La razón principal para el éxito de estos empresa-
rios nos la detalla Román Font: “En aquel momen-
to el español emprendedor se encontró con un país
que le faltaba todo y entonces vieron muchas posi-
bilidades para montar el negocio” (R. Font Pagés,
comunicación personal, 27 de agosto del 2014).
El empresario aventuro Francisco Dalmau Padró
protagonizó un caso de éxito empresarial muy in-
teresante, ya que trajo la industria textil al país,
junto con su hermano Antonio a principios del si-
glo XX:
Se puede decir que las fábricas textiles fue-
ron el comienzo de la industrialización en
Ecuador. Fueron los primeros en crear una
industria. Tuvieron mil trabajadores. Para
la época sería muy grande, eran un montón
(J. Dalmau, comunicación personal, 21 de
agosto, 2014).
Los motivos que les llevaron a emigrar coinciden
con el de otros catalanes de la época. El hermano
mayor heredó todo por mayorazgo y tuvieron que
buscar la manera de ganarse la vida:
Mi bisabuelo y el hermano de él, entre los
dos, no heredaron nada del padre de ellos,
por el mayorazgo. Y ahí tuvieron que mi-
grar de un pueblo pequeño de Cataluña que
se llama Báscara a Barcelona. Y en Bar-
celona se pusieron un pequeño almacén y
lograron hacer un poco de dinero. Esto fue
por 1900. Y cuando ya tenían un poquito
de dinero decidieron venir a Sudamérica, a
buscar suerte básicamente. Y fueron prime-
ro a Argentina. Llevaron mucha mercade-
ría, concretamente telas. En Argentina no
montaron nada. Imagino que ellos vieron
pocas posibilidades en el país porque ha-
bía un mayor desarrollo, y ellos venían con
mucha tela. Ellos iban vendiendo mientras
iban avanzando. Y empezaron a subir con
las telas hacia Lima, Perú, y llegaron acá,
hasta Ecuador. Y acá en Ecuador vieron un
gran mercado, y le hablaron muy bien de
una zona del norte. Les dijeron que la gente
es muy buena trabajadora, muy tran-
quila… Y ahí decidieron montarse una
empresa textil (J. Dalmau, comunicación
personal, 21 de agosto, 2014).
Franciso Dalmau Padró y su hermano Antonio
abrieron tres fábricas en un corto tiempo. La pri-
mera en Otavalo, luego en Ambato y por último en
Atuntaqui. Esta industria especializó al pueblo en
el sector textil, actividad que continúa en la ac-
tualidad.
Francisco Dalmau se casó con Carmela Cabanas
Soldevilla, nacida en Guayaquil, pero cuyos pa-
dres eran catalanes de nacimiento, Florencio Ca-
banas Plá y Carmen Soldevilla Segura, que tras su
luna de miel se trasladaron a Guayaquil. Fueron
los pioneros de las dulcerías catalanas. Allí abrie-
ron la primera pastelería de la ciudad en 1900, el
Salón Cabanas, cuyo menaje fue traído directa-
mente desde Nueva York. El éxito fue tal que al
poco abrieron un segundo salón en la misma ciu-
dad, La Palma (Estrada 1992:146-147).
Otros ejemplos de empresarios de éxito en la dé-
cada de los cincuenta son los hermanos barcelone-
ses, Guillermo y Gaspar Serra Bodro, que, junto
con un mallorquín, Sebastián Montaner, fundaron
la empresa Unión Vinícola Internacional, cuya ac-
tividad principal es la producción de vinos, mosto
de frutas tropicales y champán. En el 1966 los her-
manos crearon otra empresa, Industria Conserve-
ra del Guayas, que produce mermeladas, frutas y
zumos envasados, y se convirtieron en los líderes
nacionales en este sector.
Otros catalanes de éxito que llegaron a princi- pios
de siglo fueron cuatro primos procedentes de
Rubí, Barcelona: Juan Marcet Casajoana, Modes-
to Casajoana Castelvit, Juan Domenech Casajoa-
na y Arturo Domenech Casajoana. Juan Marcet
fue el primero en llegar a Guayaquil en 1907 don-
de trabajó en la administración de una tenería, La
Iberia. En 1945 fundó su propia empresa, llamada
Juan Marcet, relacionada con la venta de materia-
les de zapatería. A petición de este es que llega a
Ecuador Modesto Casajoana Castelvit, para ayu-
darle con la distribución de zapatos en la ciudad de
Cuenca. Modesto se establece en Cuenca en 1935
y se encarga de administrar la empresa de venta de
calzado llamada La Nacional, cuyo dueño era Juan
Marcet. Esta empresa continúa en la actua-