Juan Almagro-Lominchar; Susana Fernández-Larragueta; Juan Fernández-Sierra
asignatura de Economía.
De esta manera, comprobamos que los materiales
con los que trabajan los estudiantes de Economía
incorporan contenidos que emergen únicamente
desde la perspectiva de la OCDE, de lasinstituciones
que, en el caso del Estado español, elaboran el Plan
de Educación Financiera, y de la legislación
vigente, cuya obsesión por optimizar la imagen del
sistema educativo español en las evaluaciones de
PISA con respecto a la competencia financiera,
facilita que las programaciones de Economía
incorporen directrices con una fuerte carga
ideológica, lo que a su vez determina la práctica
del profesorado y la construcción de esquemas
mentales económicos por parte de los estudiantes.
Así, por ejemplo, los estudiantes trabajan con
documentos en los que se insiste en que “es
importante empezar a cotizar cuanto antes: quienes
hayan empezado tarde a cotizar tendrán que ahorrar
más para completar su pensión pública” (CNMV
& Banco de España 2013:17), planteando, como
única alternativa viable en el escenario educativo
en el que se realizó la investigación, la necesidad
de contratar un plan de pensiones cuanto antes,
según se indica en los materiales curriculares con
los que el alumnado trabaja el contenido de la
asignatura.
No vamos a cuestionar la necesidad de que asuntos
financieros referidos a las pensiones tengan cabida
en los currículos educativos, pues se trata de
contenidos de actualidad que es necesario que el
sistema escolar aborde; por el contrario, la crítica
que desde aquí exponemos está centrada en cómo
las directrices de organismos económicos y
financieros son las que trazan el devenir de estas
cuestiones en el escenario educativo. Un hecho
que, desde la perspectiva pedagógica que define el
análisis de nuestro trabajo, suplanta cualquier
debate epistemológico en las aulas de Economía
contrario a los criterios que reflejan los textos e
informes de estas instituciones.
De esta manera, cuando en las aulas de Economía
se trabajan, cada vez en mayor medida, contenidos
referidos a las pensiones, no podemos perder de
vista la función que cumple el Estado, como aparato
político encargado de velar por la legitimidad de
las pensiones públicas. No obstante, tal y como han
indicado los estudiantes que fueron entrevistados
grupalmente (9 de marzo, 2017), la referencia
teórica con la que se trabaja en el aula se orienta a
la familiarización y adquisición de planes de
pensiones de índole privada, en concordancia con
lo que establecen los materiales didácticos y
curriculares con los que se trabaja la asignatura.
En este sentido, no solo consideramos la necesidad
de evaluar y cuestionar estas prácticas, sino que,
además, y primordialmente, entendemos que el
sistema escolar ha de favorecer que los estudiantes
construyan su mapa mental económico
considerando la relevancia (para todos los grupos
etarios) que supone la legitimidad del sistema
público de pensiones.
O lo que es lo mismo: a partir de la perspectiva
político-pedagógica desde la que llevamos a cabo
este análisis y la discusión de los datos planteados,
concebimos que los contenidos y asuntos
económico-financieros de actualidad, como los
referidos a las pensiones, no se pueden cosificar, en
el ámbito educativo, a la asunción por parte de los
estudiantes de que la única opción pasa -siguiendo
las directrices que recogen los documentos que
sostiene la OCDE y el MECD, y que, a su vez, se
plasman en los libros de texto de la asignatura de
Economía-, por vincularse a una entidad
financiera para adquirir, con la mayor brevedad
posible, un plan privado de pensiones, pues, desde
esta perspectiva se está inhibiendo la posibilidad
de que estos estudiantes, futuros ciudadanos, se
aproximen a reflexionar y comprender que existe
un modelo económico alejado de las tesis
neoliberales, con planteamientos divergentes a los
que estas instituciones financieras y organismos
económicos plantean (Navarro 2015).
Es así como la escuela está silenciando la
existencia de estrategias pedagógicas alternativas,
desde las cuales enfocar estos contenidos con la
finalidad de que los jóvenes asuman cuál es (o
debe ser) su rol en el escenario socio-político-
económico, presente y futuro, para contribuir a la
legitimidad del sistema público de pensiones y, por
consiguiente, al mantenimiento del Estado de
Bienestar.
Estos datos, junto a otros asuntos al respecto que
incorpora el libro de texto y que siguen la misma