interpretación-comprensión debe sustentarse a
partir de múltiples existencias. En cuanto a la in-
terpretación y comprensión de textos, retomando a
Ricouer, debe tenerse en cuenta de que esta acción
implica también estar en el texto.
Dentro de esta tónica de análisis, se trató la temáti-
ca abordada en los Planes Nacionales para el Buen
Vivir (2009-2013) y (2013-2017). Conforme a lo
expuesto, se interpretó y comprendió el paradig-
ma intercultural en la formulación de los conteni-
dos de los planes en mención. Lo que se planteó
consistió en una conexión metodológica entre la
teoría y las propuestas diseñadas en los planes, a
través del análisis de los respectivos textos.
En síntesis, se usó la hermenéutica como inter-
pretación y comprensión de textos, se revisaron y
analizaron los Planes Nacionales para Buen Vivir
2009-2013 y 2013-2017, con el apoyo de biblio-
grafía respecto del tema intercultural y se sistema-
tizaron contenidos con base en la identificación de
problemáticas y propuestas para atenderlas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
LA INTERCULTURALIDAD COMO
PARÁMETRO POLÍTICO PÚBLICO DE
LOS PLANES NACIONALES DEL BUEN
VIVIR
En el plan 2009-2013 se plantea 12 objetivos
nacionales, que reconocen a la diversidad, que
cuestionan la exclusión y marginalidad impuesta a
varios sectores de la población, evidencia de la
desigualdad y la acumulación capitalista de la ri-
queza. Dentro de esta contextualización, se pro-
blematiza el desconocimiento a la diferencia y la
falta de diálogo intercultural, aspectos que pro-
mueven la homogenización de los ejes generado-
res de identidad: “la identidad nacional homogé-
nea no tolera la diferencia y la diversidad como
principios constitutivos de la organización estatal”
(SENPLADES, 2009:42).
En el sentido recientemente expuesto, el Plan
Nacional 2009-2013 centra su atención priorita-
ria en “personas que antes fueron ignoradas por los
poderes de turno” (SENPLADES, 2009:20), se
promueve la construcción de un estado inter-
cultural, donde, además, la igualdad de género, el
trabajo comunitario y el medio ambiente, jue-
guen un papel fundamental en la armonía entre ser
humano-naturaleza: “De ahí que hacer daño a la
naturaleza es hacernos daño a nosotros mismos.
Cada acto, cada comportamiento tiene consecuen-
cias cósmicas, los cerros se enojan o se alegran, se
ríen o se entristecen, sienten…piensan… existen”
(SENPLADES, 2009:32).
Las problemáticas y proyecciones expuestas en
este plan dejan en claro el potencial del país en
términos de diversidad de actores, saberes y expe-
riencias que llevan al Buen Vivir, concebido ade-
más como “la relación armónica entre el ser hu-
mano y la naturaleza” (SENPLADES, 2009:35).
En términos de acción, se plantea la práctica de la
solidaridad, la cooperación y la democracia parti-
cipativa; propuestas de cambio que se contrapo-
nen al sistema político en crisis, provocado por la
acumulación de capitalismo neoliberal.
Dentro de los objetivos nacionales, se ubicaron
contenidos atravesados por la temática intercultu-
ral, entre los que se destacan la educación, la in-
clusión social y económica, la equidad de género,
el uso de espacios y expresiones culturales, el for-
talecimiento de las identidades en comunidades,
pueblos y nacionalidades, entre otros. En el obje-
tivo 1, por ejemplo, se propone: Auspiciar la igual-
dad, cohesión e integración social y territorial en
la diversidad.
En el objetivo 2: Mejorar las capacidades y po-
tencialidades de la ciudadanía, se integra el
planteamiento de políticas enfocadas en mejorar la
calidad educativa, con enfoques de género,
interculturalidad e inclusión. Esta política se
desarrolla a partir del fomento de la evaluación y
capacitación permanente de docentes, juntamente
con la participación de familias y organizaciones
sociales. Este objetivo propicia el argumento si-
guiente:
[…] una educación de calidad favorece la
adquisición de saberes para la vida y for-
talece la capacidad de logros individuales;
a través de la cultura, se define el sistema
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de creencias y valores que configura las
identidades colectivas y los horizontes so-
ciales; el deporte, entendido como la ac-
tividad física planificada, constituye un
soporte importante de la socialización, en
el marco de la educación, la salud y, en ge-
neral, de la acción individual y colectiva.
(SENPLADES, 2009:161)
La educación intercultural bilingüe se ve forta-
lecida por la articulación con organizaciones in-
dígenas. Se prioriza, además, la utilización de
material educativo en la lengua originaria de cada
nacionalidad y el castellano como nexo intercultu-
ral (SENPLADES, 2009:172). Parte central es la
inclusión de mallas curriculares con temas afines a
los pueblos y nacionalidades, donde se represen-
ten sus realidades históricas y contemporáneas.
En el objetivo nacional 3: Mejorar la calidad de
vida de la población, parte de la problemática re-
ferente a la calidad de vida de los ecuatorianos. De
manera específica, se pone énfasis en “la carencia
de indicadores certeros y confiables, integrales,
periódicos y con desagregación, que permitan es-
tudiar sus determinantes, su impacto diferencial y
las brechas de inequidad social, de género, ge-
neracional, étnica y territorial” (SENPLADES,
2009:190).
En este contexto, una de las políticas de este ob-
jetivo nacional postula: “Brindar atención integral
a las mujeres y a los grupos de atención priori-
taria, con enfoque de género, generacional, fami-
liar, comunitario e intercultural” (SENPLADES,
2009:204). El objetivo se justifica pues, ya que
implica crear condiciones necesarias, tendientes a
satisfacer necesidades ciudadanas y fortalecer las
capacidades de la sociedad en la construcción de
un proyecto de vida común:
El concepto de Buen Vivir integra factores
asociados con el bienestar, la felicidad y la
satisfacción individual y colectiva, que
dependen de relaciones sociales y econó-
micas solidarias, sustentables y respetuo-
sas de los derechos de las personas y de la
naturaleza, en el contexto de las cul-
turas y sistemas de valores y en relación
con expectativas, normas y demandas.
(SENPLADES, 2009:189)
En el objetivo nacional 7: Construir y fortalecer
espacios públicos, interculturales y de encuentro
común, se reconocen acciones como: democra-
tización de las expresiones culturales diversas,
asegurando la libre circulación, reconocimiento y
respeto a las múltiples identidades sociales; forta-
lecimiento y apertura de espacios públicos perma-
nentes para el intercambio entre poblaciones, con
base en el reconocimiento mutuo y la valorización
de todas las expresiones colectivas; derecho al dis-
frute pleno de la ciudad y sus espacios públicos,
bajo principios de sustentabilidad, justicia social,
equidad de género y respeto cultural.
En la perspectiva indicada, las acciones que tien-
den a estimular el uso de bienes y servicios cultu-
rales diversos, participativos e interculturales en la
producción, transmisión y disfrute de la pobla-
ción, implica los siguientes aspectos: instituciona-
lidades interculturales, que apoyen la investiga-
ción histórica y antropológica; acceso a espacios
de conocimiento y “encuentro, de práctica del ocio
creativo, de recreación de las memorias sociales y
los patrimonios y como medios de producción y
circulación de conocimiento y bienes culturales”
(SENPLADES, 2009:292).
En este punto, es trascendental la divulgación de
conocimiento patrimonial, cultural y natural, que
permitan la valoración de la diversidad socio iden-
titaria. En este ámbito, se tiende a la promoción del
servicio social intercultural, a través del volun-
tariado, del trabajo comunitario y la minga como
espacios colectivos de encuentro común entre di-
versos.
En el objetivo nacional 8 que se especifica en la
tabla 1: Afirmar y fortalecer la identidad nacional,
las identidades diversas, la plurinacionalidad y la
interculturalidad. Esta propuesta se plantea como
alternativa a la problemática del neoliberalismo,
desencadenante de descomposiciones sociales.
Frente a este marco de descomposición se plani-
fican acciones que tiendan a la construcción de la
sociedad plurinacional e intercultural, dentro de
relaciones de reconocimiento de la diferencia
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y respeto mutuo. De ahí, la necesidad de superar
desigualdades, para garantizar que toda persona o
colectividad se beneficie de diversos bienes y
expresiones culturales. Esta perspectiva no puede
dejar de lado el conocimiento, la valoración y afir-
mación de las diversas identidades socioculturales
de los distintos pueblos y nacionalidades que con-
forman el Ecuador, (incluyendo los residentes del
exterior).
Estos procesos de reconocimiento de la intercul-
turalidad, en variedad de temáticas e instancias de
intervención institucional, pueden concretar- se
desde otro modelo de Estado. Tal propósito se
plantea en el objetivo 12: Construir un Estado de-
mocrático para el Buen Vivir, que implica, ade-
más, la construcción de iniciativas que articulan al
Buen Vivir con la plurinacionalidad y la intercul-
turalidad, conforme se detalla en la tabla1.
Después de 4 años, aproximadamente, se propone
el Plan Nacional para del Buen Vivir 2013-2017,
donde se puede determinar tanto continuidades
como discontinuidades en referencia al plan an-
terior.
En cuanto a las continuidades, se plantea en el
objetivo nacional 1: “Consolidar el Estado de-
mocrático y la construcción del poder popular”
(SENPLADES, 2013:108). De este objetivo se
desprenden acciones para potenciar los mecanis-
mos y los espacios de articulación y diálogo entre
el Estado y las comunidades, los pueblos y las
nacionalidades, desde enfoques de interculturali-
dad y plurinacionalidad, que se establezcan como
partes constitutivas para la generación de políticas
públicas que se concreten en las distintas entida-
des estatales.
Para el efecto, se destaca la necesidad de promo-
ver la incorporación de profesionales de las na-
cionalidades y los pueblos en la administración
pública, sin ningún tipo de discriminación. Algo
distintivo en el objetivo mencionado, tiene rela-
ción con la necesidad del establecimiento de me-
canismos para garantizar los derechos de pueblos
y nacionalidades en cuanto al uso de los territorios
ancestrales.
En el objetivo nacional 2, se propone: auspiciar la
igualdad, la cohesión, la inclusión y la equi- dad
social y territorial en la diversidad, median- te
políticas que buscan la inclusión en temas de salud
y educación de aquellas personas o grupos que han
sido excluidos y discriminados. De igual manera,
se fomenta la “inclusión económica y social de
personas en situación de movilidad hu- mana, así
como de sus diversos tipos de familias”
(SENPLADES, 2013:138).
En el objetivo nacional 3 se pretende lo siguien-
te: Mejorar la calidad de vida de la población, a
Tabla 1: Objetivos 8 y 12 PNBV 2009-2013
Acciones Objetivo 8
Acciones Objetivo 12
- Ampliar los espacios de diálogo y canales de
comunicación permanentes (…) que garanticen
relaciones interculturales en la sociedad.
- Fomentar estudios transdisciplinarios sobre las
diversas culturas e identidades y la difusión de
sus elementos constitutivos. b. Reconocer, va-
lorar y proteger los conocimientos, saberes y
prácticas culturales -ancestrales e históricas- de
los hombres y las mujeres de los pueblos indí-
genas, afro ecuatorianos y montubios, así como
de los diferentes colectivos culturales del Ecua-
dor.
Establecer mecanismos en las
distintas entidades estatales, a fin
de que el enfoque plurinacional e
intercultural sea parte constitutiva
de la gestión pública.
Transversalizar el enfoque inter-
cultural en las políticas públicas.
Fuente: Elaboración propia a partir de (SENPLADES, 2009).
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través de la creación de condiciones necesarias
que permitan la “inclusión y adaptación progre-
siva de las cosmovisiones, los conocimientos y los
saberes ancestrales de las diversas culturas”
(SENPLADES, 2013:165), en aspectos de salud e
interculturalidad (preventiva y curativa). Esta pro-
puesta se fundamenta en la problemática de que las
mujeres indígenas afrontan serios riesgos en la
labor de parto, es decir, presentan una situación de
desventaja frente a otras situaciones y contex- tos
que evidencian diferencias regionales y étnicas
(según la Encuesta Demográfica y de Salud Ma-
terno Infantil (Centro de Estudios de Población y
Desarrollo Social, 2005)). Así, los porcentajes de
asistencia médica y métodos anticonceptivos
muestran:
[…] que el 65% de mujeres que se auto
identifican como indígenas afirma haber
tenido partos domiciliarios. En provincias
con alta población indígena y afro ecua-
toriana, el parto domiciliario alcanza un
40%; en la región Amazónica, esta situa-
ción llega al 38%. Según esta misma fuen-
te, esa realidad se refiere especialmente a
factores culturales ligados a las tradiciones
y costumbres de estos pueblos y nacionali-
dades, pero también se refiere a los tratos y
actitudes que las mujeres reciben de parte
del personal médico, que por momentos
aparecerían como situaciones violentas.
Estas cifras nos hablan especialmente de
barreras culturales que impiden que las
mujeres accedan a los servicios de salud,
ya que los mismos no son reconocidos
como espacios seguros en los que se ga-
ranticen sus derechos, sino como lugares
que representan en muchos casos violencia
y falta de entendimiento y dialogo cultural.
(SENPLADES, 2013:156)
Bajo este contexto, el objetivo 3 plantea la gene-
ración de espacios y ambientes saludables, don- de
prime un equilibrio entre lo urbano y lo rural,
aspectos que fortalecerán el ordenamiento territo-
rial, hábitats adecuados y viviendas dignas.
En cuanto al objetivo 4: Fortalecer las capacida-
des y potencialidades de la ciudadanía, se detec-
ta, entre sus prioridades, impulsar una educación
integral, inclusiva e intercultural, por medio de
acciones que determinen el mejoramiento de la
oferta en la formación docente; de este modo, se
incluyen iniciativas para la actualización continua
de conocimientos académicos, sin descuidar los
saberes ancestrales, así como el fortalecimiento de
sus capacidades pedagógicas y de su rol en la
formación de ciudadanos responsables con el pa-
trimonio cultural material e inmaterial y, el patri-
monio natural, y comprometidos con un modelo
de vida sustentable.
Finalmente, dentro de este objetivo se pretende
difundir y fortalecer diferentes epistemologías y
metodologías, sustentadas en procesos de inves-
tigación que rescaten los legados de pueblos y
nacionalidades, como valores de sistemas educati-
vos que fomenten la ciencia e innovación a partir
del diálogo de saberes.
Estas y otras acciones se proponen desde el argu-
mento de que el país ha “vivido una triple crisis
producto de la ausencia de la gestión de un co-
nocimiento emancipador: crisis de su modelo de
acumulación y redistribución, crisis de la calidad
de su democracia y crisis de sostenibilidad am-
biental” (SENPLADES, 2013:184); es decir, la
educación, la investigación, la tecnología y la in-
novación han estado en manos privadas y alejadas
del desarrollo nacional.
La construcción de espacios de encuentro común
y el fortalecimiento de la identidad nacional, las
identidades diversas, la plurinacionalidad y la in-
terculturalidad son prioridades del objetivo nacio-
nal 5. En el objetivo, en mención, se plantea el
derecho poblacional a una comunicación libre y a
la integración intercultural, a favor de procesos
contra hegemónicos de carácter regional.
Nuevamente, la justificación se basa en el reto de
construir la interculturalidad como respuesta ante
la “exclusión y la dominación clasista, racista,
xenófoba, machista y patriarcal” (SENPLADES,
2013:212). La manera de cumplir con este come-
tido es por medio de la difusión de contenidos co-
municacionales y educativos que erradiquen este-
reotipos que atentan contra la diversidad étnica,
intercultural y sexo-genérica.
En adición, se proyectan de acuerdo con SENPLA-
DES (2013) acciones a concretarse como inicia-
tivas a nivel regional. En esa tónica, se pretende
impulsar el intercambio y diálogo intercultural
mediante consideraciones, tales como:
LA INTERCULTURALIDAD DESDE LOS PLANES NACIONALES DEL BUEN VIVIR
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a. Difusión del patrimonio tangible e intan-
gible. b. Crear redes de investigación para
recuperar y proteger el patrimonio regional,
innovar e intercambiar experiencias de ma-
nera solidaria, en instancias continentales
como la ALBA y la UNASUR.
c. Promover la participación del Ecuador en
procesos de cooperación cultural que propi-
cien la promoción y protección de las indus-
trias culturales de Latinoamérica; desarrollo
de un sistema integral de indicadores cultu-
rales y mecanismos de levantamiento de in-
formación, para el seguimiento y la evalua-
ción de la política cultural, entre otros.
En definitiva, para resolver problemáticas de ex-
clusión y marginalidad de nuestra realidad, en los
Planes Nacionales para el Buen Vivir (2009-2013
y 2013-2017) se señala que debe reconocerse la
diferencia y luchar por la igualdad. A la par, la in-
terculturalidad propone la igualdad de género, va-
lora al humano sobre el capital y busca la armonía
con los otros y con la naturaleza. La necesidad de
reconocer la diversidad como parte sustancial de
la sociedad es un aprendizaje intercultural.
En cuanto a las discontinuidades sobre el tema de
la interculturalidad, en el Plan Nacional para el
Buen Vivir 2013-2017 se habla de: Socialismo del
Buen Vivir. Habría que sustentar esta comple-
mentación conceptual con mayor rigor, esfuerzo
que está aún pendiente, pues las connotaciones del
Buen Vivir implican contenidos con base en re-
flexiones de descolonización y plurinacionalidad,
que no necesariamente conllevan significados si-
milares a muchas teorías socialistas; es más, es
muy posible demostrar disímiles conceptuales y
paradigmas teóricos contrapuestos.
Inventar un nuevo concepto de socialismo, sin el
necesario trayecto teórico, epistemológico y polí-
tico, puede implicar enajenación de su significado.
En definitiva, la afirmación es aún apresurada para
asumirla en textos teóricos, peor al tratarse de pla-
nes de desarrollo.
UNA CRÍTICA CONSTRUCTIVA Y
PROACTIVA RESPECTO A LOS PLANES
NACIONALES PARA EL BUEN VIVIR
Es en esta parte del artículo, cuando se intenta una
aplicación aproximada de la postura hermenéuti-
ca, conforme lo tratado por Ricoeur (2004). Una
de las limitaciones de las propuestas y políticas
contempladas en los Planes Nacionales para el
Buen Vivir, es que no se retoman a autores con
trayectoria en la formulación de la temática inter-
cultural; es más, en el Plan Nacional para el Buen
Vivir 2009-2013, de las 22 menciones que se hace
del concepto, ninguna está sustentada en contribu-
ciones teóricas.
En el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017,
sucede lo mismo, pese al incremento en el uso del
término 48 veces. De ahí que, en la bibliografía
expuesta en los dos planes, no hay títulos con la
palabra interculturalidad. En definitiva, pese al uso
del concepto, su teorización es definitivamen- te
pobre en los planes en referencia. Se hace uso del
concepto sin los refuerzos académicos respec-
tivos, aspecto que no sucede con otros conceptos,
a pesar del peso político, ético y civilizatorio que
contiene la interculturalidad en la Constitución de
2008.
Otra limitación es la inmensa distancia que tienen
sus contenidos con los niveles de comprensión de
la mayoría de los ecuatorianos y ecuatorianas, in-
cluso, de comunidades, pueblos y nacionalidades.
Se comete el mismo error de otras épocas, cuando
se intentaba adoctrinar a las poblaciones respec- to
de las bondades del socialismo, comunismo y
anarquismo.
Lastimosamente, esos procesos, mayoritariamen-
te, no consideraron los aprendizajes y trayectos
culturales de los pueblos, apenas ciertos dirigen-
tes sociales llegaron a entender aquellas profundas
teorías; causa directa de fracasos políticos. Fuera
de estos errores, estuvieron corrientes latinoame-
ricanas como la educación popular y la investiga-
ción acción participación, pero sus contribuciones
continúan estando pendientes en los procesos de
práctica política.
No cabe duda de que debió realizarse un ejercicio
de traducción y facilitación de los contenidos de
los planes desde postulados de democracia parti-
cipativa. El lenguaje con el que están realizados
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estos textos, da cuenta de lo contrario, aunque se
defienda, legítimamente, la participación de acto-
res sociales diversos para el respectivo diseño.
Esto debió evaluarse detenidamente, bajo pará-
metros e indicadores que midan, en primera ins-
tancia, el nivel de revisión y entendimiento por
parte de las poblaciones, para de ahí constatar los
niveles posibles de aplicación. En una experien-
cia de investigación sobre el tema, con Gobiernos
Autónomos Descentralizados, de parroquias del
cantón Cuenca, en el marco del proyecto del XV
Concurso de la Dirección de Investigación de la
Universidad de Cuenca. La interdependencia en-
tre la interculturalidad y la política pública en el
período 1998-2016, su definición e institucionali-
dad en el cantón Cuenca, fue factible detectar un
agudo desconocimiento, por no decir total, de lo
formulado por interculturalidad en los Planes Na-
cionales para el Buen Vivir.
De lo argumentado, se plantea que la construcción
de procesos interculturales implique algunas ne-
cesidades por atender de mejor manera, con base
en los propios aprendizajes y simbolismos de los
sectores sociales. El desafío consistiría en cómo
lograr empoderamiento de lo mencionado en los
planes, más que solamente lograr la participación.
Entonces, se debe reflexionar sobre:
- ¿Cómo incluir los aprendizajes de comunida-
des, pueblos y nacionalidades en los procesos
de formulación de contenidos?;
- ¿Cómo garantizar el establecimiento de meca-
nismos viables para la asimilación de los pla-
nes de desarrollo por parte de diversos actores
sociales?;
- ¿Cómo generar estrategias de comunicación
efectivas para respetar a las diversidades socio-
culturales y sus legados patrimoniales?:
- ¿Cómo implementar procesos de ordenamiento
territorial con enfoque intercultural y plurina-
cional?;
- ¿Cómo aplicar acciones donde la intercultu-
ralidad sea prioridad a nivel local, regional y
nacional?;
- ¿Cómo concientizar el derecho a la intercultu-
ralidad para promover la igualdad de mujeres y
hombres en todos los ámbitos de participación
cotidiana y pública?;
- ¿Cómo alcanzar el respeto a la integridad de
etnias, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, per-
sonas con discapacidades, miembros de la ter-
cera edad y poblaciones GLBTI, en todos los
ámbitos de acción cotidiana y pública?
O sea, que el proceso de los planes no es un pro-
ceso auténticamente intercultural, aunque se haya
sostenido en eventos participativos a partir de lo
cual, es posible deducir, que los textos expuestos
en los planes proponen la interculturalidad como
significado que no integra las voces de multipli-
cidad de actores, que están lejos de las compren-
siones conceptuales y técnicas de textos fuera de
sus ámbitos vitales de acción y de los simbolismos
populares.
Se parte, en la presentación del Plan Nacional para
el Buen Vivir (2009-2013), destacando que el
producto responde principalmente a aportes de la
militancia de Alianza País. Sin embargo, se men-
ciona, posteriormente, una serie de procesos que
destacan el diálogo de saberes, la valoración de la
experiencia, diversidad de participantes, pensa-
miento no fragmentado, entre los más importantes.
La participación en variedad de procesos no ga-
rantiza la inclusión de sus voces, sobre todo, por la
complejidad del lenguaje, que no difiere del usa-
do por las ciencias sociales. Entonces el esfuerzo
vuelve a tener como lectores casi exclusivos a éli-
tes con preparación intelectual. Si se realiza una
investigación que mida cuantas personas han leído
y se han empoderado de los textos del mencionado
plan, seguramente los resultados arrojarían canti-
dades evidentemente nimas, incluso en la mi-
litancia referida. Esto se enfatiza, a pesar de que se
hayan realizado multiplicidad de eventos co-
municativos y que se haya encuestado, a través de
sondeos de opinión, a más de 5000 actores clave.
En el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-
2017, se insiste en metodologías participativas:
casi ocho mil doscientas personas participaron en
más de cien eventos públicos y virtuales, a través
de diálogos, mesas temáticas, grupos focales, ta-
lleres, reuniones con organizaciones (nacionales,
consejos sectoriales y asambleas locales) entre las
más destacadas (SENPLADES, 2013).
El sesgo elitista del lenguaje usado, también se re-
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plica. Tampoco hay mayor diferencia con textos de
investigación científica en ciencias sociales, que
no están al alcance de la interpretación-com-
prensión de la mayoría de los ciudadanos y ciu-
dadanas del país. Desde el esfuerzo hermenéutico
realizado, el empoderamiento popular estaría tam-
bién fuera.
CONCLUSIONES
La interculturalidad se ha teorizado como proce-
sos diversos para compartir el poder. En esa pers-
pectiva, se planteó la descolonización como nece-
sidad a implementarse, ya que elimina creencias y
prácticas que han normalizado existencias de seres
superiores e inferiores, en términos raciales y
culturales. Sin embargo, no es suficiente desco-
lonizarse, debido a que una propuesta intercultu-
ral debe nutrirse principalmente de prácticas hacia
nuevos pactos socio-éticos, basados en el fomen-
to de relaciones sociales de igualdad y respeto de
las diferencias culturales, que integra a pueblos,
nacionalidades, mujeres, hombres, niños-niñas,
adolescentes, personas con discapacidades, miem-
bros de la tercera edad, poblaciones GLBTI, entre
otras.
Lastimosamente, en los planes está ausente una
integración de base teórica rigurosa. En la inter-
pretación-comprensión de contenidos, se identi-
ficaron aportes que analizan la interculturalidad;
no obstante, los autores de mayor relevancia en el
tema no fueron considerados en la bibliografía de
los planes, pese a ser medulares en la comprensión
conceptual y epistemológica.
No sugerimos un tratado teórico espistemológico,
pero si una base mínima de estos aportes para lo-
grar una contribución que integre conceptos y ac-
ciones aspectos prioritarios en cualquier elabora-
ción de un plan estratégico. Además, al ser planes
de desarrollo sociocomunitarios, el lenguaje debe
diferenciarse del usado por las ciencias sociales,
aspecto que está lejos de tomarse en cuenta y que
demarca una gran distancia entre los aprendizajes
sociales y las propuestas realizadas; es decir, los
textos están fuera de las interpretaciones y com-
prensiones de la mayoría de nuestra ciudadanía.
Existen propuestas para generar puentes entre
contribuciones teóricas y los aprendizajes de los
pueblos. En esa dirección la Educación Popular y
la Investigación Acción Participación, ya elabora-
ron, con anterioridad, rutas para el vínculo entre
teoría y práctica en las luchas sociopolíticas; estas
propuestas tienen vigencia y deben considerarse
en documentos dirigidos a la ciudadanía.
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