REVISTA CHAKIÑAN, 2018, Nº.4, ABRIL, (16-27)
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CÓMO FORMAR VALORES EN UN AULA UNIVERSITARIA:
UNA EXPERIENCIA PEDAGÓGICA APLICADA
HOW TO FORM VALUES IN A UNIVERSITY CLASSROOM:
AN APPLIED PEDAGOGICAL EXPERIENCE
RESUMEN
ABSTRACT
Los valores son un accionar sistemático y, por ende, todas nuestras acciones están marcadas o
reejan ciertos valores, que a su vez están condicionados por nuestra forma de pensar. Teniendo
estas premisas, el presente trabajo se introduce en el ámbito estudiantil y declara que los uni-
versitarios no maniestan valores propios del sector. De lo anterior, se deduce como situación
problémica que las aulas carecen de un procedimiento basado en los criterios estudiantiles
para formar valores de manera participativa. Con estos criterios, se planteó como problema la
interrogante siguiente: ¿cómo desarrollar conductas acorde a los paradigmas del estudiante de
los tiempos actuales? Partiendo de tal problema, el objetivo de la investigación se centró en:
elaborar una metodología dirigida a profesores para la formación de valores compartidos que
permita alcanzar cambios en la conducta. La investigación se basó en el estudio de un caso y se
desarrolló en tres fases: relevamiento de información y diseño del sistema de valores; evalua-
ción - ajuste y validación e interpretación nal. La novedad cientíca se basa en la formación
de valores a partir de la participación de los propios estudiantes, para inducir el cambio de con-
ducta, así como la denición de indicadores, variables y criterios evaluativos.
Palabras clave: aula universitaria; conductas; creencias; valores; participación.
Values are a systematic action and therefore, all our actions are marked or reect certain values,
which in turn are conditioned by our thinking. Given these premises, this paper is introduced
in the student area and declares that the university sector do not manifest themselves values.
From the foregoing, it follows as problem situation that classrooms lack a procedure based on
student values criteria to form a participatory manner. With these criteria, it was raised as a
problem the subsequent question: ¿How develop behaviors according to the student paradigms
of modern times? Starting from this problem, the objective of the research was aimed to develop
a methodology for teachers for the formation of shared values that would achieve changes in
behavior. The research is experimental in nature, based on a case study and was conducted in
three phases: collection of information and system design values; evaluation – adjustment, va-
lidation and nal interpretation. The scientic novelty is based on the formation of values from
participation for behavior change and the denition of indicators, variables and evaluation
criteria.
Keywords: behaviors; beliefs; participation; university classroom; values.
Carlos Benigno Díaz Llorca
cdiaz1120@gmail.com
Universidad de La Habana, Cuba
Fecha recepción: 9/4/17
Fecha aceptación: 30/8/2017
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INTRODUCCIÓN
Los valores son denidos como “algo im-
portante en la existencia humana” (Guerre-
ro 1999:3). Por otro lado, también los de-
nen como entidades que se caracterizan y
existen por ser pensados y reconocidos en
el pensamiento de las personas (Izquierdo
1998). Hay autores que los denen como
componentes de una guía que predice con-
ductas dirigidas a metas y que a la vez son
una manera de explicar anteriores conductas
(Rokeach 1977). Cardona Cita que valor es
“…el carácter, cualidad o principio ideal,
propio de los seres, acciones u objetos que
suscitan admiración, aprecio o complacen-
cia” (2000:37).
Sin embargo, personas hablan de
valores y no tienen claro aún qué
son los valores y en especial cuál
es su real signicación en la vida
cotidiana. Sin embargo, muchas
personas declaran intuitivamen-
te que en la actualidad, “hay una
crisis de valores” (Díaz 2010:23).
Para este investigador es evidente que es-
tas personas hablan sin tener claro qué son
los valores pero, sienten la falta de algo y
cuando esto tiene una manifestación coti-
diana que marca una tendencia de compor-
tamiento en una generación o en un tiempo
se declara enseguida que “hay una crisis de
valores” (id.).
Siguiendo la ruta de que los va-
lores son acciones y que esas ac-
ciones se realizan sobre la base
de determinadas reglas, se puede
decir que muchas de las acciones
están predeterminadas en el sub-
consciente de muchas personas que
determinan lo que debemos hacer.
A estas piezas que predenen el
accionar es a lo que se le suele lla-
mar mecanismos (Díaz 2010:89).
Los mecanismos son las piezas que se ins-
trumentan para producir determinado movi-
miento y que pueden concurrir en busca de
fortalecer las creencias y valores. Es decir,
los mecanismos determinan el funciona-
miento o modo de obrar en la mente de las
personas y pasan a ser leyes que deben regir
su movimiento (id.).
Teniendo estas premisas presentes, el inves-
tigador buscó introducirse en la situación
problémica del ámbito universitario, partien-
do de la experiencia en las aulas, por la ob-
servación y recopilación de información de
los estudiantes, así como por el intercambio
de criterios entre profesores de diferentes
materias, facultades y universidades.
Con la aplicación de estos instrumentos de
investigación, se llegó a la conclusión de que
los estudiantes universitarios no maniestan
valores propios de este nivel de escolariza-
ción, como pueden ser: sistematicidad en el
estudio, creatividad, interés en las materias,
búsqueda de información para aumentar el
conocimiento y el ejercicio profesional.
Por el contrario, se observan comportamien-
tos como la apatía a los estudios, no consul-
tar a los profesores, no tomar notas de cla-
ses, no buscar fuentes de información para
ser creativos, sino para copiar, no tratar de
ser diferentes y originales, sino copiar lo
que aparece en internet. En n, muchas ten-
dencias tienen un carácter negativo y no son
propias de un estudiante universitario que
debe estar dispuesto a la investigación, a la
profundización y a tomar conciencia de que
aprender es lo que se hace, cuando no sabe-
mos qué hacer.
De lo anterior, se deduce como situación pro-
blémica que las aulas universitarias carecen
de una metodología basada en los criterios
estudiantiles para formar valores de manera
participativa que mejoren sus conductas y
formen competencias de carácter profesio-
nal, lo que sirvió de base para plantear como
problema la interrogante siguiente: ¿cómo
desarrollar conductas de calidad y acorde a
los paradigmas del estudiante de los tiempos
actuales, donde prevalece la formación de
competencias en la vida profesional?.
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El objetivo de la investigación estuvo di-
rigido a: elaborar una metodología para la
formación de valores compartidos, basado
en los criterios de los estudiantes, que les
permitiera tomar decisiones para alcanzar
cambios en su conducta y con ello lograr una
mayor competencia para su vida profesional.
METODOLOGÍA
La investigación efectuada, es cualitativa,
basada en un estudio de caso y su novedad
cientíca se fundamenta en la elaboración
de una metodología para la formación de va-
lores a partir de la participación de los pro-
pios estudiantes en la denición de indica-
dores, variables y criterios evaluativos, para
valorar en qué medida los estudiantes logran
cambiar su conducta en pos del mejoramien-
to de competencias para su vida profesional.
Un estudio de caso es “…una estrategia de
investigación dirigida a comprender las di-
námicas presentes en contextos singulares”
(Eisenhardt 1989:174).
El trabajo se efectuó en el período com-
prendido entre el 6 de octubre del 2015 y
el 29 de febrero del 2016, fue aplicada a
un grupo, con 28 estudiantes, donde la
edad promedio fue de 23 años, 15 eran va-
rones y 13 hembras. Además la validación
de algunos instrumentos para desarrollar
esta investigación, se hizo con otro grupo
de clases de 18 estudiantes de último año
de la carrera durante el curso 2014-2015.
La metodología concebida, se estructuró en
tres fases y presenta en la secuencia siguien-
te:
I. PRIMERA FASE: Levantamiento de in-
formación y diseño del sistema de valores
1. Construcción y rma de acuerdos y com-
promisos éticos.
2. Levantamiento de Expectativas de los es-
tudiantes.
3. Identicación de renuncias, reglas de oro
y valores compartidos.
4. Valoración de los estudiantes sobre el tra-
bajo realizado.
5. Tríptico nal “Experiencia práctica sobre
valores compartidos” entregado a los estu-
diantes.
II. SEGUNDA FASE: evaluación y ajuste
1. Evaluación del estado inicial de los estu-
diantes con relación a las conductas compar-
tidas.
2. Evaluación del nivel de importancia que
le dan a las conductas.
3. Construcción de la Base ideológica del
grupo.
4. Determinación de los problemas principa-
les del grupo.
5. Identicación de las causas que originan
el problema principal del grupo.
6. Precisión de alternativas de solución al
problema.
7. Identicación de problemas asociados a
los profesores.
8. Aplicación de evaluación sistemática de la
calidad del trabajo desarrollado por el pro-
fesor.
III. TERCERA FASE: Validación e inter-
pretación nal
1. Evaluación de las expectativas, estado -
nal de los valores y del nivel de percepcio-
nes de los estudiantes sobre las conductas.
2. Tabla de evaluación de las disonancias.
3. Aplicación de instrumentos de autoeva-
luación, coevaluación y heteroevaluación.
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se presentan a continua-
ción, los resultados y discusión.
Primera fase: levantamiento de infor-
mación y diseño del sistema de valores
Como punto de partida de la investigación
el docente y los estudiantes construyeron de
conjunto y rmaron los 15 Acuerdos y Com-
promisos Éticos para la asignatura en el se-
mestre en cuestión y además los estudiantes
enunciaron las expectativas con relación a la
4. Criterios de los estudiantes con las cau-
sas del por qué no se cumplieron los va-
lores o no se mejoraron las conductas.
asignatura, lo cual fue recopilado en un do-
cumento y tomado en cuenta por el profesor
para potenciar el sílabo correspondiente.
Posteriormente se aplicó a los estudiantes la
interrogante ¿a qué factores están dispues-
tos a renunciar para poder desarrollar una
clase de calidad?, se recogieron los crite-
rios aportados, que se arrojaron a una caja
de renuncias, como simbolismo de lo que
estaban dispuestos a renunciar. En la tabla
1, se reejan los resultados recopilados.
La lectura del conjunto de renuncias a las
que el grupo muestra su disposición, apor-
ta elementos para tener una caracteriza-
ción del grupo y favorece un acercamien-
to para la identicación de sus problemas.
Posteriormente se aplicó el Principio de Pa-
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reto al análisis del listado de renuncias, deter-
minando las renuncias consideradas de ma-
yor relevancia por los estudiantes y a partir
de la realización de varias dinámicas de gru-
po, se denieron las reglas de oro que deben
seguirse y los valores que pueden permitir un
mejor comportamiento para hacer efectivas
las renuncias, lo cual se aprecia en la tabla 2.
Una vez identicados los valores que el gru-
po está dispuesto a compartir, se asoció cada
uno con una imagen simbólica y se procedió,
mediante el trabajo grupal, a dar una deni-
ción del signicado de cada valor y de las
conductas esperadas; en la tabla 3 se aprecia
un ejemplo de asociado al valor compromiso.
Tabla 2: Renuncias, reglas de oro y valores del grupo de estudiantes
Renunciamos a: Siguiendo las reglas de oro: C ompartiendo los valores:
1. La impuntualidad
2. La irresponsabilidad
3. Faltar a clases
4. Al celular y no
distraernos
5. Molestar
1. Ser puntuales
2. Ser estudiosos
3. Ser dinámicos
4. Ser conscientes
5. Ser positivos
1. Compromiso
2. Profesionalidad
3. Disciplina
4. Responsabilidad
5. Sensibilidad
Fuente: elaboración propia.
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Terminada esta fase, se formaron grupos de
estudiantes para evaluar los valores denidos
sobre la base de las cinco preguntas siguientes:
1.¿Cuáles son sus criterios sobre el signica-
do del valor que usted analiza?
2.¿Qué opiniones tienen sobre las conductas
denidas?
3. ¿Qué modicarían, eliminarían o añadi-
rían?
4. ¿Cuál es el sentido de este trabajo?
5. ¿Qué criterios tienen sobre esta experien-
cia?
Esta parte de la metodología fue de suma im-
portancia para el docente, sobre todo en lo
concerniente a las preguntas cuatro y cinco,
en tanto las respuestas aportan información
de retroalimentación acerca de lo que pien-
san los estudiantes sobre el trabajo empren-
dido. Los principales resultados obtenidos
en la investigación como respuestas a estas
preguntas fueron:
Pregunta 4: ¿Cuál es el sentido de este tra-
bajo?
. Darnos cuenta de los valores que se estaban
perdiendo.
. Fomentar el trabajo en grupo para la reali-
zación de un buen curso.
. Enfocarnos más en los valores y compro-
misos que serán tratados en el transcurso del
período académico.
. Conocer la práctica de los valores en nues-
tro comportamiento y vivencias diarias.
Pregunta 5: ¿Qué criterios tienen sobre esta
experiencia?
. Crear un mejor trabajo en grupo en el aula.
. Integrarnos como compañeros.
. Es una buena experiencia para intercambiar
ideas y opiniones sobre los valores y de esa
manera se profesionales críticos y construc-
tivos.
. Es importante para entendernos y en la vi-
vencia diaria.
. Es un intercambio de ideas para ir mejoran-
do nuestro comportamiento.
. Es bueno compartir con otros en el curso,
ya que fomentamos objetivos y los genera-
lizamos.
Posteriormente se confeccionó un tríptico,
que recoge lo que fue denominado: Expe-
riencia práctica sobre valores compartidos,
se reprodujo para todos los estudiantes y se
les indicó su consulta permanente como cau-
se estratégico para alcanzar los valores com-
partidos.
Con estos elementos la primera fase fue con-
cluida, con la particularidad de que los es-
tudiantes constituyeron el elemento decisivo
y determinante, en la recolección, el proce-
samiento y análisis de la información, así
como en el planteamiento de estados desea-
dos, lo cual constituye un punto de partida
importante para lograr el compromiso, que
antecede al cambio necesario en la conducta
y la adopción de nuevos valores y es un ele-
mento distintivo de la metodología aplicada.
Segunda fase: evaluación y ajuste
Esta fase se consideró vital, porque en ella
se valora y determina el estado inicial que
tienen los estudiantes al comenzar la expe-
riencia en la formación de valores. Para de-
terminar este estado inicial se listaron las
conductas asociadas a los valores compar-
tidos empleando una escala Likert para que
los estudiantes declararan la dimensión en
que cada uno se encontraba y con ello deter-
minar la media grupal para cada conducta.
La escala de Likert es:
…un tipo de instrumento de medi-
ción o de recolección de datos que
se dispone en la investigación social
para medir actitudes. Consiste en un
conjunto de ítems bajo la forma de
armaciones o juicios ante los cua-
les se solicita la reacción (favorable
o desfavorable, positiva o negativa)
de los individuos. (Malave 2007)
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Seguidamente se aplicó la Encuesta para
evaluar el nivel de importancia que le otor-
ga cada estudiante a las conductas denidas
(ejemplo en tabla 3), utilizando una escala
de 0 a 10. Utilizando las puntuaciones de
este instrumento se calculó el valor de la me-
dia de la importancia que se conere por los
estudiantes a las conductas, que fue de 0,8
y puede considerarse como una categoría de
importancia media.
A partir de estos resultados y tomando en
cuenta que a criterio del docente no se pro-
ducían cambios signicativos en la conducta
cotidiana de los estudiantes del grupo de es-
tudio, se procedió a conformar la Base ideo-
lógica del grupo. Para tales nes, se crea-
ron equipos a los que se les orientó denir
la misión, visión y credo del grupo. Como
resultado, se crearon varias versiones de mi-
sión, visión y credos, que luego de revisa-
das y elaboradas por una comisión de estilo,
quedaron expresadas como se aprecia en la
tabla 4.
A partir de los datos obtenidos y con la in-
tención de profundizar en la toma de con-
ciencia por parte de los estudiantes respecto
a la necesidad de cambio y materializar sus
renuncias, se realizó una dinámica de grupo
bajo la pregunta: ¿cuáles son los problemas
que tienen en su funcionamiento como gru-
po?
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El trabajo desarrollado a partir de la pregun-
ta planteada, les permitió identicar los pro-
blemas que tienen internamente y conspiran
contra su conducta y posteriormente, me-
diante la aplicación de técnicas de obtención
de consenso, tales como: reducción de lista-
do, votación simple, ponderada y apareada,
así como la aplicación del Principio de Pa-
reto, se pudieron determinar los problemas
principales, lo cual puede apreciarse en la
tabla 5.
Seguidamente se decidió trabajar con el pro-
blema principal identicado: falta de comu-
nicación, donde se determinaron las causas
que lo originan y se construyeron las princi-
pales soluciones que se reejan en la tabla 6.
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Como elemento adicional, pero de importan-
cia en el accionar del grupo y en los proble-
mas de comportamiento que presentan los
estudiantes, se decidió incluir en el análisis
la acción de los profesores y en tal sentido
se les preguntó a los estudiantes: ¿cuáles son
los problemas que han tenido con los pro-
fesores durante la carrera?; algunos de los
resultados expresados fueron los siguientes:
1. Los docentes no siempre escuchan a los
alumnos, no les dan importancia.
2. Maniestan preferencias por ciertos estu-
diantes.
3. Falta de comunicación (solo se relacionan
con los estudiantes en el aula).
4. No traen material preparado, ni explican
bien los temas.
5. Falta de compromiso con los estudiantes y
con la materia.
6. No son exigentes, ni buscan mejorar el ni-
vel académico.
7. Faltan a clases.
8. Son impuntuales.
Ante estos criterios, que lamentablemente
reejaron insuciencias en la labor de al-
gunos docentes, pero que evidentemente
han dejado una huella en los estudiantes y
de alguna manera han tenido incidencia en
su comportamiento como grupo, se decidió
incorporar a la práctica pedagógica del do-
cente implicado en la investigación, la eva-
luación sistemática de las clases mediante la
aplicación de la herramienta creativa conoci-
da como PNI (valoración de los aspectos Po-
sitivos, Negativos e Interesantes), que en los
primeros tiempos se realizó por escrito y de
manera anónima, hasta que llegó a aplicarse
de forma frontal en los momentos nales de
la clase.
La técnica PNI según Ciudad-Real, es:
… Es una estrategia que permite
el mayor número de ideas que se
generan sobre un evento, aconteci-
miento o alguna observación. Per-
mite al estudiante determinar lo po-
sitivo, lo negativo y lo interesante
del mismo, por lo que se le conside-
ra de un alto valor educativo. (s.f.)
En la tabla 7 se expresan algunos de los cri-
terios recogidos en una clase.
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Tercera fase: validación e interpretación
nal
La tercera y última fase se desarrolló una vez
terminando el semestre, para ello se proce-
dió a la aplicación de tres encuestas con la
nalidad de captar la información valorativa
sobre los resultados y la factibilidad del tra-
bajo desarrollado durante el período acadé-
mico en que se efectuó la investigación.
En primera instancia fue necesario a valorar
la satisfacción de los estudiantes con respec-
to al cumplimiento de sus expectativas por
parte del docente, para ello se confeccionó
un instrumento donde aparecía el listado de
las expectativas planteadas al inicio del se-
mestre, para que se evaluara su cumplimien-
to, utilizando una escala de 1 a 10.
Seguidamente, se les entregó otro documen-
to con el listado de las 25 conductas, identi-
cadas por ellos y asociadas a los cinco va-
lores y una escala Likert para que expresaran
su valoración sobre el grado nal de cumpli-
miento, alcanzado al concluir el semestre, o
sea, cuánto han avanzado en sus conductas
para ser mejores y aumentar sus competen-
cias. Al unísono también se les entregó una
encuesta asociada al grado de percepción
que tienen los estudiantes sobre cómo se tra-
bajaron los valores durante el semestre.
Recopiladas las encuestas, se calculó el va-
lor de las medias grupales por conductas y
la diferencia entre el nivel de importancia
que tienen para los alumnos las conductas
denidas y cuál es su percepción en cuanto
a su aplicación. Para esto último se pidió a
los estudiantes evaluar la disonancia entre el
nivel de importancia y percepción por colo-
res en correspondencia con las alternativas
siguientes:
ROJO: Situación altamente crítica. Es emer-
gente implantar acciones para reducir el ín-
dice.
NARANJA: situación medianamente críti-
ca. Requiere acciones para reducir el índice.
AMARILLO: situación otante. Hay que
implementar acciones para reducir el índice.
VERDE: situación idónea.
AZUL: situación de duda. Hay que analizar
cada enunciado y ver qué se está aplicando
para obtener estos resultados. Se están ha-
ciendo acciones que no son apreciadas y no
estimulan su conducta como persona. Estas
acciones tienen un costo en dinero, esfuerzo
y tiempo y no están siendo apreciadas.
Del procesamiento de la información reco-
pilada, la disonancia arrojó los criterios si-
guientes:
. 22 conductas se identicaron con el color
verde; situación valorada como idónea.
. 2 se asociaron al color amarillo, que indi-
ca una situación otante, ellas fueron: “me
motivan a llegar temprano” y “se percibe mi
actitud positiva ante actividades negativas”.
. 1 conducta se marcó con el color naranja,
situación medianamente crítica, ella fue:
“tengo oportunidad de responder preguntas
en clases”.
Las de color amarillo son realmente otan-
tes, ya que la primera fue una situación que
siempre se respetó y la segunda, nunca tuvo
manifestaciones en la clase. En cuanto a la
naranja, siempre se otorgó la oportunidad
de responder preguntas en las clases, pero
lamentablemente no siempre se respon-
día y entonces se hacía necesario dirigir la
pregunta. Las de color verde estaban en un
rango razonable y por tanto las diferencias
no fueron signicativas. Esto quiere decir,
que las conductas asociadas a los valores
compartidos los estudiantes las percibieron
como adecuadas.
Otros instrumentos que se aplicaron fueron:
la autoevaluación del estudiante, la coeva-
luación entre estudiantes y la heteroevalua-
ción de estudiantes hacia el profesor, que
también aportaron información sobre el des-
empeño estudiantil del docente.
La metodología se desarrolló en un proceso
de aproximaciones sucesivas y de acuerdo a
los acontecimientos en el trabajo cotidiano
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del profesor, es decir, que se fue adaptan-
do en función de cómo se manifestaban las
conductas de los estudiantes. Al concluir el
semestre de clases, la metodología demos-
tró su validez y fue evidente que la situación
problémica identicada es acertada y que
hay que trabajar más con los estudiantes en
la dirección planteada.
Como componente de la valoración nal de
la metodología seguida, se preguntó a los es-
tudiantes: ¿cuáles son las causas por las que
no cumplió en su totalidad, el valor de com-
promiso, profesionalidad, disciplina y res-
ponsabilidad? Las respuestas fueron varia-
das, no obstante son de interés las siguientes:
COMPROMISO:
1.No tomé en serio el valor.
2. No hay tiempo, hay que cumplir con las
otras materias.
3. Falta de exigencia del grupo.
4. Porque no tengo un compromiso conmigo
mismo en mis labores como estudiante.
5. No soy una persona comprometida. Los
compromisos me aburren.
PROFESIONALIDAD:
1. No busqué en qué puedo mejorar.
2. Porque no actúo bien, no me pongo la ca-
miseta.
3. Porque hacía las cosas que a me pare-
cían.
4. Porque somos irresponsables con nuestros
deberes, somos vagos y ociosos.
5. Por falta de voluntad.
DISCIPLINA:
1. No acepto los errores que cometo, busco
culpables.
2. Por ser inquieto y no cumplir con mis res-
ponsabilidades.
3. No existe respeto entre los compañeros.
4. Porque soy muy impulsiva y no puedo
contenerme.
5. Mucha inuencia mala de los compañe-
ros.
RESPONSABILIDAD:
1. Por falta de dediación.
2. Porque soy algo dejada, es decir, algo
vaga.
3. Porque a veces se deja de hacer lo que es
necesario y se pierde el tiempo con otras co-
sas.
4. Porque la universidad misma se maneja
de manera irresponsable y corrupta en varias
circunstancias.
5. No importar las cosas y dejar todo para lo
último.
Como se observa, la valoración que hacen
los propios estudiantes rearma la situación
problémica planteada; por otro lado, la me-
todología permite conocer cuáles son las si-
tuaciones o problemas que tienen los estu-
diantes en el interior del grupo y cuáles son
sus percepciones con respecto a los profeso-
res. Estás son variables que pueden afectar el
cambio o no de sus conductas.
La metodología y el procedimiento seguido
fueron validados en la investigación y evi-
denció que este tipo de trabajos no debe ha-
cerse a nivel de un profesor aislado, sino que
es necesaria una labor de todo el equipo de
docentes para desarrollar la acción conjunta
y lograr un cambio en las conductas de los
alumnos.
CONCLUSIONES
La metodología propuesta y aplicada es vá-
lida, necesaria y factible de ser aplicada en
las condiciones de la docencia universitaria
para contribuir a la formación integral de
los futuros profesionales y proyectar mejo-
ras en su conducta y desempeño académico,
en función de las competencias que exige la
práctica de la profesión.
La aplicación de la metodología propuesta
produjo transformaciones en el comporta-
miento de los estudiantes del grupo objeto
de estudio, en tanto al nal del semestre, de
las 25 conductas identicadas, 22 fueron
valoradas como situaciones idóneas, lo que
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representa el 88% del total, mientras que 2
(8%) indican situaciones otantes y 1 con-
ducta (4%), reeja una situación mediana-
mente crítica.