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Número 11 /
AGOSTO, 2020
(43-56)
Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
Recibido:
(17/09/2019)
Aceptado:
(28/02/2020)
mero 11 /
AGOSTO, 2020
(43-56)
EL DILEMA ENTRE LA FORMACIÓN
Y LA VOCACIÓN. ESTUDIO DE CASO
DE DOCENTES ECUATORIANOS DE
EXCELENCIA
THE DILEMMA BETWEEN TRAINING
AND VOCATION. CASE STUDY
OF ECUADORIAN TEACHERS OF
EXCELLENCE
DOI:
https://doi.org/10.37135/chk.002.11.03
Artículo de Investigación
Marielsa Emilia del Socorro
López de Herrera
marielsa.lopez@unae.edu.ec
Universidad Nacional de Educación
(UNAE), Educación Básica.
Azogues, Ecuador
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-5297-8153
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-7937-507X
Rafael Eduardo Rodríguez
Jara
rafael.rodriguez@unae.edu.ec
Universidad Nacional de Educación
(UNAE), Educación Básica.
Azogues, Ecuador
ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-5781-357X
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Número 11 /
AGOSTO, 2020
(43-56)
EL DILEMA ENTRE LA FORMACN Y LA VOCACIÓN. ESTUDIO DE CASO DE DOCENTES ECUATORIANOS DE EXCELENCIA
mero 11 /
AGOSTO, 2020
(43-56)
Resumen
El objetivo de la investigación fue conocer si un buen docente puede
formarse dentro de las aulas de clase o si debe nacer con vocación. Esto
con la intención de contribuir al debate n no resuelto en la selección de
la carrera de educador. Para responder a esta interrogante se estudiaron
los itinerarios profesionales de docentes de excelencia de Azuay y Cañar.
Se entendió por docentes de excelencia aquellos con los mejores puntajes
(más de 900 puntos) en las pruebas Ser Maestro del Instituto Nacional de
Evaluación Educativa (INEVAL 2016). El diseño de la investigación fue
un enfoque cualitativo que utiliel método biográfico. Se empleó una
metodología ad hoc que combiel cuestionario con preguntas de corte
autobiográfico. Para el análisis se utilizó el paradigma interpretativo. Los
resultados indican que existe una empatía entre el sujeto y la especialidad
profesional que ejerce. Hay una atracción temprana por la disciplina que
se enseña y luego, en el ejercicio de la práctica, se desarrolla el gusto por
la profesión. Vocación y profesión se cruzan en las trayectorias de vida
durante el ejercicio de la práctica docente. Se evidencian diferencias entre
los conceptos acerca de la profesión que expresan los sujetos del estudio.
Palabras clave: Docente, formación de docentes, desarrollo de la carrera.
Abstract
The objective of the research was to know if a good teacher can be trained
in classrooms or if he should be born with a teaching vocation. This work
had the intention of contributing to the debate not yet answered in the
selection of a teaching career. To answer this question, professional careers
of teachers of excellence in Azuay and Cañar were studied. Teachers
of excellence is a term used for teachers who obtained the best scores
(above 900 points) in the results of “Ser Maestro” assessment process of
Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEVAL 2016). The research
design was a qualitative approach using the biographical method. An ad-
hoc methodology combining the questionnaire with autobiographical
questions was used. For the analysis, the interpretative paradigm was
used. The results indicate that there is empathy between the subject and the
professional specialty that he/she practices. There is an early attraction for
the discipline that is taught and then, in practice, empathy for the profession
is developed. In short, vocation and profession intersect during teaching
practice in life. Differences are evident between the concepts about the
profession expressed by the study subjects.
Keywords: Teachers, teacher education, career development.
EL DILEMA ENTRE
LA FORMACIÓN
Y LA VOCACIÓN.
ESTUDIO DE CASO
DE DOCENTES
ECUATORIANOS DE
EXCELENCIA
THE DILEMMA
BETWEEN TRAINING
AND VOCATION.
CASE STUDY OF
ECUADORIAN
TEACHERS OF
EXCELLENCE
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
INTRODUCCIÓN
Este estudio aborda el tema del origen de la entrada
en la profesión, es decir, la razón por la que una
persona decide ser docente. Con frecuencia se
plantea que para ser maestro se necesita vocación
que se manifiesta desde niño o joven y son las
propias capacidades innatas las que lo conducirán
a ser un buen profesor (Sánchez 2003; Elacqua,
Hincapié, Vegas y Alfonso 2018). Por otro lado,
se argumenta que puede tratarse más bien de un
asunto que resulta de la experiencia y, que una vez
que la persona entra al campo laboral, pod saber
si esa profesión responde a sus talentos y a sus
preferencias personales.
En este sentido, si la docencia es una profesión,
la formación inicial debería cumplir un rol
determinante. Si, por el contrario, se trata de un
asunto de vocación sería difícil para los centros
de formación de docentes egresar profesores de
excelencia (Mórtola y Lavalletto 2018).
En una primera parte de este artículo se
presentarán los resultados de las características
de la formación de los docentes seleccionados por
su buen desempeño en las provincias de Azuay y
Cañar, en Ecuador. Allí se podrá constatar qué tipo
de formación recibieron, el nivel de especialidad
que alcanzaron y cómo estos docentes han
desarrollado su vocación. Se discutirá si se puede
ser docente con solo dominar la pedagogía o con
solo dominar el contenido de la asignatura que se
imparte y otros asuntos vinculados con estas dos
posturas.
La metodología describe detalladamente cómo
fueron seleccionados los docentes entrevistados y
observados en sus aulas, cómo se elaboró el diseño
de la investigación, con precisiones relacionadas
con el tipo de estudio (el método biográfico) y sus
principales características. También se describe
cómo se desarrolló el procedimiento organizado
en distintas fases que permitieron abordar y
entrevistar a los sujetos de la investigación.
En la interpretación de los resultados y la discusión
se describe cómo se organizó la información
aportada por los relatos profesionales y cómo se
extrajeron los elementos comunes tanto en sus
itinerarios biográficos como en sus experiencias
profesionales. Luego se procedió a identificar
los elementos comunes dentro de esas dos
dimensiones.
Las conclusiones intentan sintetizar los
hallazgos provenientes del análisis de los relatos
profesionales y de las historias de vida de los
sujetos encuestados, resaltando aquellos elementos
que se vinculan con las interrogantes del estudio.
LA DOCENCIA: ¿VOCACIÓN O
PROFESIÓN?
En un estudio reciente, Elacqua et al. (2018)
argumentan con datos de varios países de
América Latina que, debido a que la profesión
docente ha perdido prestigio social, la mayoría de
quienes seleccionan la docencia no lo hacen por
vocación sino por defecto. Es decir, porque no
tienen muchas opciones para escoger su carrera.
En consecuencia, la carrera docente no sería
seleccionada por vocación.
La vocación tiene su origen en lo religioso, se
decía que para ser sacerdote había que sentir el
llamado de Dios (González 2000; Larrosa 2010).
Esta concepción de vocación trascendente se
trasladó a la docencia, que no se consideraba una
profesión, en el sentido actual del término, sino
más bien un arte. Los docentes eran pues cercanos
a los religiosos o a los artesanos. En ambas
circunstancias lo que se requería era esperar el
llamado de Dios o aceptar el destino.
Varios estudios dan cuenta de cómo la docencia
fue evolucionando hacia lo que hoy se considera
una profesión (Day 2005; Regnault 2000; Arnaut
2000). Más recientemente, (López 2014:84-
97) señala que la profesión debe garantizar las
siguientes condiciones:
Constituir un grupo disciplinado de
individuos.
Adherirse a normas éticas.
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EL DILEMA ENTRE LA FORMACIÓN Y LA VOCACIÓN. ESTUDIO DE CASO DE DOCENTES ECUATORIANOS DE EXCELENCIA
Ser poseedor de un conocimiento
específico y de un conjunto organizado de
competencias debidamente organizado.
Disponer de un marco de aprendizaje
ampliamente reconocido y derivado
de la investigación, la formación y el
entrenamiento de alto nivel.
Estar preparado para aplicar ese
conocimiento y ejercer esas competencias.
Actuar en interés de otros.
En todo caso, es difícil saber si lo que se llama
vocación, es decir, el llamado de la naturaleza
que orienta a las personas hacia sus preferencias
profesionales, es determinante (Tenti 2008).
Lo que podría afirmarse es que la docencia es hoy
una profesión y no un oficio que se aprende sobre
la marcha y no se puede ejercer sin estudios ni
preparación previa. En todo el mundo la docencia
requiere certificación formal de nivel superior
(Villegas 2003), lo que implicaría que cumple con
las condiciones enumeradas arriba.
Villegas (2003) señala las diversas formas en que
son percibidos los docentes, ya sea como artistas,
como trabajadores o como profesionales. Según
esta autora, a finales de la década de los noventa
no estaba claro si la docencia llenaba todas las
condiciones que según la OCDE y diversos
autores se requerían para ser considerada como
una profesión. Ya para los años siguientes, la
tendencia fue la de considerar a los docentes como
profesionales.
Por otro lado, Larrosa (2010:8) afirma que la
actividad docente es una profesión con vocación o
una profesión de valores y que las condiciones del
ejercicio profesional docente para obtener plena
satisfacción serían:
a)
Vocación (inclinación natural para
dedicarse a la actividad profesional
de enseñar con entusiasmo,
compromiso y confianza en el poder
de la educación, dedicación especial
y de servicio hacia los demás).
b)
Competencia (formación profesional
científica y cnica adecuada que le
haga competente en todo momento
en el ejercicio de la profesión).
c)
Actitud (de apertura, servicio a la
comunidad y trabajo en equipos
flexibles).
d)
Dedicación (suficiente a la profesión
procurando tener cualificados sus
saberes).
e)
Conocimiento de los deberes y
derechos éticos (que puede asumir
como compromiso moral y exigir a
los demás).
Podría concluirse que, en la actualidad, la docencia
es considerada como una profesión al igual que
otras como la medicina, el derecho o la ingeniería.
Pero en ella el peso del compromiso social y de la
dimensión ética pareciera estar muy presente, lo
cual pareciera requerir una mayor vocación.
No obstante, el hecho de que se trata también de
una profesión con escaso prestigio social y a la
que los estudiantes no seleccionan por vocación
sino por defecto, lleva a controversias y polémicas
(Elacqua et al. 2018). Se discute sobre la necesidad
de que los docentes posean vocación antes de sus
estudios y durante su ejercicio en las aulas.
El presente estudio permitió conocer la
concepción que sobre estos temas tienen los
sujetos entrevistados. Se intenta dar respuesta a
la interrogante que aparece como fundamental
dentro de la carrera docente: ¿Es más importante
la vocación que la formación? ¿Para ser un buen
docente hay que nacer docente o, por el contrario,
un buen docente puede formarse dentro de las
aulas de clase en su formación inicial?
Este artículo presentará lo que las vidas y
las experiencias de los docentes con buen
desempeño de las provincias de Azuay y Cañar,
en la sierra ecuatoriana, indican como respuesta
a las interrogantes anteriormente formuladas. Si
bien las historias de vida realizadas no permiten
generalizar los resultados, indican orientaciones
y explicaciones que pueden luego ser verificadas
si se amplía la cobertura del estudio a un número
mayor de docentes.
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
METODOLOGÍA
El diseño de la investigación se realizó a partir de
historias de vida, utilizando el método biográfico.
Este enfoque cualitativo permitió una comprensión
sobre situaciones preexistentes y actuales en la
formación de los docentes seleccionados para
este estudio. Se utilizó el método biográfico
narrativo (Bolívar, Domingo y Fernández 2001)
que permitió conocer y analizar la narrativa de los
docentes sobre sus experiencias relacionadas con
su formación profesional y humana.
No se utilizó una entrevista biográfica en el sentido
estricto del término, sino una metodología ad hoc
que combinaba el cuestionario con preguntas de
corte autobiográfico. Este instrumento fue el que
más se ajustó a las circunstancias y características
laborales de los docentes seleccionados para este
estudio. En efecto, el tiempo con el que contaban
los profesores era escaso y realizar un relato
biográfico por escrito fue el instrumento que mejor
se ajustó a esta situación.
Se seleccionaron como informantes los docentes
que obtuvieron las mayores calificaciones (por
encima de 900 puntos sobre mil) en la prueba
Ser Maestro del Instituto Nacional de Evaluación
(INEVAL) del Ecuador (evaluación de desempeño
de los docentes en servicio que se centra en los
saberes disciplinares) y que trabajan en las
provincias de Azuay y Cañar.
La selección de los informantes se basó en dos
criterios: en primer lugar, los docentes que poseían
las más altas calificaciones y, en segundo término,
que trabajaran en escuelas públicas (fiscales).
Todos los docentes seleccionados pertenecen a
la Educación General Básica (EGB), sub nivel
básica superior o de bachillerato. En síntesis, se
trató de una selección intencional.
Se seleccionó la totalidad de los docentes que
cumplían con las condiciones anteriores (6
docentes). Los 6 docentes seleccionados pueden
ser considerados informantes claves y enseñan
diferentes asignaturas: Matemática, Ciencias
Sociales, Biología, Arte y Literatura.
El trabajo se realizó en tres fases;
I. Contacto con los docentes de estudio
El primer acercamiento con los docentes
investigados se realide manera presencial en
sus instituciones de trabajo. Para ello se realizó
un oficio dirigido al presidente de la zonal 6 del
Ministerio de Educación.
II. Aplicación del cuestionario
Se elabo un cuestionario auto-administrado
para ser aplicado a los docentes seleccionados.
Este cuestionario fue utilizado previamente con
docentes del mismo nivel pero que no fueron
seleccionados para el estudio para asegurar
que las preguntas recogerían efectivamente lo
que se deseaba en el estudio. Fueron preguntas
abiertas que permitían a los sujetos desarrollar
ampliamente aspectos de su vida personal y
profesional, mediante relatos biográficos escritos
por ellos mismos. El instrumento fue enviado a los
docentes investigados vía correo electrónico y se
recibió la información de vuelta por la misma vía.
III. Revisión y análisis de la información a través
de métodos fenomenológicos.
Después de recibir la información, se procedió a
la interpretación de la información. Para ello, se
definieron categorías que permitieron detectar los
elementos comunes presentados por los docentes.
Para el análisis de los datos se procedió a una
lectura metódica de los relatos profesionales
recopilados. De la primera revisión de los relatos
de vida de los docentes surgieron, de manera ex-
post-facto, categorías directamente relacionadas
con los elementos del estudio.
Se elaboraron, así, 6 categorías de análisis, que se
detallan a continuación:
1. Motivación en los primeros pasos para ser
docente.
2. Razones por las que eligió ser docente.
3. Rol con el que se identifica.
4. Elementos que se requieren para ser un
buen docente.
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EL DILEMA ENTRE LA FORMACIÓN Y LA VOCACIÓN. ESTUDIO DE CASO DE DOCENTES ECUATORIANOS DE EXCELENCIA
5. Percepciones sobre la práctica docente.
6. Resultados de su trabajo.
Luego, se procedió al análisis de cada categoría
a la luz del estudio de patrones de regularidad
en los relatos escritos por los 6 docentes, lo que
permitió desarrollar sistemas de relaciones en la
información de la que se disponía. Estas categorías
se detallan en los resultados que se presentan a
continuación con mayor profundidad.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
LOS PRIMEROS PASOS PARA SER
DOCENTE
La selección de la profesión es una de las decisiones
más relevantes del ser humano. Según Cano
(2008) para la elección de una carrera profesional
debe haber motivación extrínseca e intrínseca.
Los estudiantes seleccionan sus carreras con el
propósito de recibir recompensas externas como
el prestigio social o el salario. Sin embargo, la
elección de una profesión también dependerá del
interés que genere la futura profesión, el deseo de
aprender y el sentimiento de triunfo.
Es así que tanto motivaciones externas como
internas son el sostén para escoger la carrera
profesional. Algunas de estas motivaciones podrían
ser los intereses, las experiencias escolares, el
entorno familiar y, muchas veces, maestros que
inspiran con sus formas innovadoras de enseñar.
Pueden existir también itinerarios diversos que
llevan a realizar esa selección.
En el estudio ya citado de Elacqua et al. (2018:17)
se afirma que la docencia es una profesión poco
atractiva y que “(…) los venes que estudian
educación no lo hacen necesariamente por
vocación o porque ésta sea una carrera atractiva,
sino porque es una carrera accesible.”
En el presente estudio se destaca la inclinación
temprana de todos los entrevistados por las materias
que luego serían sus especialidades profesionales.
Cinco de los seis docentes no escogieron la docencia
como profesión inicialmente. Igualmente, cinco
de seis comentaron que la matemática fue una de
sus asignaturas favoritas, al respecto, B. Astudillo
(comunicación personal, 21 de noviembre de
2018) menciona que le gustaban las matemáticas
porque resolver problemas era un reto.
Asimismo, M. Cabrera (comunicación personal,
29 de noviembre de 2018), manifiesta que la
matemática fue su asignatura preferida, porque
es una materia práctica, por el análisis, por el
razonamiento que se debe seguir para resolver un
ejercicio y porque es la materia más fácil. Además,
los docentes recalcaron que la literatura, las
ciencias naturales, las ciencias sociales y la música
fueron materias que les permitieron disfrutar de la
época escolar y fueron claves para su formación
académica. Pareciera que la vocación temprana de
los sujetos no fue la docencia sino las disciplinas
que mencionan como favoritas. No obstante,
otros elementos de su itinerario de vida indican
una orientación hacia la educación que podría
indicar vocación.
Las experiencias escolares son motivaciones
externas que también influyen en la escogencia
de la carrera. Para M. Cabrera, E. Auquilla, J.
C. Cárdenas, B. Astudillo y C. Montesdeoca,
la experiencia escolar en la primaria fue
enriquecedora, mientras que L. Zhimnay
(comunicación personal, 27 de noviembre, 2018)
recuerda que durante sus estudios primarios fue
discriminado por ser del campo.
Sin embargo, recuerda que en la secundaria
encontró un ambiente de armonía y tuvo todo a
su alcance para desempeñarse de la mejor manera:
En el colegio (secundaria) hacíamos los
fines de semana, catequesis y en vacaciones
íbamos a las misiones del Oriente, entonces
pienso que ahí nació mi pasión por los niños
y adolescentes, por eso cuando me retiré de
la tutela salesiana no dudé en enrolarme al
magisterio fiscal. (L. Zhimnay, comunicación
personal, 27 de noviembre, 2018)
En tanto, M. Cabrera (comunicación personal,
29 de noviembre de 2018), manifiesta que
desde la escuela ya tenía ese gusto por enseñar
a los compañeros que no entendían algo y
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
ayudar a los que no podían realizar una u
otra tarea. Sin embargo, cuando ingresó a la
secundaria el ambiente cambió y fue víctima de
burlas y apodos. Ingeniosamente supo ganarse
la consideración de docentes y compañeros
mediante lo que él denominó como la mejor
herramienta: ayudar al que no entendía las
clases, y claro, los que no entendían en su
mayoría eran los que molestaban (M. Cabrera,
comunicación personal, 29 de noviembre de
2018).
En estos fragmentos de sus relatos, los sujetos
expresan una atracción por la enseñanza más
relacionada con aspectos sociales y afectivos que
con aspectos directamente asociados a la docencia
como profesión. El término ayudar y la idea de
gusto por enseñar apuntan en ese sentido.
El entorno familiar es otra motivación externa
que puede influir en la elección de una carrera
profesional. En el caso del docente J. C. Cárdenas,
el ambiente académico estuvo presente en su
hogar debido a que sus abuelos y padres tienen
profesión docente, al preguntarle sobre este tema,
J. C. Cárdenas (comunicación personal, 26 de
noviembre de 2018), manifestó: “Yo crecí con
mis dos padres, ambos fueron docentes. Mi papá
era profesor universitario y mi mamá tiene un
diplomado en la parte de pedagogía, el ambiente de
mi hogar siempre fue relativo a la parte académica
y por eso creo que tendí a ser docente, mis abuelos
también fueron docentes”.
Finalmente, los docentes son parte fundamental
en la vida de todo estudiante, son quienes dejan
impregnada su huella y en muchas ocasiones
quienes inspiran al momento de elegir la carrera
profesional. En tal sentido es notorio el siguiente
comentario de uno de los docentes entrevistados:
“Mis profesoras, en su mayoría mujeres, siempre
nos enseñaban valores como el respeto, puntualidad
y honestidad, tuve muy buenas experiencias”. (M.
Cabrera, comunicación personal, 29 de noviembre
de 2018). Así mismo, recuerda que cuando terminó
la escuela, su profesor de sexto grado le dijo que
algún día iba a destacar por sus capacidades y sus
palabras se cumplieron en el año 2016, cuando fue
proclamado el docente mejor puntuado en el área
de Matemática del régimen Sierra-Amazonía.
Estos dos últimos relatos permiten comprender
que el tránsito por la escolaridad puede influir en la
vocación hacia la docencia, dependiendo del tipo
de relación que tuvieron con sus propios docentes.
SER DOCENTE: DE LA ALEGRÍA A
LA OPORTUNIDAD DE SERVIR
Sobre el particular, se constató que cinco de seis
sujetos inmersos en este estudio no eligieron ser
docentes inicialmente. Y los seis escogieron una
especialidad, es decir, una disciplina que los
atraía y con la cual decidieron ser profesionales.
La docencia como profesión surgió como
consecuencia de experiencias en las profesiones
previas y como vocación tardía. Se asociaba
con mayor énfasis a la idea de servicio, ayuda
y compromiso, que, a un concepto técnico-
profesional al estilo de la medicina, la ingeniería o
el derecho, por ejemplo.
En estas últimas profesiones la idea de
compromiso humano, de ayuda a los necesitados,
parece ser menor que la idea de especialización
técnica como la que se requiere para ser cirujano,
ingeniero, diseñador de computadores o abogado,
por ejemplo.
Sobre estas tres profesiones no hay duda de que
se requiere una especialización profesional que
no puede ser sustituida por cualquier otra, por
su nivel de especificidad. No forzosamente están
asociadas a servicio social, ayuda humana o
compromiso social. Ni tampoco parece que este
último requisito hiciera falta, basta con el hecho
de ser competentes ejerciendo su profesión,
aunque estos profesionales no sean socialmente
comprometidos. En cambio, pareciera que para la
profesión docente se necesita compromiso social
y vocación de servicio, más que la especialización
profesional. Al menos así lo expresan los sujetos
de este estudio.
Para Sarango (2018) la sociedad percibe a
los docentes como agentes transformadores y
formadores de la mente humana, de la misma
manera, los seis docentes entrevistados enfatizan
que la docencia es una profesión noble, de servicio
y entrega.
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EL DILEMA ENTRE LA FORMACIÓN Y LA VOCACIÓN. ESTUDIO DE CASO DE DOCENTES ECUATORIANOS DE EXCELENCIA
Mi decisión la tomé el primer día que
salimos a hacer la práctica, al ver la alegría
de los niños, al darse cuenta de que llegaba el
profesor de música y la fiesta, si la podemos
llamar así, a las actividades que realizábamos
en clase. (E. Auquilla, comunicación
personal, 22 de noviembre de 2018)
Mientras que B. Astudillo (comunicación
personal, 21 de noviembre de 2018), vio en la
docencia la oportunidad de servir: “Me gusta
ayudar a la gente en lo que yo puedo y que ella
me ayude en lo que yo no”.
Estos dos casos parecen indicar que los sujetos
experimentaron una vocación tardía, basada s
en la docencia como un compromiso afectivo
que como una profesión. Aunque actualmente
los seis docentes se encuentran laborando en
escuelas públicas en la provincia del Azuay y
Cañar, solamente tres de ellos obtuvieron sus
títulos en el área de educación. Los tres docentes
que no se graduaron como profesores optaron
por profesiones relacionadas con la Ingeniería
Mecánica, la Comunicación Social y Bioquímica
y Farmacia.
Después de haberse desempeñado en sus
profesiones anteriores, estos tres docentes
decidieron trabajar en el área de la educación. Dos
de ellos mencionan que su ingreso a la docencia
fue de manera circunstancial, sin embargo, afirman
que hoy aman su profesión porque disfrutan
ayudar a sus estudiantes.
Mi ingreso al mundo de la docencia se
dio por casualidad, desde que egresé de
la universidad estuve trabajando en varias
empresas dentro de mi campo profesional,
industrias de producción, de servicios, de
construcción, etc., en las cuales siempre
aproveché todas las oportunidades que me
daban, volviéndome en cada una de ellas
un elemento importante y aportante, con
ideas, mejoras, innovaciones, lo que hizo
que mis relaciones laborales fueran siempre
agradables. Buscaba en cada oportunidad
el chance de ir progresando y mejorando
mis ingresos, por lo que no me estacioné
en un solo trabajo por más de cuatro os;
a la par de esto, me dieron la oportunidad
de trabajar en un instituto preuniversitario
dictando clases de nivelación a estudiantes
de diferentes niveles en las áreas aplicadas:
matemática, física, cálculo, dibujo técnico,
etc.; entonces fue allí que encontré el gusto
por la enseñanza. En 2010 me propusieron
trabajar en el Colegio Guillermo Mensi,
donde me gradué de bachiller y me atrajo
mucho la idea de regresar a mi colegio,
pero en calidad de docente y allí empezó
mi experiencia. (M. Cabrera, comunicación
personal, 29 de noviembre de 2018)
Este caso también parece reflejar una vocación
tardía. Sin embargo, es interesante notar que,
a pesar de que afirma haber tenido éxito en
su primera experiencia profesional en otra
carrera, privó más el elemento vocacional, en
este caso vinculado a sus memorias favorables
relacionadas con el colegio en el que realizó
sus estudios secundarios.
ROL CON EL QUE SE IDENTIFICAN
El rol con que se identifican los docentes puede
decir mucho acerca de su concepción de la docencia
como profesión o como servicio social orientado
esencialmente por razones vocacionales. El trabajo
del docente implica una serie de funciones por
desarrollar en la práctica diaria. Esta diversidad
de funciones puede resultar confusa en cuanto a la
especificidad de la profesión.
En un estudio sobre la identidad profesional
de los docentes venezolanos, Regnault (2000)
señala que la mayoría de los docentes de ese país
se identificaban con funciones no directamente
relacionadas con la profesión. Incluso el 79% de
ellos no relacionaba su práctica de aula con los
aprendizajes de sus alumnos.
Regnault (2000) destaca que más del 49% de los
docentes se identificaba con funciones ajenas a
la docencia. Para el presente estudio, se preguntó
a los sujetos con cuál rol se identificaban. A
continuación, sus respuestas.
Me identifico más como formador y orientador
porque considero que la tarea educativa debe
trascender de la mera información cognitiva
y otorgar verdadero sentido a la vida de cada
estudiante, de modo que cuando salga de las
aulas tenga el arsenal preciso y de calidad
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
para enfrentarse con posibilidades de éxito
en el ámbito personal, social y profesional.
(L. Zhimnay, comunicación personal, 27 de
noviembre de 2018)
Este fragmento del relato llevaría a formular la
pregunta: ¿cómo se forman los orientadores y los
formadores? ¿Es una formación como pedagogo,
como psicólogo, como profesional o como
servidor comunitario?
Así mismo, B. Astudillo manifiesta que se
identifica como formadora:
Porque la juventud y la humanidad toda, no
solo precisan dominar los conocimientos,
las técnicas, las habilidades y destrezas
requeridas para desenvolverse en la
sociedad actual, sino que, además, debemos
todos conocer y practicar valores que nos
permitan vivir en armonía con nosotros
mismos, con los demás y con la naturaleza.
De esta forma las personas estamos con
mejores capacidades para dirigir nuestras
vidas, cuidando el planeta, respetando
las diferencias, practicando la tolerancia,
optando por la paz, viviendo con sobriedad,
liberándonos de los vicios y sin corrupción.
(B. Astudillo, comunicación personal, 21 de
noviembre de 2018)
Estas respuestas expresan una concepción de
la profesión amplia, en la que se consideran
aspectos donde se combinan los relacionados
con el dominio del conocimiento de la
disciplina con valores transversales, tales como
la convivencia, el respeto por la naturaleza y la
honestidad.
Otros docentes se identifican con funciones
que combinan tanto la investigación como el
aspecto orientador, tal es el caso de M. Cabrera
(comunicación personal, 29 de noviembre de
2018), quien indica que se identifica con varias
funciones, entre ellas: investigador; Me gusta
mucho leer y siempre trato de actualizar mis
conocimientos sobre el área en la que trabajo”.
Facilitador: “Pienso que, si uno sabe algo,
debe tratar de allanar el camino para que otros
también puedan adquirir esos conocimientos
y aprovecharlos”. Padre de sus alumnos: “Me
apersono mucho de mi trabajo como tutor o como
docente, llegando a hacer míos sus problemas”.
Formador:Trato de formar a los estudiantes más
como personas que como conocedores de una
técnica”.
Otro docente manifiesta que sus principales
funciones son las de investigador:
Creo que es necesario buscar nuevas
estrategias para construir el conocimiento
conjuntamente con los estudiantes.
Orientador: soy una de las personas que me
gusta motivar a los estudiantes a superarse
y que entiendan que ninguna actividad o
asignatura es s importante que otra, a
entender que no solo es el hecho de formarse
como un estudiante de calificación excelente,
sino también que debemos ser personas. (E.
Auquilla, comunicación personal, 21 de
noviembre de 2018)
Lo expuesto por los docentes corrobora lo
planteado por Ocaña (2009), ya que el rol del
docente no se reduce únicamente a impartir una
clase en el aula, sino que implica involucramiento,
empatía e interés por el grupo de estudiantes con
quienes trabaja, de tal manera que se fomente un
clima adecuado que posibilite construir espacios
de formación académica y emocional de manera
exitosa.
ELEMENTOS REQUERIDOS PARA
SER UN BUEN DOCENTE
Para explorar la relación entre vocación y profesión,
se indagó acerca de lo que hace falta para ser un
buen docente. Los seis profesores entrevistados
manifiestan que dentro de la profesión existen
varios aspectos que se deben superar para llegar
a ser buenos maestros. M. Cabrera menciona
que en su caso necesita un mayor conocimiento
sobre técnicas y estrategias de enseñanza. Por esta
razón, siente la necesidad de estudiar una maestría
relacionada con la docencia. Así mismo, otro
docente manifiesta que para ser un buen docente:
Hace falta más fe en uno mismo, más tiempo
para preparar clase, los materiales de trabajo
y para leer más; no para llenar papeles y
cambiar formatos. Además, se necesita
que se le devuelva al maestro su autoridad
como docente. (B. Astudillo, comunicación
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personal, 21 de noviembre de 2018)
Por su parte, J. C. Cárdenas (comunicación
personal, 26 de noviembre de 2018), resalta que
el camino para llegar a ser un buen maestro es
recordar que tanto docentes como alumnos somos
seres humanos y nuestra misión es ayudar a los
jóvenes y finalmente, E. Auquilla (comunicación
personal, 21 de noviembre de 2018), manifiesta
que ser un buen docente implica ser más
investigadores, dejar de conformarnos con lo que
hemos conseguido, puesto que está en nuestras
manos la responsabilidad de formar a los futuros
profesionales del mundo.
La literatura especializada coincide con varios de
los elementos que los docentes, sujetos de este
estudio, señalan como esenciales para ser un buen
profesional. Burns y Luque (2014) y López (2014)
coinciden en la necesidad de dominar las técnicas
y estrategias de enseñanza, al mismo tiempo que
poseer un sentido de compromiso con la misión
social relacionada con la mejora de la situación de
los alumnos, niños y venes. El compromiso y
el rol de investigación también son señalados por
Villegas (2003).
PERCEPCIONES SOBRE LA
PRÁCTICA DOCENTE
Como ya se ha visto, la docencia es concebida en
general como una profesión que requiere de un fuerte
compromiso social, político, humano y emocional,
puesto que los docentes son actores sociales de
cambio que influyen en el progreso escolar de sus
estudiantes. Los 6 docentes comparten un fuerte
compromiso social por enseñar, lo que genera que
se involucren personalmente con el logro de los
estudiantes, disfrutan lo que hacen y ven progresar
a sus estudiantes (Falus y Goldberg 2011).
Con respecto a lo que más les gusta de su práctica
como docentes, uno de ellos manifiesta que le
agrada que existe la libertad de trabajar con los
estudiantes, conversar con ellos, dialogar, debatir
y compartir ideas. Además, valora cuando un
estudiante aplica los conocimientos adquiridos
en el aula en la solución de problemas reales.
(J. C. Cárdenas, comunicación personal, 26 de
noviembre de 2018).
L. Zhimnay (comunicación personal, 27 de
noviembre de 2018) expresa: “Los docentes se
motivan cuando ven que sus estudiantes progresan
e incluso les superan cuando resuelven problemas”,
mientras que M. Cabrera (comunicación personal,
29 de noviembre de 2018), indica que la docencia
es una carrera que cambia vidas, que le gusta la
oportunidad que tienen los maestros de cambiar
vidas, de forjar personas, pues con los actos los
estudiantes ven un ejemplo a seguir.
Estas frases reafirman el concepto de la docencia
como actividad que implica compromiso social,
pedagógico y político por hacer un buen trabajo a
la hora de enseñar y, además, disfrutar enseñando
a sus estudiantes con una visión humanista de la
vida (López de Maturana 2010).
EL RESULTADO DE SU TRABAJO
Se preguntó a los docentes cuáles podrían ser las
razones por las cuales un alumno aprende o no,
respecto a lo cual, L. Zhimnay, considera que las
causas por las que los estudiantes no aprenden son:
La primera, la existencia de numerosos
distractores tecnológicos, luego la falta de
mística y adecuada formación de los docentes;
la escasa orientación psicopedagógica que
brindan las autoridades institucionales a
sus docentes y finalmente, la decadencia
de la estructura familiar. (L. Zhimnay,
comunicación personal, 27 de noviembre de
2018)
Al referirse al aprendizaje de la matemática,
Cabrera sostiene que el hecho de que un estudiante
no aprenda se debe a:
Que desde pequeños nos grabaron en la mente
un chip que nos dice que no podemos hacer
algo, por ejemplo, en el área de matemática,
todos hemos escuchado alguna vez decir a
alguien que la matemática es difícil, cuando es
todo lo contrario, ese pensamiento pesimista
hace que cuando se trate de matemática,
nuestro cerebro automáticamente se
sugestiona y lo que es fácil lo vuelve difícil.
(M. Cabrera, comunicación personal, 29 de
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
noviembre de 2018)
El sujeto parece, pues, atribuir el rendimiento de
sus alumnos a ese prejuicio contra la matemática
que suele existir y ser frecuente en las escuelas.
Es probable que su posición, afirmando que la
matemática es fácil de aprender, favorezca un
nivel de aprendizaje satisfactorio en sus alumnos.
Hay muchísimos factores que inciden en
este problema, pero en buena medida, un
elemento importante que afecta el aprendizaje
del estudiante es el que muchos docentes
avanzamos con nuestra materia sin considerar
los conocimientos previos, porque si nos
detenemos a nivelar a cada uno de ellos, nos
faltaría tiempo para cumplir con el Programa
General de Estudios que nos exige el Sistema
Educativo Nacional dispuesto para cada
curso o nivel. (B. Astudillo, comunicación
personal, 21 de noviembre de 2018)
En este caso, el sujeto parece sugerir que la
responsabilidad es del docente, aunque consideran
que la falta de tiempo es una razón importante
que explica la imposibilidad de cumplir con esa
responsabilidad.
Finalmente, al dar una explicación sobre la causa
por la que un estudiante no aprende, J. C. Cárdenas
(comunicación personal, 26 de noviembre de
2018) manifiesta que se debe al poco incentivo
que tienen los estudiantes para cultivar la
creatividad y curiosidad por la materia, por lo que
resultaría interesante saber si ese incentivo no es
responsabilidad de la pedagogía y parte importante
del trabajo docente.
Teniendo en cuenta lo planteado por los docentes
vale la pena destacar que, si bien muchos
atribuyen el rendimiento de sus estudiantes a la
pedagogía, también en ciertos casos lo imputan
a la disposición del mismo estudiante y a otros
factores ajenos a la pedagogía, como la falta de
incentivos, la existencia de estímulos externos y
a prejuicios sobre la dificultad de la disciplina. Si
bien es cierto que el aprendizaje de los alumnos
depende de ltiples factores, cada vez más la
evidencia apunta a la relación entre logros en
el aprendizaje de los alumnos y desempeño del
docente.
Autores como Burns y Luque (2014) y Barber
y Mourshed (2008) concluyen que el nivel
educativo de un país depende del desempeño de
sus docentes. La pregunta es: ¿de qué depende el
desempeño docente: de su compromiso y vocación
o de su formación profesional?
Los sujetos de este estudio parecen tener una
respuesta equilibrada a esta pregunta, es decir,
depende de su compromiso con los aspectos
humanos y sociales del acto educativo, pero también
de la formación profesional. Esencialmente en dos
de sus componentes, el dominio de la disciplina
que se imparte y el dominio de la pedagogía, es
decir, del ¿arte? de enseñar.
CONCLUSIONES
Este estudio intentó responder a las preguntas:
¿Es más importante la vocación que la formación?
¿Para ser un buen docente hay que nacer docente o,
por el contrario, un buen docente puede formarse
dentro de las aulas de clase de los centros de
formación inicial?
Como ya se dijo, cinco de los seis profesores
sujetos de este estudio no se formaron como
maestros y una segunda constatación es que todos
son docentes especialistas de alguna asignatura, lo
que requiere dominar el contenido de la disciplina,
de modo que no se podría asociar la formación
inicial al desempeño profesional puesto que la
formación inicial de los docentes entrevistados
no fue la docencia. Todos se sintieron atraídos por
una disciplina en particular y luego, su trayectoria
biográfica los fue llevando hacia el ejercicio de la
docencia.
Los docentes con mejor nivel de desempeño
tienen como atributo común el de ser docentes
especializados, es decir, son docentes de
disciplinas específicas como Música, Lengua y
Literatura, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales
y Matemáticas.
Puede plantearse que básicamente la formación
específica del docente en la asignatura que imparte,
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está estrechamente vinculada con sus resultados
en las evaluaciones tomadas por el INEVAL. En
el caso de los docentes de esta investigación, el
hecho de que su alta calificación en la evaluación
de desempeño sea una evaluación disciplinar,
parece apuntar hacia esa hipótesis.
Es decir, que su vocación parece haberse orientado
más hacia una disciplina o una materia, antes que
a la educación. Esto parece coincidir con estudios
que argumentan que existe una elevada correlación
estadística entre el alto índice de desempeño y el
dominio de la disciplina que se imparte (Hanushek,
M. Piopiunik & S. Wiederhold 2017; Bietenbeck,
Piopiunik & Wiederhold 2017).
Si se consideran sus opiniones, también se podría
decir que existe una vocación aparentemente
ligada a la personalidad que orienta o define
la selección de la carrera docente. Pero si se
considera el itinerario biográfico, pareciera más
bien que la primera opción de la mayoría no fue
la docencia sino la especialidad disciplinaria
o el oficio en el que dieron sus primeros pasos
profesionales. Luego, por diversas razones,
tuvieron la oportunidad de ejercer la docencia.
Todo parece indicar que esa experiencia, en
un segundo tiempo, fue la que definitivamente
motivó la selección final de la carrera. Esto está
relacionado con lo que reflejan estudios sobre la
identidad profesional del docente, en los que se
destaca, entre otros factores, el vínculo afectivo
entre el sujeto y la especialidad profesional que
ejerce.
De modo que, si bien no se puede disponer de
respuestas definitivamente válidas a las preguntas
de este estudio, se podría argumentar que, en el
caso de los docentes sujetos de esta investigación,
existe algo que podría llamarse vocación de
doble vía. Esto significa que en una primera
aproximación se muestra una atracción temprana
por la disciplina que se enseña y luego en el
ejercicio de la práctica se desarrolla el gusto por
la profesión.
Es decir, una primera vía que consiste en la
identificación de su atracción por las disciplinas
que constituyen las materias en el currículo del
sistema educativo ecuatoriano y que, en varios
casos fueron su primer empleo y una segunda
vía que podría entenderse como la orientación
vocacional hacia la docencia.
Una vez en el ejercicio de la profesión, los sujetos
expresan haber encontrado su auténtica vocación
y también parecen haber identificado una serie
de elementos necesarios para su ejercicio. Estos
elementos, si bien son coincidentes en muchos
casos, también evidencian diferencias entre los
conceptos acerca de la profesión que expresa cada
uno.
Los docentes escogieron otras carreras al inicio
de su ejercicio profesional y la vocación surgió
en un segundo momento. Vocación y profesión
se cruzan en las trayectorias de vida estudiadas
durante el ejercicio de la práctica docente, de modo
que, si bien en sus relatos hablan de compromiso
y vocación por su trabajo, esta vocación no fue
lo que orientó esa primera opción. Esto significa
que la vocación no antecede a la formación ni
al ejercicio profesional y que, en el mejor de los
casos se desarrollan de manera paralela.
Esta constatación podría significar que pueden
formarse docentes de excelencia en los centros
de formación, aun cuando no tengan la vocación
inicial, puesto que esta puede desarrollarse
tardíamente en el ejercicio de la profesión.
DECLARACIÓN DE CONFLICTOS DE
INTERESES:
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
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Marielsa Emilia del Socorro pez de Herrera; Mariano Ignacio Herrera Pérez; Rafael Eduardo Rodríguez Jara
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