REVISTA CHAKIÑAN, 2019, Nº.8, AGOSTO, (116-132)
ISSN 2550-6722
LA AUTOREPRESENTACIÓN A TRAVÉS DEL FOTO-BORDADO
COMO GENERADORA DE DIÁLOGO EN LA ETNOGRAFÍA
EXPERIMENTAL
SELF-REPRESENTATION THROUGH PHOTO-EMBROIDERY AS A
GENERATOR OF DIALOGUE IN EXPERIMENTAL ETHNOGRAPHY
Este estudio se centra en analizar si a través de una etnografía experimental de autorepresentación
por medio del foto-bordado, se pueden obtener datos relevantes sobre los discursos socioculturales
generados. Dado los escasos estudios efectuados bajo este método, su importancia radica en el
aporte metodológico y experiencial para la generación de una perspectiva teórica especifica. En
el año 2001, un grupo de mujeres tejedoras de la comunidad de Nizag, en el cantón Alausí,
provincia de Chimborazo, Ecuador; se organizan en torno a sus tejidos ancestrales y conforman
la Corporación de Mujeres Artesanas de Nizag, COMANI, para enfrentar la soledad y el
abandono por los altos índices de migración, la escasa producción agrícola y la pobreza. Por
medio de talleres, en el contexto de una etnografía experimental de 100 días de duración, se
proporcionó a cada participante su retrato impreso en tela, para que a través del bordado se auto
representaran y narraran sus inquietudes por medio de hilos, agujas, formas y colores. Los
diálogos generados a partir de las lecturas realizadas a sus fotobordados, son lo más importantes
en cuanto a interés etnográfico, se evidenciaron en las autorepresentaciones, sus preocupaciones,
deseos, emociones y elementos de su cultura.
Palabras clave: Etnografía experimental, foto-bordado, representación, asociación de mujeres.
This study focuses on knowing if, through an experimental ethnography of self-representation
through photo-embroidery, relevant data can be obtained about the socio-cultural discourses
generated. Given the few ethnographic studies carried out under this method, its importance lies
in the methodological and experiential contribution for the generation of a specific theoretical
perspective. In 2001, a group of women weavers from the community of Nizag, in Alausí canton,
Chimborazo province, Ecuador; They are organized around their ancestral fabrics and make up
the Corporación de Mujeres Artesanas de Nizag, COMANI, to face loneliness and
abandonment due to high migration rates, scarce agricultural production and poverty. Through
an experimental ethnography lasting three months, each participant was given his own portrait
printed on canvas, so that through embroidery they self-express themselves and tell us about
them and their feelings with threads, needles, shapes and colors. In spite of the inconveniences
arising in the development of this ethnographic exercise, self-representations, their concerns,
desires, emotions and elements of their culture were evident; data and knowledge necessary for
future methodological applications.
Keywords: Experimental ethnography, photo-embroidery, representation, womens association.
Robert D. Orozco
robertorozco.tra@gmail.com
FLACSO, Quito, Ecuador
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2262-5741
RESUMEN
ABSTRACT
76
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77
La comunidad de Nizag en las tres últimas
décadas, ha sufrido una acelerada erosión de
sus tierras, provocando una baja producción
agrícola, lo que sumado a la falta de empleo,
ha llevado a sus habitantes al abandono de
sus tierras y a una acelerada migración
iniciada en el año 1999.
Según Jokisch (2001) ciertos cantones de
las zonas de envío de emigrantes de la región
sur del país, tenían más del 10% de su
población en el extranjero (…) En algunas
comunidades, sólo 60 hombres permanecen
por cada 100 mujeres” (citado en Gratton
2005:35).
En 1999, el entonces presidente del Ecuador,
Jamil Mahuad, se concentró en la
asistencia a los bancos (…) Además se
dispuso el congelamiento de depósitos del
público y el feriado bancario, asumiendo el
Estado el control del 70% de la banca
privada” (Mancero 2001:129). Este hecho
representó para el país un punto de inflexión
y crisis social, provocando un incremento de
la migración internacional, alcanzando
notoriedad desde el año 2000.
Antonio Mendoza, habitante de la
comunidad de Nizag, recuerda que desde el
año 1999 abandonaban la comunidad cerca
de 120 jóvenes cada año (comunicacn
personal, 8 de abril, 2018). En este contexto,
un grupo de mujeres deciden organizarse y
mediante el fortalecimiento de las prácticas
ancestrales, el trabajo colectivo y solidario,
y la consolidación de la unidad comunitaria,
obtener algún tipo de ingreso que permita
cubrir en algo sus necesidades básicas.
Es así, que el trabajo de tejido con fibra de
cabuya, principalmente las shigras,
tradicionalmente lo aprenden y realizan las
mujeres desde muy pequeñas, por lo que se
convierte en la técnica y el producto en torno
al cual se organizan para crear la COMANI,
acción que las llevó a revalorizar el trabajo de
tejido, buscar los elementos característicos en
sus diseños, catalogarlos y reinterpretarlos,
para consecuentemente convertirse en los
elementos que distinguirían a una shigra
tejida al interior de la comunidad, de las
comercializadas en otras partes del país.
Esta investigación se realizó, para descubrir si
la aplicación de una etnografía experimental
puede fomentar que las mujeres tejedoras de
Nizag se autorepresenten a través del foto-
bordado y generen discursos socioculturales,
por lo que el objetivo fue: emplear el foto-
bordado como método de autorepresentación,
con el cual las mujeres tejedoras de Nizag
generen diálogos socioculturales.
La autorepresentación es mirarse a sí mismo,
mirar dentro de uno, en los bordes, en las
esquinas, en los escondrijos y lados más
representativos que tenemos y que nos
gustaría que los demás conozcan, entiendan,
comprendan y acepten; es una forma de
resistir a lo que los demás quieren que
seamos, que pensemos, que nos veamos.
Representarse es exponerse ante los demás
como un ser individual y como integrante de
un colectivo, con particularidades propias,
pero también culturales, heredadas o creadas
en la convivencia, necesidad, comodidad u
obligación.
Al respecto, se tuvo en cuenta que al
encontrarse la antropología visual en un
proceso de construcción, experimentación y
validación permanente en la práctica
etnográfica, la discusión referente a la
representación reside en determinar: “¿Cómo
nos representamos la diversidad cultural?,
¿Cómo la representación audiovisual
interviene en la formación de identidades
colectivas?, ¿Cuál es la función de la
antropología en la reproducción o análisis
crítico de estereotipos culturales sobre la
alteridad?” (Ardévol 1998:1).
Sin embargo, frente a la autorepresentación,
la pregunta podría ser: ¿De qué manera
podemos autorepresentarnos culturalmente?
y frente al ejercicio etnográfico planteado:
¿Puede el análisis de los elementos
dibujados, bordados o tejidos, constituirse en
documentos etnográficos?
La respuesta a priori, podría ser positiva,
pues actualmente se generan nuevos
discursos visuales a partir de la producción
INTRODUCCIÓN
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de imágenes, en busca de una autodefinición
personal, poniendo en circulación otras
miradas que dan cuenta de nuevos modos de
ser y estar en el mundo” (Triquell 2012:160).
Sin embargo, los escasos estudios escritos en
cuanto a ejercicios de autorepresentación a
través de foto-bordado, inclinó a los autores
de este artículo a procurar con su realización,
obtener antecedentes para aportar a futuras
experiencias etnográficas, así como generar
una perspectiva teórica concreta, que oriente
o guíe posteriores aplicaciones
metodológicas.
Al carecer de una metodología específica
referencial para este ejercicio etnográfico de
autorepresentación a través de foto-bordado,
los hallazgos inéditos, análisis y discusiones
reflejan probablemente esa falencia,
conducidas más por el interés de los autores
sobre actividades etnográficas colaborativas,
que por las necesidades orgánicas de las
protagonistas, evadiendo la recomendación
que Mariana Rivera hiciera al respecto:
“pienso que la autorepresentación sólo es
posible cuando esta iniciativa surge de los
mismos individuos, es decir, sin la necesidad
de que llegue un personaje del exterior, léase
antropólogo, cineasta, ingeniero o
arqueólogo, a querer proponer un proyecto”
(Rivera 2012:78).
El artículo se basa en una investigación
cualitativo, experimental y etnográfica, a
partir de la experiencia de la antropóloga
mexicana Mariana Rivera, quien ha tenido
acercamientos con tejedoras en México,
Colombia, Bolivia y Ecuador, quien además
de ser tejedora e investigadora, ha
participado y colaborado con distintos
colectivos, proyectos y talleres, cuyo fin ha
sido intervenir la imagen propia con un
sentido más vivencial y afectivo.
Otro antecedente, es el trabajo realizado por
el Grupo Costurero por la Memoria de
Sonsón, conformado por mujeres
organizadas alrededor de la memoria de los
desaparecidos y muertos por el conflicto
armado en Colombia. Su exposición Tejer
con el hilo de la Memoria: puntadas de
dignidad en medio de la guerra, Sonsón-
Antioquia-Colombia 2009-2014, narra las
historias de injusticia y violencia que se
denuncian y cuentan a través de tejidos
textiles personales o colectivos, cuya lectura
conmovedora transforma la realidad.
Este tipo de ejercicio etnográfico, permite:
observar, participar, detonar y analizar
prácticas y diálogos de interacción social
sobre la cultura, proporcionándoles voz y
representación a las tejedoras, que se
considera experimental, porque Las
etnografías siempre han sido en cierto
sentido experimentales, y ocasionalmente
los etnógrafos han hecho explícita su
preocupación por las estrategias de escritura”
(Marcus & Fischer 2000:74), pues en la
búsqueda constante de un nuevo paradigma
en la escritura etnográfica, se descubren
ideas, discursos, conocimientos y estrategias
para el análisis de datos escritos, narrados o
visuales, en las nuevas situaciones de
investigación.
En cuanto al diálogo que puede producirse
en torno al foto-bordado, hace falta quien
realice una lectura de su contenido, una
interpretación y decodificación de símbolos,
signos, colores y formas; esta lectura y
exposición de su autorepresentación, es lo
que denominamos discursos socioculturales,
pues “El discurso es socialmente
constitutivo así como está socialmente
constituido; conforma situaciones, objetos
de conocimiento, identidades sociales y
relaciones interpersonales” (Martínez
2013:6), por tanto, ayuda a comprender a los
demás, su entorno social, cultural, político y
económico.
El término representación utilizado en el
contexto del taller de fotobordado, se
diferencia del empleado para el análisis del
modo de representación en el cine
etnográfico y documental, más unido al
lenguaje audiovisual, que al método con el
cual las mujeres tejedoras de Nizag utilizan
el bordado para incluir elementos
METODOLOGÍA
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que las identifiquen cultural y socialmente, y
elaborar el discurso visual con el cual se
muestran hacia los demás.
Este ejercicio etnográfico experimental,
también podría denominarse, tomando el
término de la representación audiovisual,
como un ejercicio etnográfico colaborativo
de representación, cuyo desarrollo también
podría llamarse de autorepresentación, en
donde las ideas y perspectivas de los otros,
los convierten en co-realizadores del
ejercicio (Zirión Pérez 2015).
Tomando en cuenta lo experimental del
ejercicio de autorepresentación a través del
fotobordado, el método utilizado se sustenta
de la observación científica. Así mismo,
dentro de las técnicas de investigación, se
parte de un trabajo de campo cuya duración
fue de 100 días, en el que se utilizaron
entrevistas no estructuradas considerando el
universo pequeño, nuestra experiencia en su
manejo, la confianza y rapport alcanzados.
La observación directa utilizada fue
individual, de carácter participante no
estructurada, donde el investigador se
integra como un miembro más del grupo de
estudio y participa en actividades, diálogos
y preparación de alimentos, lo que permitió
obtener información directa contrastando lo
que se dice que se hace, con lo que realmente
se hace.
Esta investigación etnográfica fue ejecutada
en la comunidad indígena de Nizag,
perteneciente al cantón Alausí, en la
provincia de Chimborazo, Ecuador, con la
participación de las tejedoras de la COMANI,
grupo fundado en 2001 por 31 socias, que
regularmente se reúnen los viernes en su
taller artesanal a tejer, principalmente
shigras elaboradas con la fibra de cabuya.
Debido a la carga de actividades que tienen
las mujeres de la comunidad, ya sea en
agricultura, tejido, cuidado de animales,
actividades comunitarias y religiosas, así
como de alimentación y familiares, se
advirtió que llevar el ejercicio etnográfico
por medio de talleres no era algo que pudiera
aplicarse con ellas; por lo tanto, se realizó
una reunión con las participantes donde se
socializaron trabajos efectuados por otras
mujeres y la técnica a emplearse; ades se
acordó que los trabajos los terminen en sus
casas, y se planificó dos reuniones en el lapso
de tres meses, para ver el avance de sus
bordados; el proyecto terminó con una
exposición en la misma comunidad a finales
del mes de agosto de 2018.
La selección de las participantes para la
aplicación de esta etnografía no estuvo sujeta
a fórmulas de muestreo, sino a la situación
real observada en la comunidad en cuanto a
la participación de las mujeres
asociativamente. Al plantearse el trabajo con
las integrantes de COMANI, se constató que
de las 31 mujeres miembros, apenas 12 son
constantes y activas en la organización, por
lo que luego de hacer un recorrido por la
comunidad y hablar con algunas mujeres
sobre el proyecto y motivarlas a
participar, se pudo incrementar a 23 el
número de colaboradoras, todas ellas con
familiares emigrados y con conocimientos
en tejido y bordado. La mitad de las mujeres
participantes son analfabetas y varían sus
edades entre los 12 y 70 años.
Luego de un primer diálogo con las tejedoras
de la COMANI y una exposición a manera
de ejemplo por parte de una tallerista, quien
colaboró con su propia autorepresentación
de foto-bordado, se mostró la técnica y se
despejaron dudas sobre la manera de
trabajar. El proceso de recolección de datos
se realizó en tres momentos en el transcurso
de tres meses.
El primer momento fue cuando se determinó
la hora, el lugar y la situación en que
deseaban ser fotografiadas. El segundo,
pasado cinco semanas de la entrega de
retratos impresos en tela; tuvimos un primer
diálogo y visualización de algunos trabajos
terminados, aunque muchas tejedoras aún no
comenzaban. El tercer momento fue cinco
semanas después para hacer un análisis de
sus bordados, escuchar sus comentarios y
planificar una exposición de los trabajos en
la comunidad. En la tabla 1 se resume esta
información.
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Tabla 1: Momentos en la investigación.
MOMENTO
ACCIÓN
LUGAR
N.
INFORMACIÓN
OBTENIDA
AVANCE
BORDADO
INSTRUMENTOS
RECOLECCIÓN DE
DATOS
PRIMERO
Fotografiar a
participantes.
Comunidad
de Nizag
23
Retratos de todas las
participantes en fechas,
situación y lugares acordados.
Ninguno por
tratarse del
primer momento.
Observación,
entrevistas no
estructuradas,
filmación, fotografía,
grabación.
SEGUNDO
Avance de los
bordados.
Taller de
COMANI
7
Técnicas de bordado,
elementos de interés,
preocupaciones varias, dudas
técnicas.
2 ya terminaron,
3 ya iniciaron,
2 aún no
comienzan.
Observación,
entrevistas no
estructuradas,
filmación, fotografía,
grabación.
TERCERO
Exposición
personal de
fotobordados.
COMANI y
alrededores
10
Experiencias, anécdotas,
sentimientos, dificultades
y satisfacciones con el
ejercicio. Comentarios sobre
los elementos bordados,
sus familias, artesanías,
situaciones personales de
migración, económicas,
organizativas y comunitarias.
De las 10
asistentes, 9 ya
terminaron y 1
lo terminó en ese
momento.
Observación,
entrevistas no
estructuradas,
filmación, fotografía,
grabación.
EXPOSICIÓN
Exposición
general de
fotobordados.
Casa
comunal de
Nizag, sede
Gobierno
comunitario
16
Apreciación de invitados
especiales, comentarios de
autoridades y habitantes de
la comunidad; reacción de
asistentes.
Terminados.
Observación,
entrevistas no
estructuradas,
filmación, fotografía,
grabación.
Fuente: Elaboración propia, en base al proceso de investigación.
El proceso se documentó en video y
parcialmente en fotografía, aunque no se
pudo ubicar a cada una de las mujeres en el
transcurso del ejercicio, pues algunas
participantes trabajaron en sus casas en su
tiempo libre y muchas no acudieron a las
fechas acordadas para los diálogos.
Para la implementación del ejercicio, fue
necesario contar con retratos de cada una de
las participantes, por lo que luego del diálogo
mantenido con la mayoría de ellas, y ante la
dificultad de obtener imágenes de archivos
personales, pues no todas contaban con
fotografías con las que deseaban trabajar sus
bordados, se decidió por consenso
fotografiarlas y procesar esas imágenes para
su posterior impresión sobre tela, a través de
la técnica de estampado textil (sublimación)
y ser entregadas a cada una para iniciar el
bordado.
Fue utilizada una cámara fotográfica
profesional Canon 7D Mark II, y las
participantes escogieron día, lugar y cómo
deseaban ser fotografiadas. Posteriormente
se utilizó una computadora y el programa de
edición de imágenes Photoshop Pro, para
dimensionar las fotografías en tamaño y
resolución, para su impresión y revelado en
telas sintéticas de 45 x 38 cm y un área de
impresión de 27 x 36 cm.
Las imágenes fueron impresas a color, con
tintas de sublimación, que fueron pasadas a
las telas a través de una estampadora o
plancha de calor de formato medio. Las telas
listas fueron entregadas a las participantes,
junto a un tambor de bordado, un juego de
hilos y agujas; sin embargo, se les alentó a
utilizar cualquier tipo de material que
desearan en sus bordados.
Para el ejercicio de autorepresentación, las
participantes debían considerar cualquier
elemento con el que se identificasen o les
guste, así como reflejar sus sentimientos, sus
deseos o temores; también podrían intentar
contarnos algo de su vida, de la comunidad o
de sus familiares, pues la intención principal
era que puedan bordar historias, ideas,
necesidades.
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Como resultados relevantes del proceso de
investigación etnográfica, los distintos
momentos aportaron datos que son analizados
a partir de esos tres instantes. En el primer
momento, al retratar a las participantes en el
lugar, el día y en la situación que ellas habían
escogido, nueve mujeres de las 23 retratadas
prefirieron la misma sede donde se reúnen a
tejer sus artesanías, ya sea trabajando en
algún aspecto del proceso del tejido o
posando con algún implemento de la
actividad. Ocho prefirieron ser retratadas en
sus casas, bien en sus jardines, dando de
comer a los animales o junto a algún
familiar; tres prefirieron un retrato con la
cabuya, cortándola y limpiándola; y tres con
su shigra, tanto tejiéndola como posando con
ella (tabla 2).
De estos datos se despende que el primer
gesto de autorepresentarse se inició en el
momento en que decidieron el lugar y el
cómo querían ser retratadas; las participantes
que escogieron el taller artesanal de la
corporación, lo hicieron principalmente por
comodidad al no tener que buscar otro día
para realizar la fotografía; también para no
tener que invitarnos a su casa, pues a pesar de
que todas pertenecen a la misma comunidad,
algunas se sienten menos afortunadas que
otras y avergonzadas de las condiciones en
las que viven. Sin embargo, la mayoría que
escogió este lugar se sentían más cómodas
por la presencia de sus compañeras y porque
estaban habituadas a que ocasionalmente se
hallen cámaras registrando sus actividades
de tejido.
Cuando nos reunimos en el taller artesanal
para realizar los retratos, la mayoría se
encontraba hilando las fibras de cabuya para
sus shigras, por lo que cinco de ellas decidió
que se las retrate realizando esa actividad.
Esta parte del proceso artesanal no es muy
agradable para la mayoría y querían
mostrarse fuertes, luchadoras y orgullosas de
su trabajo; mientras que las restantes
escogieron el telar, tejer o algún material de
Tabla 2: Primer momento en la investigación.
PRIMER MOMENTO (retratar a participantes)
TALLER DE COMANI
LUGAR DE
RESIDENCIA
PLANTA DE CABUYA
CON SHIGRA
NÚMERO DE
PARTICIPANTES
9
8
3
3
Tejiendo, hilando, con
herramientas de actividad
de tejido, en telar.
En Jardines, huertos, con
animales, junto a familiares,
Cortando hojas de
cabuya, quitando espinas,
limpiándola.
Tejiendo shigra, posando
con ella.
SITUACIÓN
Deseo de querer
Orgullosas de sus jardines
Fuertes y diestras en el
Saber tejer shigra, saber
GESTO DE
mostrarse como artesanas,
o huertos, autosuficientes,
manejo de herramientas
dar forma a la fibra de
AUTOREPRESEN-
pertenecer a COMANI,
tienen y cuidan sus
y de la planta, autoestima
cabuya, saber diseñar y
TACIÓN
saber hilar, saber tejer.
animales, importancia de la
alta.
hacer objetos hermosos.
familia, soledad y lucha.
La mayoría se sentía
Tía Rosario se quitó el
Las participantes estaban
Katalina no quiso un
cómoda al ser retratada
sombrero. fueron sesiones
muy animadas, alegres y
nuevo retrato, pidió se
en el taller artesanal,
fotográficas más largas,
deseosas de ser retratadas
use una imagen obtenida
por hallarse junto a sus
pues posaron con muchos
cosechando cabuya; hubo
anteriormente. Las dos
OBSERVACIONES
compañeras. Algunas
familiares. Se quiso
llovizna.
restantes fueron retratos
tienen vergüenza
evidenciar algún tipo de
completamente posados.
invitarme a su casa.
compromiso adquirido.
Imágenes más íntimas y
personales.
Fuente: Elaboración propia, en base al proceso de investigación.
RESULTADOS Y
DISCUSIÓN
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trabajo.
Debemos tener en cuenta que las imágenes
obtenidas no fueron autorretratos de las
participantes sino una representación, si bien
no 100% definida por el fotógrafo, si
afectada por la mirada, la cámara, la estética
y el conocimiento por parte del autor de cada
una de ellas. Estos retratos procuraron ser
honestos y coherentes con sus requerimientos
personales; aunque a veces idealizados,
respondieron satisfactoriamente a sus deseos,
no obstante, un ejercicio con verdaderos
autorretratos habría sido más interesante por
el valor de la mirada, la autoestima y la
autovaloración de mismo, ya que según
Albert Collette, el self es considerado como
“la imagen que una persona tiene de su yo”
(1969:95). Esta consideración habría hecho
del ejercicio de autorepresentación a través
del foto-bordado, una experiencia s
integral.
De las ocho mujeres que eligieron su casa
para ser retratadas, siete escogieron sus
jardines o huertos para el retrato; se sentían
contentas de estar en sus casas, de manera
especial la tía Rosario, quien definitivamente
sabía que quería retratarse dando de comer a
sus animales, misma que al momento de ser
fotografiada se quitó el sombrero para ser
mejor reconocida.
Lo importante aquí es la relación directa de
las mujeres con sus huertos y jardines, y su
orgullo por mantenerlos bien cuidados y
produciendo lo que diariamente consumen.
La comunidad de Nizag posee tres pisos
climáticos denominados según Salomon
(1980) pisos verticales y ecológicos, pues la
Hoya del Chanchan, zona en la que se ubica
la comunidad, “se caracteriza por tener una
enorme riqueza y diversidad natural y
productiva que los pueblos han aprovechado
a lo largo de la historia” (Auqui 2016:52).
El que algunas mujeres prefirieran retratarse
junto a un familiar está sujeto a asuntos
emocionales y eventualmente evidenciar
algún tipo de compromiso adquirido. Nelly
Mendoza deseó ser retratada con sus dos
hijos, pues al parecer ya tenía en mente lo
que haría con su retrato. Este fue uno de los
trabajos que nunca pude documentar, pues su
autora lo había enviado a su esposo que se
encuentra en el extranjero; decisión igual fue
tomada por su hija Mercy y su tía Rosario
Mendoza.
Por su parte Dolores Vacacela quien
actualmente es la presidenta de la COMANI,
pidió ser retratada junto a su sobrino Wilmer,
de quien se hizo cargo desde hace 9 años
atrás, por la migración de su hermano. El
muchacho llama mamá a su tía aunque sabe
muy bien quiénes son sus padres. Dolores no
tiene hijos propios, pero ha cuidado de él
desde el primer día como si lo fuera, por lo
que se entiende que en su retrato procure
perennizar sus afectos hacia Wilmer.
Margarita Mendoza deseó ser retratada junto
a su pequeño nieto Kevin, al que se sumó un
travieso cabrito que le dio un toque de
espontaneidad y alegría al retrato; habíamos
sido invitados estar muy temprano en su
casa, pues luego de las siete de la mañana se
iría al campo.
De este grupo de mujeres que escogieron su
vivienda como lugar para ser retratadas,
todas tienen a su esposo, padre, sobrino,
hermano e hijo en el extranjero, pues el tema
de la migración es una constante en la
comunidad, así como en la redacción y
documentación etnográfica.
Según el censo poblacional del 2001, la
población inmigrante indígena de
Chimborazo hacia las provincias del Guayas
y Pichincha era del 34,7 %, la más alta a nivel
nacional (INEC 2002); y en el 2010, el cann
Alausí ocupó el primer lugar en migración,
con un total de 530 migrantes, de los cuales
328 eran hombres, esto además de reflejar un
recrudecimiento de la pobreza que llegaba al
66,5% en el cantón por necesidades básicas
insatisfechas (INEC 2010).
Esta situación provocó un desmembramiento
familiar con profundas consecuencias
sociales, políticas, económicas y culturales
para los habitantes de Nizag; muchos niños
fueron criados por un pariente o amigo de la
familia, sufren en soledad las consecuencias
del abandono, por lo que los matrimonios a
muy tempranas edades son bastante
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comunes.
María Presentación, María Dolores y María
Teresa decidieron ser retratadas con las hojas
de cabuya; Presentación las cortó y Dolores
con Teresa las limpiaron de espinas. Nos
encontrábamos en el taller artesanal cuando
simplemente dijeron que querían en ese
momento que se las retrate sacando las hojas
de cabuya; tomaron sus implementos y bajo
una llovizna salieron hacia los linderos donde
se encontraban sembradas algunas plantas;
estaban muy contentas de ser retratadas en
esa actividad, pues como diría M.P. Vacacela
“debemos tener una autoestima alta por lo
que hacemos” (comunicación personal, 30
de junio, 2018).
Este argumento de Presentación ya lo
habíamos escuchado en otros espacios y
diálogos previos, así como posteriores, pues
el formar parte de las mujeres artesanas de
Nizag, no sólo es un tema relacionado con lo
económico, sino que además, son respetadas
por sus conocimientos y empeño por
preservar los saberes heredados de sus
mayores, trabajo que muchas mujeres, sobre
todo las más jóvenes, preocupantemente ya
no realizan.
Los últimos tres retratos corresponden a
quienes aparecen con sus shigras ya sea
tejiéndola o posando con ella. Katalina
Tapay Mendoza actualmente dirigente de la
COMANI, solicitó se utilice una imagen
obtenida meses antes en un recorrido hacia la
estación del tren de Sibambe, mejor
conocida como la Nariz del Diablo; ella se
identificó mucho con esa imagen que la
prefirió para su trabajo de bordado. Por otro
lado, las dos restantes posaron con su shigra
en proceso. En la figura 1 se pueden apreciar
algunos de los retratos descritos.
En el segundo momento de recolección de
datos, se dialogó con algunas mujeres sobre el
avance de sus bordados, dos de las presentes
prácticamente ya habían terminado y otras
aún no lo habían iniciado. En el diálogo,
quienes habían avanzado en el proceso de
bordado, mostraron interés en compartir las
técnicas que estaban aplicando, mientras que
otras intentaban explicar el por qué de
algunos elementos en sus diseños (tabla 3).
Fuente: Elaboración propia.
Figura 1: Retratos varios para trabajo de foto-bordado
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Tabla 3: Segundo momento en la investigación.
SEGUNDO MOMENTO (avances de foto-bordado)
NÚMERO DE
PARTICIPANTES: 7
TERMINARON
INICIARON
NO INICIAN
NIVEL DE TRABAJO
2
3
2
TÉCNICAS
Punto atrás, encadenado, escapulario,
punto corrido, punto relleno.
Punto atrás, encadenado,
escapulario, punto relleno.
No se menciona.
ELEMENTOS A
DISEÑARSE
Flores, hojas, pétalos, letras, palabras,
Flores, hojas, pétalos, letras,
palabras, animales, sol, luna,
corazón, elementos decorativos.
Flores, hojas, pétalos, letras,
palabras, animales, sol, luna,
montañas, casas, elementos
decorativos.
GESTO DE AUTO
REPRESENTACIÓN
Que sus hijos sepan que su madre es
artesana. Que extrañan a sus hijos. Que
saben procesar la fibra de cabuya.
Que pertenecen a Nizag,
cosmovisión andina, que son
indígenas. No me gusta la migración.
Me encantan las flores.
No aplica.
OBSERVACIONES
Las mujeres enseñaban las técnicas
de bordado utilizadas en sus trabajos.
Interacción con mujeres ajenas a la
COMANI,
Dos mujeres pidieron que les tome
e imprima una nueva foto, pues no
estaban satisfechas con las recibidas.
Se mostraron interesadas en
contar lo que harían en sus
telas y preguntar sobre cómo
hacerlo.
Fuente: Elaboración propia, en base al proceso de investigación.
A este segundo momento del ejercicio de
autorepresentación, sólo llegaron siete
mujeres con sus bordados, es decir el 30% de
las participantes. En este diálogo resalto el
interés de las mujeres de compartir su
técnica con las demás, creándose un espacio
de interacción con mujeres tejedoras que no
pertenecen a la COMANI, situación que
nos lleva a valorar las relaciones que se
generan en torno al bordado y el tejido,
permitiéndoles entablar nuevas sociedades
de trabajo y colaboración, pues algunas
mujeres volverían posteriormente con
shigras para entregar a la COMANI para su
comercialización.
En este punto del proceso, y aunque se habían
previsto todas las posibles complicaciones
que en el desarrollo del ejercicio podrían
surgir, y luego de haber facilitado la manera
de realizar el trabajo sin presión o demasiado
control, metodológicamente si bien estaba
pensado acorde a la realidad de las mujeres
tejedoras de Nizag, podría mejorar y darnos
resultados etnográficos más inmediatos y
significativos, si se lo realizara a través de
talleres con encuentros permanentes de
interrelación, intercambio y diálogo.
En el tercer momento, los datos tienen que
ver con la exposición personal de sus
fotobordados. En este punto, las
participantes compartieron su experiencia, lo
realizado, los elementos utilizados, las
dificultades presentadas y algunas utilizaron
el espacio para agradecer, hablar de sus
familiares, de sus artesanías, situaciones
personales, organizativas y comunitarias.
Ante la dificultad de la mayoría para
expresarse adecuadamente en español, se les
sugirió que hablaran en su lengua originaria;
sin embargo, solo dos de ellas hablaron en
kichwa (tabla 4).
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Tabla 4: Tercer momento en la investigación.
TERCER MOMENTO (exposición personal de fotobordados)
NÚMERO DE
PARTICIPANTES:
10
TIPO DE
INTERVEN-
CIÓN /
TÉCNICA DE
BORDADO
ELEMENTOS,
DISEÑOS,
SÍMBOLOS
DISCURSO PRINCIPAL
DISCURSO
SECUNDARIO
AUTOREPRE-
SENTACIÓN
MARÍA TERESA
PALA
Exterior e
interior /
Escapulario,
zigzag,
punto atrás,
encadenado,
punto corrido,
punto relleno.
Flores, pétalos,
hojas, formas
decorativas.
Para mi, este bordado
es un recuerdo, para que
sepan que he trabajado
en artesanía. Esta florcita
es para mis hijos como
recuerdo por el día de
la madre. Es mi foto,
y cuando muera van a
enviar en cajita.
Distintos productos que
elaboran en la COMANI.
Yo recojo cabuya negra y
blanca para hacer shigra.
Antes solo sembrábamos
y cuidábamos animalitos,
ahora aprendimos hacer
artesanía, recibimos
algunos centavitos para
comprar al menos sal.
Orgullosa mujer
artesana de Nizag
que conoce muy
bien su oficio.
Madre que ama a
sus hijos.
MARÍA
PRESENTACIÓN
VACACELA
Interior /
Punto atrás,
encadenado,
punto relleno,
punto de
contorno.
Hojas,
intervención
sobre la imagen.
Estoy cosechando cabuya
negra para obtener la
fibra. Quiero poner en un
marco para ver yo misma
y que mis hijos sepan que
he sido artesana. Debemos
tener autoestima.
Pertenezco a la
COMANI. Yo dibujé las
plantas y espinos de la
foto, también las hojas
cortadas. Yo quiero
mucho este trabajo con
la fibra.
Soy artesana de la
fibra de cabuya.
Que todos sepan
que ella es indígena
y artesana.
MARÍA NATIVIDAD
TENEMAZA
Interior y
exterior /
Punto atrás,
encadenado,
punto relleno,
punto de
contorno,
punto hoja.
Flores, estrella,
casa, barco, pato,
nombre.
Mi hija se fue a Estados
Unidos por mar. Mi casita
no se termina de construir.
Quiero que siempre me
recuerden como artesana
por eso he puesto mi
nombre.
Para vivir tejemos
artesanía. Tengo lindas
flores en mi casa. Tengo
animalitos por eso he
puesto un pato.
La migración es
tema de mucha
preocupación, al
igual que su familia
y la artesanía.
MÓNICA MENDOZA
Interior y
exterior /
Punto atrás,
encadenado,
punto relleno,
punto de
contorno,
punto hoja,
flor brasileña,
nudo francés,
punto red.
Flores de distinta
forma y tamaño,
montañas,
hojas, tallos,
árbol, nombre,
intervención
sobre la imagen.
Las distintas flores son
mis familiares que viven
aquí o en otro país, en
especial mi esposo que
está muy lejos y yo lo
extraño mucho. También
representan mis hijos
cuyos nombres también
están bordados. El anaco
es una prenda de vestir
que antiguamente se
ponían las mujeres por eso
le borde uno a mi mamá
en la foto.
En mi casa tenemos
un árbol antiguo que
nunca lo tumbaremos.
La familia es importante
por eso bordé un ramo
de flores de todos los
colores.
Desea que
sus familiares
migrantes vuelvan
pues los extraña
mucho. Importante
recalcar que su
comunidad se
encuentra entre
las montañas.
Preocupada de
su cultura y su
preservación.
MARÍA KATALINA
TAPAY
Exterior /
Escapulario,
zigzag, punto
atrás, punto
relleno.
Puntadas
decorativas,
ninguna forma.
Yo debo quedar libre en
mi fotografía por eso
solo diseñé fuera de mi
imagen. No me gusta que
mi esposo me diga lo que
debo hacer. Es importante
que la COMANI no se
termine.
Me arrepiento no haber
cogido flores para teñir
las shigras.
Los colores que uso en
mis diseños también son
los de mi vestimenta y
se encuentran en nuestra
naturaleza.
Mujer
independiente, con
mucho deseo de
cambiar a través
de la educación su
futuro y situación
familiar. Le gusta
su cultura, la
investiga y difunde.
OTRAS
PARTICIPANTES
Mixta / Punto
atrás, punto
relleno,
encadenado,
punto de
contorno,
punto hoja,
nudo francés,
punto red,
escapulario,
zigzag.
Puntadas
decorativas,
distintos
animales, sol,
luna, flores de
muchas formas
y colores,
hojas, estrellas,
nombres propios
y de lugares,
iniciales,
Somos mujeres artesanas
indígenas, nuestra
comunidad está llena de
naturaleza, todas tenemos
familiares en el extranjero.
Nuestra artesanía nos
permite ayudar en
nuestros hogares.
Elaboramos muchas
cosas en artesanía. Nos
gusta tener florcitas,
animales, huertos con
frutales. Nuestro trabajo
es duro. Una shigra
demora muchos en
hacerse.
Mujeres artesanas.
Indígenas de
lengua kichwa.
Trabajadoras que
ayudan con sus
artesanías en sus
hogares.
Fuente: Elaboración propia, en base al proceso de investigación.
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El tercer momento se utilizó para
documentar los testimonios de cada una de
las participantes junto a su foto-bordado,
esto tuvo lugar tres meses después de haber
iniciado el proceso etnográfico. En este
momento cada una de ellas frente a sus
compañeras y a la cámara, expuso el
contenido de su tela y de qué manera ese
contenido la autorepresentaba.
Si bien el discurso de la mayoría era similar,
pues al escuchar a sus compañeras las demás
repetían muchos argumentos, se pudo extraer
algunos detalles específicos sobre varios
asuntos. María Teresa Pala, integrante de la
COMANI desde su creación, al igual que la
mayoría inicia su presentación con un saludo
y agradecimiento, posteriormente realiza un
listado de todos los productos artesanales
que elaboran en la COMANI, haciendo
énfasis en que todas saben hacer de todo.
“Este bordadito es para tener recuerdo que yo
he trabajado en artesanía”, nos cuenta M.
T. Pala (comunicación personal, 30 de junio,
2018) pues para ellas es muy importante que
se sepa que son artesanas y que están
orgullosas de serlo.
Develando su tela, vemos que sostiene una
hoja de cabuya verde a la cual quita sus
espinas, y luego de explicar cuál es la
diferencia entre la cabuya negra y verde,
María Teresa Pala nos relata que en la
comunidad hace algunos años atrás, se inic
el trabajo artesanal para poder comercializar
sus tejidos, pues antes de eso eran sólo de
uso personal; sólo tenían ingresos de la
agricultura y de los animales que vendían.
Sobre los elementos utilizados en su bordado,
explica que son florcitas y adornos puestos
en el contorno de la foto, porque a ella le
gustan mucho las flores, pero sobre una flor
ubicada al interior de la foto nos dijo: “Esta
florcita es para que tengan mis hijos de
recuerdo, yo la puse por el día de la mamá.
Esta foto es de mí… cuando yo muera van a
mandar en cajita” (M. T. Pala, comunicación
personal, 30 de junio, 2018).
También nos explicó que a ella le gusta
bordar de todo, especialmente mangas y
cuellos de camisa, pues la identidad en la
comunidad de Nizag, como se lo descubriría
en el desarrollo de la investigación, tiene en
su vestimenta un componente importante,
pues a diferencia de las comunidades
aledañas, su pollera por ejemplo, marca una
distinción en forma, tamaño y materiales con
que se realiza el bordado de estas; de hecho
son elaboradas exclusivamente en la misma
comunidad, determinando una identidad
fácilmente reconocible en cualquier espacio
y lugar como si de un documento personal se
tratase.
Otro de los testimonios considerado para el
análisis, es el de María Presentación
Vacacela, integrante de la COMANI; ella
realiza una descripción primeramente de la
fotografía haciendo hincapié en que le gusta
este retrato porque le muestra a ella
cosechando cabuya y se siente feliz de ser
artesana de esta fibra. “Yo bordé siguiendo el
filo de las hojas de cabuya y los espinos,
también rellené las zonas de las hojas
cortadas” (M. P. Vacacela, comunicación
personal, 30 de junio, 2018).
Resaltamos que esta forma de trabajar su foto
es completamente diferente a todos los demás
fotobordados documentados; el dibujar los
elementos que constituyen la imagen
propiamente dicha, el rellenar algunas zonas
como su suéter o los espacios dejados por las
hojas cortadas, nos proporciona una reflexión
hacia el interior de la imagen, reflejando la
importancia otorgada a la planta, ya sea por
proporcionarles la fibra con que elaboran sus
shigras, o la obtención de una bebida
ancestral llamada tzawar mishki o dulce del
chahuarquero en español.
Su intención fue intervenir con bordado toda
la imagen, pero por sus ocupaciones le
resultó muy difícil; sin embargo, espera
terminar su trabajo para poder ponerlo en un
cuadrito (M. P. Vacacela, comunicación
personal, 30 de junio, 2018), para que cuando
sea mayor vean sus hijos y nietos y aún
muerta sepan que su madre fue una artesana.
“El tejido materializa una narración con el fin
de que se convierta en un elemento
comunicativo y pueda perdurar durante
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muchas generaciones” (Nates 2017:34).
María Natividad Tenemaza, además de
repasar nuevamente todos los productos que
elaboran en la COMANI, intenta explicarnos
cada uno de los siete elementos bordados en
su tela. Su nombre lo había bordado en el
centro de la parte inferior a manera de título,
para lo cual utilizó un color distinto en cada
letra de María.
Dos elementos que llaman la atención son una
casa y un barco, figuras con características
muy básicas, pero que representan dos cosas
muy importantes para ella; la primera es su
preocupación por no poder terminar la
construcción de su vivienda, por lo que el
dibujo de una casa sin paredes fue la
representación utilizada. Sobre la imagen del
barco con vela cuyos colores hacen alusión a
la bandera de Ecuador, manifiesta: “Mi hija
se fue de migrante en barco, por eso pongo
esto, esta tela es un recuerdo para mi” (M.
N. Tenemaza, comunicación personal, 30 de
junio, 2018).
Prácticamente, en una comunidad en la que
todos están emparentados, el tema de la
migración es un diálogo cotidiano. Natividad
nos cuenta sobre su otro hijo que regresó el
año anterior desde los Estados Unidos, “El
ya vino a quedarse, pero lamentablemente
falleció a los pocos días en un accidente de
tránsito con su auto recién comprado; acá
muy cerca de la comunidad, en el sector
denominado Las Cruces” (M. N. Tenemaza,
comunicación personal, 30 de junio, 2018).
Al poner el barco en su fotografía bordada,
Natividad intenta superar la pérdida de su hijo
con una imagen que hace mención a su hija
viva y aunque le preocupa su condición de
migrante, prefiere recordarla positivamente.
Mónica Mendoza, una de las mujeres más
jóvenes de la COMANI, inicia su diálogo
explicándonos que la comunidad de Nizag
se encuentra entre las montañas, por esa
razón ella había puesto unos dibujos que
hacen referencia a ello. Recordemos que
el cantón Alausí y sus comunidades, se
hallan en el centro de la Región Interandina
o Sierra Central del Ecuador, entre el nudo
del Tiocajas al norte y el nudo del Azuay
al sur, y a la que en el 2004, el arqueólogo e
investigador Jaime Idrovo (2004)
denominará Bioregión Chanchán.
Uno de los elementos que le interesó destacar
de su bordado fue un pequeño ramo de flores
multicolores que para ella representan a sus
familiares, tanto los que habitan en la
comunidad como los que están en el exterior.
De igual manera, una rosa lila con capullos
rojos y dos hojas bordadas sobre su falda,
representan a su esposo quien también mig
a Estados Unidos. “Esta flor significa que es
mi esposo que está muy lejos y le extraño
mucho” (M. M. Mendoza, comunicación
personal, 30 de junio, 2018).
Señalando una pequeña flor, explica que
representa a sus hijos Jhasú y Erick cuyos
nombres también están bordados en la parte
inferior de la tela. “Antiguamente han sabido
poner anaco por eso hice vestir a mi madre
de color negro” (M. M. Mendoza,
comunicación personal, 30 de junio, 2018).
Además, había dibujado un pequeño árbol
que dijo representar al que está sembrado en
casa de sus padres y que es muy antiguo, por
lo que respetando su pasado no lo piensan
tumbar.
Interesada en su cultura, Mónica decidió
vestir a su madre con un anaco bordado; fue
muy interesante ver lo que pretendía hacer,
pues ella nunca vio a su madre con anaco, así
que la intervino en su fotografía donde su
madre aparece sentada junto a ella en labor
de hilado. Al plasmar este elemento cuyo uso
en Nizag actualmente se restringe a 12 o 15
mujeres mayores de edad, hay un intento de
fijar el recuerdo cultural de su existencia, de
proporcionar un tema de diálogo cuando sus
hijos le pregunten ¿qué es eso?, y un respeto
hacia su madre, su cultura y tradición; pues
como lo diría María Nates “relatar, es un
proceso de ilación en el cual se le da sentido a
los sucesos de una comunidad, de modo que
se transmiten eventos pasados y se construye
una colectividad” (Nates 2017:34).
Por su parte Katalina Tapay, prefirió bordar
alrededor de la imagen y fuera de ella, pues
señala querer dejar libre su fotografía; al
hablar de su diseño ella se centró en
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interpretar los colores que había incluido en
su foto-bordado. El verde es parte de la
naturaleza y de nuestra vida, señala M.
K. Tapay (comunicación personal, 30 de
junio, 2018). Asimismo, sobre el color rojo
manifiesta que siempre lo utiliza en sus
tejidos, además de vestirlo en su bayeta. “Me
gusta combinar los colores con los de mi
vestimenta” (M. P. Tapay, comunicación
personal, 30 de junio, 2018). De igual
manera, explica que la puntada utilizada se
llama zigzag y se usa en los bordados de su
atuendo.
Si bien son pocos los datos que nos pudo
proporcionar Katalina a través de su foto-
bordado, consideramos que lo que permitió
el ejercicio además de los datos etnográficos,
es la oportunidad de abrir el diálogo hacia
otros temas fuera del área de bordado, como
fue el caso con Katalina, ella aprovechó el
momento para hablar sobre su esposo que
está en el extranjero y su disgusto por haber
participado en un video donde ella aparece
caminando hacia la Nariz del Diablo
hablando sobre la comunidad y el proceso de
elaboración de las shigras. Al parecer le
molestó que ella sepa expresarse bien y que
no le hayan comunicado primeramente a él
antes de subir el video a YouTube.
Según se observó, este aspecto de control a
la distancia por parte de los esposos
especialmente hacia sus esposas, es bastante
común en la comunidad. A Katalina le
molestaba que le prohíba tomar sus propias
decisiones con respecto a asuntos personales
como el estudio, el trabajo en la COMANI o
simplemente lo que debe o no hacer.
Este asunto llevó instintivamente a Katalina
a decorar su retrato externamente sin la
pretensión de contar una historia per se, sino
liberarla de cualquier intervención o atadura,
embelleciéndola con alegorías y colores
propios de su cultura. Según Ximena
Triquell, la imagen “posee un grado de
ambigüedad mayor que el lenguaje escrito.
En esta ambigüedad funda posibilidades
interpretativas diversas…” (2012:162).
Katalina también comentó que estaba muy
arrepentida tanto de no tener tiempo para
asistir al taller artesanal a trabajar junto a sus
compañeras, así como de no haber podido
cosechar las flores y plantas necesarias para
teñir las fibras de cabuya, pues considera que
deberían volver a la forma ancestral de
elaboración de colores para confeccionar sus
artesanías, ya que actualmente la mayoría
utiliza tintes artificiales para tir.
Cabe mencionar que a pesar de que todas las
participantes en este ejercicio de foto-
bordado, pertenecen a la comunidad y tejen
shigras ya sea para su uso personal o para su
venta, ninguna utilizó elementos que se
incluyen en el diseño de esta prenda
ancestral; es decir, a pesar de contar con una
amplia simbología aprendida desde que son
pequeñas, no incluyeron esos elementos es
sus bordados; si bien es cierto que se trataba
de un ejercicio distinto a lo habitual, también
es cierto que nunca se les dijo que no deben
usarlos. Solo puedo reflexionar por lo
observado y los datos obtenidos, que la
shigra para ellas es una expresión
fundamental de su cultura e identidad
indígena, no así el foto-bordado que fue algo
externo y experimental, ajeno a su tradición.
Sobre la autorepresentación evidenciada en
los fotobordados, podemos mencionar que
una constante en los discursos tanto verbales
como visuales, tiene que ver con su auto
identificación como artesanas, mujeres
orgullosas de su oficio, capaces de poder
ayudar a la economía del hogar. También la
condición de mujer, madre, esposa, hija e
indígena fue registrada firmemente.
Temas como la migración, a pesar de lo
polémico y emocional de su realidad, se
destaca entre los argumentos, así como la
familia, su tradición textil, sus conocimientos
agrícolas, sus animales y la ubicación
privilegiada de su comunidad. Aunque hubo
mucha similitud entre los elementos
utilizados en los diseños, fueron en sus
discursos personales donde se distinguían y
autorepresentaban únicas.
Terminada esta breve revisión de datos, sin
duda que como gestor y observador de la
etnografía experimental planteada, la
expectativa personal era alta sobre los
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datos que pudiera aportar el ejercicio sobre
el conocimiento cultural e identitario de las
tejedoras, así como de sus discursos
socioculturales que se desprendan de ellos;
sin embargo, consideramos escasos los datos
obtenidos aunque no por ello menos
importantes.
Ahora bien, de las 23 participantes del
ejercicio etnográfico, sólo se incluyen cinco
testimonios de los 16 retratos que se
expusieron frente a la comunidad (figura 2),
estos fueron escogidos por los contenidos del
discurso y porque algunas tejedoras repetían
muchos detalles ya expuestos por sus
compañeras, no aportando nada nuevo a los
diálogos ya registrados; es decir, sólo el
testimonio del 22% de las mujeres
participantes, por lo que una revisión a la
metodología utilizada se hace necesaria
tomando en cuenta que el tiempo destinado
al ejercicio fue más que suficiente para
lograr obtener información relevante por
otro medio.
Otros datos obtenidos nos cuentan que de las
23 tejedoras, 16 expusieron su trabajo
terminado; dos los tenían aún en proceso;
tres habían enviado sus trabajos a sus
familiares en el extranjero sin que se pudiera
previamente registrarlos; y dos nunca los
presentaron.
Sobre los materiales utilizados se destacan
principalmente los hilos de orlón en una
amplia gama de colores y las lentejuelas.
Sobre la manera en que sus retratos fueron
intervenidos, sobresalen una representación
interior, sobre la imagen impresa, y otra
exterior sin tocar la imagen, lo que nos
permite pensar no sólo en términos estéticos,
sino además que una intervención sobre la
imagen, nos habla de pretender completar el
retrato con elementos que le falta, pues
mientras más elementos incorporaban, su
posibilidad de crear una narrativa gráfica era
mayor. Por lo contrario, una intervención
externa era más estética, su interés era
enmarcar su retrato, a quien representa, y que
nada la ensucie o distraiga, donde el discurso
era más externo al bordado, el cual se
construía con su retrato no con los elementos
incorporados.
Sobre los elementos incluidos en el diseño de
sus fotobordados sobresalen las flores y
hojas, corazones, estrellas, adornos de todo
tipo y forma, sus nombres o de algún
Fuente: Elaboración propia
Figura 2: Trabajos de foto-bordado y detalles.
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familiar, nombre de lugares, e intervencn
directa en la imagen. En resumen, los
elementos utilizados en el ejercicio de
autorepresentación, se los puede observar en
y desde su comunidad, forman parte de sus
emociones, preocupaciones y deseos.
Creemos importante que la metodología
debe estar acorde a las posibilidades
técnicas, manuales y prácticas de las
participantes, así como de disposición de
tiempo y compromiso con la actividad.
Luego de analizar algunos pasos dados para
la ejecución de este ejercicio de foto-
bordado, hemos comprendido que no se
puede esperar tener resultados similares a los
logrados por otros investigadores en trabajos
parecidos con grupos de mujeres artesanas,
tanto urbanas como rurales, pero con otras
realidades, necesidades y posibilidades,
donde los talleres de trabajo para la ejecución
del ejercicio fueron fundamentales.
La realidad con la que nos encontramos en
la comunidad era diferente y a pesar de
reunirse una vez a la semana a trabajar en su
taller artesanal, no era propiamente para
realizar su foto-bordado, sino para discutir
asuntos relacionados a la organización, a
la comunidad y principalmente a tejer sus
shigras. Advertimos que el ejercicio de foto-
bordado fue tomado como un trabajo extra a
sus actividades, fue visto más como una tarea
externa, impuesta, no necesaria o que les
vaya a rendir réditos económicos, pues
entendemos que su trabajo artesanal, la
agricultura, la comunidad o el hogar, para
ellas sea lo primero.
Creemos que un taller previo para aprender
a pasar imágenes desde impresiones caseras
hubiese sido fundamental para que ellas se
apropien del trabajo de bordado que luego se
realizaría. Aprender a llevar las imágenes
impresas en papel a la tela de manera
artesanal, sería primordial, pues eso les
permitiría no solo usar una imagen para su
autorepresentación, sino tener varias
opciones y en tamaños diferentes; dominada
la técnica incluso se podría pensar como un
nuevo producto de comercialización.
En la exposición de los fotobordados frente
a la comunidad de Nizag (figura 3), si bien
todas dijeron estar muy orgullosas y felices
de poder mostrar lo realizado, aquel día, ya
sea porque el acto inició tres horas tarde o
porque se impuso el orden y
Fuente: Fotografía tomada por Mónica Cajo.
Figura 3: Exposición de fotobordados en la casa comunal de Nizag.
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programa propuesto por las autoridades de la
comunidad, no hubo tiempo para que las
mujeres puedan expresar frente a sus telas el
trabajo de autorepresentación realizado;
pero lo que se escuchó fueron opiniones de
algunos asistentes no residentes de la
comunidad, sobre lo hermoso de los trabajos
a los que calificaron de arte; sobre la
importancia concedida a las mujeres y la
comunidad; y sobre el rescate de técnicas de
bordado.
Luego de describir y analizar los resultados,
reflexionamos que la autorepresentación de
las mujeres tejedoras de Nizag a través del
foto-bordado, generan discursos
socioculturales en la etnografía experimental,
pues a pesar de los escasos datos obtenidos, y
la necesidad de una revisión a la metodología
implementada, los discursos generados a
partir de su autorepresentación, nos
proporcionan referencias y conocimiento
significativo para comprender al otro en
su entorno social, cultural, político y
económico.
La implementación de una etnografía
experimentalatravés de laautorepresentación
por medio del fotobordado, ha permitido
identificar algunos detalles sobre las
tejedoras que se desconocían, comprender
aspectos de la dinámica entre migrantes y
habitantes de la comunidad, sus relaciones
sociales, la importancia otorgada a su labor
de tejido y lo complicado que les resulta
cumplir con un programa de actividades que
estén fuera de su cotidianidad o necesidad.
Las autorepresentaciones evidenciadas en
los fotobordados, las ratifican como mujeres
indígenas, artesanas, herederas de saberes
ancestrales, protectoras de su cultura e
identidad comunitaria, así como preocupadas
de los problemas sociales que la migración
ha traído a sus vidas, pero convencidas que
la familia es importante como unidad cuyos
lazos deben fortalecerse. También destacan
las posibilidades agrícolas de la comunidad,
su entorno y ubicación.
Auto identificarse como mujer indígena
perteneciente a la COMANI, constituye
motivo de orgullo y responsabilidad, al ser
quienes trasmiten ese conocimiento a las
nuevas generaciones, como un acto de
resistencia al actual distanciamiento de la
tradición comunitaria por parte de los
jóvenes.
Es importante señalar que la aplicación de
esta etnografía experimental, a pesar de sus
posibles falencias, generó conocimiento en
la lectura personal de los fotobordados,
evidenciando en sus autorepresentaciones,
sus preocupaciones, deseos, sentimientos,
resistencia y su cultura; además de que
aportó datos precisos para la investigación,
que servirán para implementaciones futuras.
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