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Las organizaciones de hoy deben asumir que
la realidad a la que se enfrentan es compleja,
al tiempo que deben actuar en medio de la
turbulencia de un ambiente que le presenta
dificultades para controlar los cambios que
se producen en las variables multidimensio-
nales que lo conforman. A decir de Monagas
(2005:152) “para asumir el cambio, debe
comprenderse permanentemente que las
realidades son complejas. Por esa misma
condición se conjugan toda una serie de
racionalidades cuyos efectos terminan
produciendo situaciones tan azarosas como
inciertas”.
En tal sentido, las organizaciones en medio
de la complejidad de los cambios suscitados,
actualmente tienen la necesidad de transcen-
der en su accionar, desempeñando un cono-
cimiento amplio de la realidad donde se
desenvuelven, mediante una visión holística,
que les permita una consideración del todo,
lo entero, la plenitud y las posibilidades,
además de, comprender su entorno desde su
interioridad y complejidad, que le ayude
conocer la realidad en toda su dimensión.
Los contextos organizativos de carácter
público, no escapan a esta realidad. Cierta-
mente a nivel mundial, los países en general
desde hace algunas décadas, realizan accio-
nes concretas dirigidas a modernizar la
estructura del estado, con el objeto de
adecuarla a las nuevas realidades económi-
cas, políticas y sociales, con criterios de
mayor eficiencia y eficacia de sus recursos
tangibles e intangibles, en aras de garantizar
la optimización del servicio social que pres-
tan. En general el propósito de estas accio-
nes es simplificar la estructura del Estado,
reducir su tamaño, desprendiéndose de
funciones no esenciales, concentrándose en
su misión fundamental centrada en la presta-
ción de servicios públicos a la comunidad en
general.
En razón de lo anterior, conviene referir lo
planteado por Pelekais, Cruz, Godoy y
Torres (2006:17), quienes señalan que:
Las acciones de modernización pueden tener
el carácter de una reforma integral del
Estado cuando éste requiere de una modifi-
cación radical para poder prestar un servicio
eficiente o también pueden consistir en
medidas parciales, como la privatización, y
la descentralización, en países con estructu-
ras estatales más desarrolladas.
Siempre se ha considerado que la gerencia
en las empresas públicas se caracteriza por
ser señalada, como ineficaces, ineficientes,
influidas por intereses políticos, grupales o
individuales, que casi siempre conducen a
no obtener los resultados esperados, y sumi-
nistrar la mayor satisfacción posible de los
ciudadanos que conviven en una comunidad
determinada; otorgando un mejor nivel de
vida mediante la administración y asigna-
ción correcta de los recursos del Estado.
Dentro de las áreas en pertinencia de la
administración del Estado se encuentra el
sistema educativo, como un eje fundamental
en la consolidación de un nuevo orden
social, en donde la intervención del mismo
es determinante como estrategia básica para
profundizar el desarrollo integral de la
sociedad y reducir gradual y sostenidamente
las importantes inequidades que puedan
presentarse en ellas.
Sin embargo, a través de la historia se ha
hecho referencia a la ineficiencia del Estado
para administrar los recursos públicos y el
sistema educativo no ha sido la excepción.
De acuerdo con Estaba (2006), es frecuente
y casi reiterativo hablar de las ineficiencias
en la calidad educativa, el deterioro de la
oferta académica, las deficiencias en la aten-
ción al estudiante, la desactualización de la
formación docente y la ineficiencia de la
capacitación de los gerentes, se alude
también a una práctica pedagógica inapro-
piada, y se cuestiona al lado de estos grandes
señalamientos; el centralismo, la burocracia,
el cooperativismo sindical, el partidismo y
otros vicios que se han venido instalando en
la administración pública en casi veinte
años.
Así pues, la gerencia pública, también tiene
presencia en las instituciones de la educa-
ción universitaria. Éstas deben ser impulso-
ras de la gestión del conocimiento así como
de la formación de saberes en distintos
campos de la sociedad conscientes de
activar las transformaciones necesarias que
le permitan dar respuesta a las múltiples
exigencias del entorno, en cuanto a su perti-
nencia y responsabilidad para ajustarse a la
dinámica de la tecnología, eficiencia, trans-
parencia, calidad de sus decisiones y proce-
sos. Tal como apuntan Piñero y Rivera
(2012) cuando afirman que:
Las instituciones universitarias no pueden
ser ajenas a aceptar el reto que impone la
sociedad del conocimiento, porque están
llamadas no sólo a afrontarlo, sino a diseñar,
construir y liderar los nuevos procesos que
orienten la sociedad; de que incorporen a
sus actividades misionales y de apoyo la
innovación y la tecnología que les permita
desarrollar nuevas prácticas contemporá-
neas. (Piñero y Rivera 2012:97)
Por tanto, las instituciones de educación
universitaria tienen ante sí el desafío que le
impone la situación de cambios, complejida-
des y transformaciones, situación esta que
mayor relevancia por cuanto en ellas
convergen intereses alineados con creacio-
nes intelectuales relacionadas o asociadas;
con ideas, conceptos, criterios, referencias
explicativas, teorías y ensayos de propues-
tas.
Atendiendo a lo expuesto, Muro (2003)
expresa que:
Los grandes desafíos que debe afrontar la
sociedad y todas las instituciones en este
siglo, en especial la universidad, se incre-
mentan con una velocidad y profundidad
que supera y desborda la capacidad de
respuesta de los actores desde la trama de
los factores que concurren y la crisis mun-
dial académica. (Muro 2003:94)
De modo pues, que la cultura de la calidad,
eficacia y eficiencia, de orientación al usua-
rio o comunidad universitaria, de transpa-
rencia y responsabilidad sólo será posible si
es asumida como tal por todos y cada uno de
los miembros y actores de dicha comunidad,
si se consigue, en suma, el cambio y la inno-
vación institucional universitaria estará tal
vez más cerca de ser alcanzada (Piñero y
Rivera ob. cit.).
Ello significaría asumir que se tomen deci-
siones y acciones que apunten hacia el direc-
cionamiento de esfuerzos transformativos
que impliquen la conjugación de las volun-
tades de los actores sociales que configuran
el contexto universitario desde lo micro a lo
macro institucional, y romper la serie de
barreras culturales que han caracterizado la
lenta evolución de la administración y
gestión en las universidades públicas. Así lo
refiere Morin (1986), al plantear que:
De este modo, la universidad latinoamerica-
na, como espacio organizativo multidimen-
sional y transcomplejo se encuentra someti-
da permanentemente a ciertas presiones, del
contexto interno y externo, a procesos de
renovación, de reconfiguración a través del
rediseño y puesta en ejecución de novedo-
sos y ambiciosos proyectos de transforma-
ción a lo largo de su historia. (Morin
1986:172)
Para esta investigación resulta de vital
importancia entender el significado de
gerencia dentro de las instituciones de
educación universitaria. Por tanto se trata de
realizar un planteamiento crítico a la geren-
cia de la universidad, en medio de las
profundas dificultades que impone el
presente, signado por la globalización, los
avances de la tecnología, la información y
los cambios que estos factores producen en
el ámbito socio-económico y socio-cultural.
Desde esta perspectiva, cuando se hace refe-
rencia a la gerencia universitaria, se asocia a
una mayor y mejor calidad del servicio
universitario, una mayor calidad del desem-
peño de sus órganos como de los actores en
el entramado institucional, con el fin de dar
respuesta a las carencias, expectativas insti-
tucionales y de la sociedad en general.
Como se aprecia en las definiciones anterio-
res la gerencia universitaria implica un
conjunto de procesos complejos, diversos
que atañe el mantenimiento y desempeño de
las actividades y procesos vinculados con
sus funciones rectoras, docencia, investiga-
ción, producción intelectual e integración
social, para de esta manera garantizar la
calidad de respuesta a las carencias y expec-
tativas institucionales así como de la socie-
dad en general. Por eso ha sido denominada
como la cuarta función universitaria.
La transformación de la educación universi-
taria es pues, un imperativo de la época que
vivimos. Fenómenos como la globalización,
la formación de espacios económicos más
amplios, la velocidad de las comunicacio-
nes, la mayor disponibilidad de información
y las características mismas del conocimien-
to contemporáneo, generan grandes desafíos
para la educación superior a los que sólo
podrá dar respuestas más pertinentes
mediante profundos y sistemáticos procesos
de transformación.
Al focalizar la mirada en Venezuela, convie-
ne precisar que la función de las institucio-
nes universitarias está expresada en la Ley
de Universidades vigente (1970), como una
comunidad de saberes, en tanto el artículo 3°
establece que:
Las universidades deben realizar una
función rectora en la educación, la cultura y
la ciencia. Para cumplir esta misión, sus
actividades se dirigirán a crear, asimilar y
difundir el saber mediante la investigación y
la enseñanza a completar la formación
integral y a formar los equipos profesiona-
les y técnicos que necesita la nación para su
desarrollo y progreso. (Ley de Universida-
des 1970:3)
Se aprecia en el inciso legal que las institu-
ciones universitarias son poseedoras de la
gran responsabilidad de transmitir a la socie-
dad no sólo formación técnico - profesional,
sino principios y valores que permitan crear
ciudadanos integrales para enfrentar las
nuevas realidades que la sociedad les exige.
Para ello estas organizaciones desarrollan su
máximo objetivo a través del desempeño de
tres grandes funciones que rigen su carácter
de academia como son la docencia, la inves-
tigación y la extensión. El complejo desem-
peño de los procesos académico-administra-
tivos, procedimientos, actividades y sujetos
sociales implicados en el desarrollo de las
funciones universitarias ha permitido la
configuración de una función implícita a
tales procesos vinculadas con la dinámica
gerencial.
Dentro de este contexto, es oportuno preci-
sar cómo ha sido la transformación de las
universidades venezolanas y su funciona-
miento en los últimos años. Es así, como de
acuerdo con Parra (2010), el desarrollo de la
educación superior en Venezuela da cuenta
de la impronta que ha marcado su vínculo
con el poder, pues en el siglo XX ello se
expresó en su papel legitimador de la demo-
cracia y en su consolidación como mecanis-
mo de ascenso social. En la década de los 90
la crisis social, política y económica del país
culminó con el triunfo de una opción política
instituto prevalecen criterios que no se
corresponden con políticas coherentes en la
consideración de aquellos que han tenido
mayor presencia dentro de la sociedad vene-
zolana y que poseen mejores condiciones en
cuanto a magnitud, matricula atendida,
cantidad de personal docente, administrativo
y obrero así como su desarrollo profesional
y la infraestructura para el funcionamiento
adecuado de una universidad con calidad y
pertinencia que dé respuesta con eficiencia a
las exigencias de su entorno.
Ante el escenario presentado emergen las
primeras inquietudes investigativas: ¿Qué
significados tiene en el proceso de transfor-
mación del IUTET, el accionar gerencial?,
¿Cómo visualiza la comunidad de actores
sociales las implicaciones gerenciales
subyacentes en el proceso transformacional
del IUTET? Tales cuestionamientos permi-
tieron abrir un espacio de posibilidad de
abordaje científico dirigido a develar las
percepciones y significados que los actores
sociales, como sujetos legitimadores de una
realidad vivida de forma intersubjetiva, le
otorgan al quehacer gerencial del IUTET en
el contexto de su transformación a universi-
dad politécnica territorial.
A tal efecto, la investigación persigue como
propósitos investigativos: a) Conocer las
imágenes previas de los actores sociales con
relación a las implicaciones gerenciales
vinculadas al proceso de transformación que
vive el IUTET; y b) Interpretar los significa-
dos sociales develados con respecto a la
acción gerencial en el IUTET, en el escena-
rio de su transformación como Universidad
Politécnica Territorial.
METODOLOGÍA
El estudio se enmarca en el enfoque episté-
mico introspectivo-vivencial (Padrón 2000),
específicamente en el paradigma del inter-
pretativismo (Ugas 2005) siguiendo las
pautas del método fenomenológico herme-
néutico, en atención al planteamiento de
Ricoeur (1913-2005) al procurar fundar la
hermenéutica en la fenomenología por la vía
de la comprensión (Heideggeriana) y por la
vía de mostrar en ella los signos de su deri-
vación de orden linguístico, “la fenomenolo-
gía comienza cuando no contentos con vivir
interrumpimos la vivencia para significarla,
y la hermenéutica cuando no contentos con
pertenecer a la tradición trasmitida,
interrumpimos la relación de pertenencia
para significarla” (Moratalla 2001:296).
Para ello se asumió la propuesta de Martínez
(1996), al reseñar este método en tres (3)
etapas: descriptiva, estructural y exponen-
cial de la teorización, y a los fines de este
artículo se presentarán los hallazgos alcan-
zados hasta la fase estructural.
En el plano procedimental del diseño del
método, el estudio acoge la perspectiva
metodológica cualitativa, la cual lleva la
ruptura del sentido espontáneo del conoci-
miento y permite reconstruir teóricamente la
realidad sobre la base de los significados de
la acción social, por lo que se basa según
Mejía (2002) y Piñero y Rivera (2013), en
un diseño de investigación emergente de
desarrollo, con carácter flexible, abierto y
recursivo.
1. En la elección de los actores sociales se
tomó en cuenta los criterios de: a) ubicación
gerencial alta (no menor a diez años) y
media (no menor a cinco años), y b) perma-
nencia de estudiantes en dos últimos trayec-
tos del plan de estudio.
A continuación se presenta los actores socia-
les intervinientes en la investigación (tabla
1):
Para la recolección de la información se
empleó la técnica de la entrevista en profun-
didad motivado a que permite, encontrar
información por intermedio de los actores
sociales, flexibilizando la expresión libre de
todas las ideas que encaminan al desenvolvi-
miento de esta investigación, haciéndola
más dinámica porque no posee una estructu-
ra rígida o patrón de preguntas sino al
contrario son más abiertas.
Conforme a lo anterior, los actores sociales
se abordaron respecto de las preguntas de
investigación, con un estilo abierto y flexi-
ble pero ajustado a las inquietudes del estu-
dio e intencionalidades, respetando la temá-
tica con pleno control para plantear las
preguntar, encausarlas, modificar el orden o
adaptarlas a las diferentes situaciones parti-
culares de cada sujeto. Siendo el interés la
profundidad en la entrevista, fue menester
que la oralidad permitiera al entrevistado
expresar el sentido que le asigna a la situa-
ción planteada; para ello como investigado-
res se debió hacer un esfuerzo de inmersión
y re-inmersión colaborativa, con especial
esmero empático, hasta el punto de dejar que
el relato discurriera lo más espontáneo posi-
ble.
Una vez recolectada la información, fue
necesaria transcribirla y organizarla en
protocolos debidamente identificados, a los
fines de iniciar el proceso de sistematización
hermenéutica de la codificación y la catego-
rización, para lo cual se siguieron las pautas
aportadas por Martínez (ob. cit.), siguiendo
los pasos que a continuación se indican:
1. Transcribir la información protocolar.
(entrevistas, grabaciones y descripciones).
2. Dividir los contenidos en porciones o
unidades temáticas (párrafos o grupos de
párrafos que expresan una idea o un concep-
to central).
3. Categorizar, es decir, clasificar, concep-
tualizar o codificar mediante un término o
expresión breve que sean claras e inequívo-
cas, el contenido o idea central de cada
unidad temática.
4. Asignar subcategorías o propiedades, para
aquellas categorías que tienen el mismo
nombre pero que no son idénticas, puesto
que poseen atributos o propiedades diferen-
tes.
5. Agrupar algunas categorías en una catego-
ría más amplia y comprensiva.
6. Agrupar o asociar categorías de acuerdo
con su naturaleza y contenido.
Una buena categorización debe ser tal que
exprese con diferentes categorías y precisa
con propiedades adecuadas lo más valioso y
rico de los contenidos protocolares de tal
manera que facilite, luego el proceso de
identificar estructuras y determinar su
función.
que se ha propuesto durante la última década
del siglo XX con la refundación de la repú-
blica y, últimamente, la revolución socialis-
ta.
Los antecedentes anteriores, alimentados
por la conflictividad política acentuada a
partir de 2002, sentaron las bases para el
conjunto de políticas que desde ese año se
han diseñado e implementado en el marco
del Proyecto Nacional Simón Bolívar, en un
proceso no sin altibajos, pero seguro hacia lo
que el gobierno ha denominado Socialismo
del Siglo XXI, donde se privilegia lo políti-
co ideológico en el tratamiento que se le está
dando a la educación superior. En este senti-
do, en la segunda fase del proceso de refor-
mas iniciado en 1999, las medidas adoptadas
han acentuado el cambio de perspectiva que
el proceso de refundación de la república
contempla para la educación superior.
Con la finalidad expresa de consolidar los
alcances de estas políticas, el 27 de marzo de
2009 se decreta la formalización la creación
de la Misión Alma Mater cuyo objetivo
general es producir un nuevo tejido institu-
cional de la Educación Superior Venezolana
publicado en Gaceta Oficial Nº 39.148 de la
República Bolivariana de Venezuela (2009),
el cual contempla la creación de nuevas
instituciones de educación superior y el
fortalecimiento de las existentes y la trans-
formación de la educación superior en
función de la construcción de una sociedad
socialista (Artículo 2°).
Para ello se prevé la transformación de los
institutos y colegios universitarios oficiales
en universidades experimentales, la creación
de universidades territoriales, de universida-
des especializadas, de institutos especializa-
dos de educación superior, la creación de la
Universidad Bolivariana de los Trabajadores
y de la Universidad Nacional Experimental
de los Pueblos del Sur y, finalmente, el forta-
lecimiento de los llamados Complejos
Universitarios Socialistas Alma Mater.
Entre los Institutos Universitarios implica-
dos en la transformación hacia universida-
des politécnicas territoriales se encuentra el
Instituto Universitario de Tecnología del
Estado Trujillo (IUTET) creado en 1988
mediante decreto presidencial 2775.
Particularmente el IUTET desde su funda-
ción ha ofrecido oportunidades de estudio en
las siguientes áreas: Administración de
empresas, administración en banca y finan-
zas, construcción civil, informática, mante-
nimiento de equipos eléctricos, manteni-
mientos de equipos mecánicos, manteni-
mientos de maquinaria agrícola y pesada y
mantenimiento industrial. Al momento de
realizar esta investigación el IUTET contaba
con un aproximado de diez mil alumnos
inscritos, un total de 400 docentes, 225
personal administrativo y 118 personal
obrero, lo que indica la magnitud de esta
institución, que deviene en una organización
compleja en cuanto a su estructura organiza-
tiva y la toma de decisiones para la planifi-
cación, ejecución y evaluación de sus activi-
dades académico-administrativas y servicios
estudiantiles.
El instituto, al igual que la mayor parte de
los IUT y CU del resto del país se encuentra
en la etapa de transición dentro del proceso
de transformación universitaria. Proceso que
se fundamenta en el contexto de la Misión
Alma Mater, la cual nace en el marco del
plan de desarrollo económico y social de la
nación 2007-2013, bajo la premisa de impul-
sar la transformación de la educación supe-
rior, propulsar su articulación tanto territo-
rial como con el proyecto nacional de desa-
rrollo, impulsar el poder popular y la cons-
trucción del socialismo, garantizando el
derecho a todas y todos a una educación
superior de calidad.
Siendo uno de los investigadores miembro
del personal docente del IUTET, se ha
podido apreciar, que en el desarrollo del
proceso de transformación del mencionado
REVISTA CHAKIÑAN, 2016, Nº.1, DICIEMBRE, (101-117), ISSN 2550-6722