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REVISTA CHAKIÑAN, 2019, Nº.7, ABRIL, (94-103)
ISSN 2550-6722
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
James Scott discute la visión gramsciana del
consentimiento y la sumisión de los subor-
dinados, así como la conguración de las
relaciones de poder. Al autor le preocupa el
dilema de la acción colectiva en escenarios
de dominación total o poder puro, que segui-
dores de la hegemonía gramsciana obviaron
en su análisis. La pregunta central de su tra-
bajo es cómo entender las relaciones de po-
der entre los dominantes y los subordinados,
cuando los últimos carecen de él. En de-
nitiva, su interés se localiza en comprender
cómo los dominados ofrecen resistencia sin
desaar revolucionariamente al poder.
El texto “Los dominados y el arte de la re-
sistencia”, es una lectura antropológica de
grupos campesinos en Malasia, los que, sin
lograr una verdadera revolución, mantienen
una constante correlación de fuerzas políti-
cas con grupos dominantes. En este escena-
rio el autor, observa como los campesinos
se encuentran dominados sin necesidad de
aceptarlo por completo. Scott expone que las
sociedades aparentaban entregar su consen-
timiento mientras desarrollaban escenarios
de boicot contra los dominantes.
El “atascamiento de máquinas e incendios de
campos de cultivo” (Rajchenberg 2015:50)
eran estrategias usadas por los dominados
para mostrar su inconformidad sin ser des-
cubiertos. En denitiva, la interpretación de
Scott explora los procesos históricos para
identicar los actores y las relaciones que se
conguran en los que se supondría el discur-
so hegemónico dominaría la escena.
El autor reconoce la existencia de una so-
ciedad dominada que se conforma con el
mensaje dominante y asume esta identidad
sin estar de acuerdo con ella. Los dominados
mantienen relaciones de subordinación con
grupos dominantes; estos últimos no ejercen
una coerción directa porque consideran tener
el consentimiento de los dominados (Scott
1990:97-98).
Las relaciones de poder no se forjan (como
el marxismo lo ha estudiado) en virtud de
las relaciones de producción del proletario
y el dueño del capital sino en función de
una constante repetición de “explotación y
degradación, que no solo surgen de la apro-
piación material, sino (…) de la sistemática
humillación personal que caracteriza la ex-
plotación” (Silva 2007:151).
Las relaciones de poder no sólo se desarro-
llan en el mundo de lo público, el campo po-
lítico traspasa toda dimensión de la vida de
dominados y dominantes. Las hazañas, los
cánticos, los chistes entre otras tradiciones
posicionan un discurso oculto, creado por
los dominados como sublevación tácita a los
órdenes hegemónicos conocidos, en deniti-
va, a la forma como perciben la realidad so-
cial. Los dominados usan el lenguaje propio
de la vida cotidiana para permear al discurso
público, cuando no es posible responder me-
diante episodios de protesta o rebelión.
Scott discute con Gramsci su lectura de las
relaciones de poder a partir de dos aproxi-
maciones de la falsa conciencia. La primera
postula que los dominantes convencen a los
dominados a través de la desesperanza, la
resignación y la incertidumbre, por lo tan-
to el dominado cree que el orden social es
inevitable y lo naturaliza. La segunda apro-
ximación plantea que el dominado rutiniza
su actitud ante el dominante en escenarios
de poder puro. Los dominados entregan su
consentimiento en la esfera pública congu-
rando escenarios de hegemonía pura.
James Scott critica la primera aproximación
pues “los dominados son capaces de ejecutar
actos revolucionarios” (Scott 1990:103-104)
que generen conictos sociales y protestas.
El grupo dominado genera discursos ocultos
colectivos con dos objetivos. El primer n
consiste en crear “bases ideológicas” (Scott
1990:107) para futuras movilizaciones que
reviertan la idea dominante del orden social
(Scott 1990:108). El segundo objetivo im-
pulsar procesos constantes de generación de
nuevos discursos.
La posibilidad de la “hegemonía completa o
una falsa conciencia entre los subordinados”,
no existe en James Scott (Tarrés 2001:858).
Los dominados crean escenarios donde ima-
ginan jerarquías invertidas, esto es resistir.
Los recursos políticos no son el objetivo -